15 cómics para después de un confinamiento

Ahora que parece que hemos pasado lo peor y, poco a poco, nuestras vidas se pueden ir reactivando, es el momento de recordar algunos de los cómics más interesantes que, por culpa de la pandemia, se han quedado en tierra de nadie en un mercado ya de por sí competitivo. Os ofrecemos catorce + una propuestas de lectura que no merecen pasar desapercibidas.

Durante las últimas semanas (o meses, ouch) la industria editorial ha sufrido un frenazo en seco, como tantos otros sectores, motivado por la emergencia sanitaria que atravesamos. Pero, ahora que algunas comunidades autónomas comienzan a pasar de fase y las librerías se preparan para recibir a sus clientes, es buen momento para recuperar algunos de los cómics más interesantes que o bien tuvieron la mala suerte de llegar a los estantes de las tiendas justo antes de la pandemia, o bien vieron pospuesta su fecha de salida por el parón del sector. Vamos a ello.

La cólera de Santiago García y Javier Olivares (Astiberri)

La pareja creativa que ganó el Premio Nacional de Cómic en 2015 con Las meninas regresa tras años de trabajo con una obra ambiciosa y visualmente rotunda, con la que revisitan algunos aspectos de los clásicos de Homero con los que empezó la civilización occidental: La Ilíada y La Odisea. Pero García y Olivares van mucho más allá de la simple adaptación: más bien, se apropian de algunos motivos y personajes para contar una historia propia, tremendamente actual, que habla de la esencia del héroe, pero también de cuáles son las fuerzas que nos mueven y que han dado forma a nuestras sociedades. Aquiles como nunca lo habías visto.

Esto no está bien de Irene Márquez (Autsaider)

Irene Márquez ha sido uno de los mejores hallazgos de los últimos tiempos en El Jueves: su humor negro ha renovado una tradición underground un tanto adormecida, si exceptuamos resistentes como TMEO, revista que, por cierto, ha publicado un número digital durante la pandemia. Esto no está bien es el primer trabajo largo de Márquez, y aunque todavía no hemos podido hincarle el diente, el talento de sus viñetas e historietas cortas nos hacen temer lo mejor de este artefacto perpetrado por Autsaider, una caja con varios álbumes, un cómic grapado, tarjetas y un póster. El Fabricar historias en chungo.

Squeak the Mouse de Mattioli (Fulgencio Pimentel)

Fulgencio Pimentel, que ya había recuperado el estupendo Zanardi de Andrea Pazienza, nos trae ahora a otro clásico del tebeo italiano subterráneo: Mattioli. Desaparecido en 2019, su obra había aparecido dispersa en muchos números de El Víbora. La editorial de Logroño reúne, con el buen gusto que les caracteriza, todas las páginas de Squeak the Mouse en un solo libro, incluyendo material inédito en España. ¿Qué nos vamos a encontrar en este tebeo, antecesor de Rasca y Pica? Una lucha eterna entre un gato y un ratón salidísimos y muy violentos, que nunca mueren, no importa hasta qué punto se les mutile, atraviese o triture. La imaginación al servicio del sadismo y la depravación. O sea, todo bien. 

Mis cien demonios de Lynda Barry (Reservoir Books)

Lynda Barry no ha sido muy publicada en España, pero es, sin duda, una de las grandes autoras norteamericanas de la generación que surgió en los estertores del underground feminista. Su obra está llena de humor, humanidad y crítica social, y este libro, Mis cien demonios es buena prueba de ello. Se trata de una colección de historias, fundamentalmente de su infancia y adolescencia, un viaje sin nostalgia a la busca de los mecanismos con los que conformamos nuestra identidad. Racismo, machismo y estereotipos sociales que tanto fuera como dentro de su familia fueron esos demonios con los que hay que luchar. Es un tópico, pero esta vez es cierto: reirás y llorarás por igual.

¿Me estás escuchando? de Tillie Walden (La Cúpula)

Que Tillie Walden es uno de los grandes hallazgos de la novela gráfica estadounidense de los últimos años ya no puede negarlo nadie. Walden dibuja como respira, igual de rápido, y no para de aprender y mejorar. Si este nuevo cómic, a punto de llegar a las librerías, tiene el mismo nivel que los excepcionales Piruetas y En un rayo de sol, podemos esperar lo mejor. Será una historia de amistad y amor entre dos jóvenes que recorren Texas en medio de misterios. 

Queridos difuntos de Lorenzo Montatore (Sapristi)

Clásico y moderno, trágico y cómico: Lorenzo Montatore es uno de los más originales dibujantes de cómics que disfrutamos en España. Su cartoon, preñado de referencias, alumbra historias de vida y muerte, pero en escenarios que se mueven entre lo rústico y lo surrealista. En Queridos difuntos, la muerte visita un pueblo de la España vaciada acompañada de un demonio vacilón para experimentar la vida y saber qué se siente al perderla. Coplas, Super Mario y Jardiel Poncela asimilados y procesados en algo genuinamente nuevo.

Eva hace lo que puede de Bea Tormo (¡Caramba!)

En la extinta y añorada Orgullo y Satisfacción tuvimos la suerte de leer esta serie, creación de Bea Tormo, quien, con motivo de su recopilación en libro, ha remasterizado casi todas las páginas. De entrada, podría parecer una muestra más de la comedia costumbrista millennial tan frecuente desde que nos devora la crisis económica, pero Eva hace lo que puede va mucho más allá y destaca por su carismática protagonista: una tía chunga, borde, alérgica al buen rollito y a la autoayuda, que no busca la felicidad ni cree en ella, más allá de la que encuentra tirada en el sofá practicando la telefilia y el onanismo. Un divertido plantel de secundarios redondea esta divertida y ácida serie que esperemos pueda continuar algún día.

Llamarada de Jorge González (ECC)

A través de un impresionante trabajo gráfico, el argentino Jorge González profundiza en la genealogía de su familia, de forma que, a través de las experiencias de cuatro generaciones, también construye una historia del siglo XX, a caballo entre Argentina y España, con el fútbol como telón de fondo. El dibujante de ¡Maldito Allende! o Fueye es uno de los más destacados representantes de lo que podríamos llamar escuela pictórica, y en esta nueva obra alcanza nuevos niveles: un recital de técnicas mixtas, lápiz y tinta mediante el cual reconstruye un pasado mítico y nebuloso.

El buen padre de Nadia Hafid (Sapristi)

Sobre la familia trata también el debut en la obra larga de Nadia Hafid, fanzinera de estilo geométrico y sintético, adscrita a la más rabiosa vanguardia. Sin embargo, que eso no haga pensar a nadie que no hay emoción en esta historia, entre la autobiografía y la autoficción, que lidia con el recuerdo de un padre ausente, mordido por el desarraigo, en el contexto de la crisis del ladrillo de los noventa. El camino que toma esta autora para abordar un género tan visitado ya en la novela gráfica no solo resulta fresco, sino también lleno de verdad.

Sunny Sunny Ann! de Miki Yamamoto (Astiberri)

Que las editoriales podrían estar editando solo manga durante las próximas dos décadas y, aun así, seguiría siendo posible encontrar un nuevo nombre que nos sorprendiera es una verdad incuestionable a estas alturas. La última prueba de ello es este fabuloso libro de Miki Yamamoto, joven mangaka que cuenta la historia de Ann, mujer sin dueño ni servidumbres, que vive en su coche y viaja sin ataduras. Su vida no es un camino de rosas, pero cuál lo es. De dibujo deslavazado y expresivo, Yamamoto tiene la habilidad necesaria para escapar del melodrama y el síndrome de la TV movie de sobremesa y construir un relato de amarga crítica de las estructuras familiares y sociales, cuya única moraleja parece ser que la libertad siempre tendrá un precio. 

Historia del Universo Marvel de Mark Waid, Javier Rodríguez y Álvaro López (Panini)

La pandemia nos ha dejado con un cliffhanger de narices en esta miniserie que estaba siendo de lo mejor de la temporada en lo que se refiere a superhéroes. El veterano Waid se lanza a resumir en solo seis números toda la historia de este mastodóntico ente de ficción, desde que las entidades cósmicas crearan el universo hasta los últimos acontecimientos. Rodríguez y López son puro rocanrol, y su reimaginación de los momentos más importantes es una maravilla con la que reinventan la composición de la página constantemente. Tras el confinamiento, podremos echarle el guante, por fin, al último número de la saga.

El chico de los ojos de gato de Kazuo Umezu (Satori)

No hay nada que dé más miedo que un buen manga de terror. Esto es así. En España hemos tenido suerte con el género y disfrutamos desde hace tiempo de una amplia muestra, con grandes autores como Hideshi Hino o Suehiro Maruo. De Umezu habíamos podido leer ya el excelente Aula a la deriva, y ahora Satori se anima con una antología de relatos breves de terror con una pinta jugosísima. Umezu, veterano nacido en el 36, es sin duda uno de los grandes maestros del género, así que esperamos que este volumen sea el primero de muchos.

La espiral de Aidan Koch (AIA)

Nos flipa Aidan Koch desde leímos, hace unos años, After Nothing Comes. Desde entonces, hemos esperado a que alguna editorial española se atreviera a publicar alguna obra de esta dibujante de lápiz etéreo y poderosa simbología. Ha tenido que ser AIA, el sello de Arnau Sanz, la que rompiera el hielo con la publicación de La espiral, que promete ser al menos tan fascinante como al anterior, con el aliciente de un maravilloso color. Una ocasión de oro para conocer a una nueva voz de la escena más independiente.

Muy raras de varias autoras (Autoedición)

Tras Raras, Genie Espinosa vuelve a la carga con un nuevo fanzine colectivo en el que junta a un montón de autoras interesantísimas. Muy raras se habría podido comprar en GRAF, pero el aplazamiento forzoso del festival lo impidió. Ahora que lo peor parece haber pasado, Espinosa ofrece el fanzine en su propia página web. Estamos ansiosos por leerlo, pero la concurrencia de nombres como Bea Tormo, Mamen Moreu, Klari Moreno o Ada Díez garantiza la molonidad.

Bonus Track: El Murciélago sale a por birras de Álvaro Ortiz (¡Caramba!)

El último título de la lista no apareció ni antes ni después de la pandemia, sino durante esta. En formato digital, claro. Álvaro Ortiz, comenzó a subir páginas en sus redes sociales de una historia protagonizada por un superhéroe en nada parecido a ningún otro, que ansioso por tomarse una cerveza sale a la calle en plena pandemia. La cosa se fue animando y un montón de gente estuvo pendiente de esta epopeya llena de giros de guion y personajes invitados en nada parecidos a ningunos otros. Ahora, ¡Caramba! publicará una versión en papel que Ortiz ha retocado, y que quedará como testimonio material de una de las formas más creativas y originales de enfrentarse al confinamiento.

¿Te ha gustado este artículo? Puedes colaborar con Canino en nuestro Patreon. Ayúdanos a seguir creciendo.

Publicidad