La sexta temporada de The Walking Dead ha finalizado con un episodio que dosifica el suspense hasta el último minuto y que deja a los seguidores de la serie con una dramática incógnita que no se resolverá hasta el próximo octubre. Aprovechamos la ocasión para comentar ese desenlace y para reivindicar la serie en cinco puntos.
(Ojo: Spoilers leves)
La sexta temporada de The Walking Dead echa el cierre y toca hacer balance. Ha sido una temporada desigual pero satisfactoria que será recordada por tres cosas: mostrar la cara menos amable de los anti-héroes que la protagonizan, incluir el cliffhanger más polémico de la historia televisiva reciente (la supuesta muerte de Glenn), y presentar a un nuevo villano que promete noches catódicas de gloria. A continuación damos cincos razones para seguir creyendo en la serie y hablamos sobre la season finale.
1. Su maquinaria bien engrasada de western post-apocalíptico
The Walking Dead nunca ha escondido sus aires de western. Ahora bien, esta temporada es la que más ha apostado por ese género. Alexandria, el refugio de nuestros anti-héroes, funciona como un antiguo fuerte del Oeste que sirve para defenderse de los indios/zombis de turno y de todos aquellos forajidos post-apocalípticos que pretenden apoderarse de él. Es más, en la vecina Colonia Hilltop los muros están construidos con troncos de madera. El «ojo por ojo, diente por diente» y el uso de la violencia para seguir con vida han sido llevados en esta sexta temporada un paso más allá, algo que parecía difícil. Ahí está el crudo asesinato de los hombres de Negan que llevó a Glenn a matar humanos no-zombis por primera vez. En el season finale de esta temporada el guiño al género es ya directo: Morgan (Lennie James), el más zen de la cuadrilla liderada por el sheriff Rick Grimes, se pasa medio episodio montado en un caballo. Tampoco es descabellado calificar de nuevos colonos a todos los supervivientes que conservan algo de humanidad frente al autoritarismo y salvajismo de la vieja América que representan el grupo de bandidos Los Salvadores.
2. -Los zombis de Greg Nicotero y Howard Berger
Una de las cosas buenas de ser una serie de éxito es la posibilidad de tener un generoso presupuesto. Y como en el terror de serie B que importa, en The Walking Dead el dinero va para los efectos especiales. En este caso concreto, para la confección de los mejores zombis que uno pueda ver ahora mismo en la televisión -y si me apuran, en el cine-; un mezcla prodigiosa entre artesanía old-school, animatronics y tecnología digital. El equipo de KNB, liderado por Greg Nicotero (también director y productor de la serie) y Howard Berger, ha llegado a la excelencia esta temporada en diversas ocasiones. Los highlights son los siguientes: el estupendo homenaje al fantasma vengador de Historia macabra (1981), el zombi metalizado que casi acaba con la vida de Eugene y los sucios no muertos agazapados en una cloaca que se cruzan en el camino de Maggie. Recomendamos seguir el Instagram de Nicotero para estar el día de las criaturas.
3. El bazuca de Daryl Dixon, los puros del sargento Abraham Ford y las galletas caseras de Carol Peletier
El protagonismo en la serie es coral y fluctúa en cada episodio, pero tres son los personajes que esta temporada se han llevado los piropos de forma merecida. El ultimate survivor Daryl Dixon (Norman Reedus) sigue siendo el más memorable, epítome de lo cool en el mundo post-apocalíptico, pasó de villano a héroe hace unos años y es uno de los motivos más sólidos que justifican la existencia de The Walking Dead. Carol Peletier (Melissa McBride), su media naranja en términos de supervivencia, es el rol femenino más poderoso del elenco con permiso de Michonne (Danai Gurira). Carol es capaz de matar a sangre fría sin avisar y también de cocinar los mejores guisos y las mejores galletas caseras que uno pueda probar en territorio zombi. Esta temporada ha tenido una crisis de fe en su frenesí homicida y veremos cómo avanza en un futuro. El otro personaje que ha ganado enteros es el del sargento Abraham (Michael Cudlitz) y su mostacho pelirrojo. Su acercamiento amoroso a Sasha (Sonequa Martin-Green), sus chascarrillos para el recuerdo y su emotiva relación con Eugene (Josh McDermitt) lo han convertido en uno de las presencias más carismáticas de la serie.
4. Es el Breaking Bad zombi
Reconozcámoslo: esta sexta entrega ha presentado los cliffhangers más locos de la historia de la serie. La supuesta muerte de Glenn, que nos tuvo varias semanas en vilo y que dio lugar a toda clase de teorías y hasta ensayos científicos que analizaban su caída del container y cómo podría haber sobrevivido al ataque de una horda de zombis, el final del mid-season con toda la cuadrilla rodeada de muertos vivientes o el tiro que recibió Daryl hace solo unas semanas. La resolución de las situaciones límite a veces se ha producido de forma inverosímil, sí, pero el caso es que estamos en un relato post-apocalíptico donde el concepto de lo normal y verosímil ha pasado a mejor vida. En el universo de The Walking Dead la lógica cartesiana desaparece, todo es posible: la muerte inesperada y la salvación milagrosa; un poco como pasaba en Breaking Bad (2008-2013), donde Walter White era capaz de salir indemne de los líos más rocambolescos.
5. The Walking Dead es mejor que cualquier película de zombis reciente
Desde que The Walking Dead empezó andar en 2010, pocas, por no decir ninguna, película de zombis ha estado a la altura de los mejores episodios de la serie. Se quiera reconocer o no, la franquicia que actualmente dirige Scott M. Gimple es el mejor campo de pruebas que tiene ahora mismo el género. Esta temporada, por ejemplo, los tres primeros capítulos han sido oro puro, un survival contado a tiempo real con cientos de zombis y situaciones extremas que convierten en un juego niños las propuestas de: Orgullo + Prejuicio + Zombis (2016), Zombie Camp (2015), Extinction (2015), Dulces criaturas (2014), Wyrmwood: La carretera de los muertos (2014), Guerra mundial Z (2013), Juan de los muertos (2011) o The Dead (2010). Quizás ese rol dominante de The Walking Dead tengo un efecto de abusón, pero es la realidad. Hasta que no vuelva George A. Romero en plena forma, la serie creada por Frank Darabont es la apuesta más segura de la ficción zombi en la pequeña y gran pantalla.
6. El season finale y el nuevo villano: Negan
El desenlace de la sexta temporada ha presentado por fin al nuevo villano de la serie, Negan, jefe de Los Salvadores y loco homicida con un bate de béisbol llamado Lucille. Es el primer antagonista serio de Rick y los suyos desde el despreciable Philip Blake, aka el Gobernador. Negan está interpretado por Jeffrey Dean Morgan y es una especie de señor feudal chapado a la antigua. De hecho, es uno de los chalados más celebrados del cómic de Robert Kirkman, y su presencia promete una séptima temporada llena de tensión: ¿cómo lograrán escapar de su yugo los protagonistas? En el season finale solo aparece unos minutos pero son suficientes: despide carisma y hará que la cosa vaya para arriba. Otros elementos que vale la pena destacar del desenlace son el emotivo abrazo entre Abraham y Eugene –preparen los kleenex-, el juego del el gato y el ratón que mantienen Morgan y Carol (ya se ha destapado el motivo de su crisis de fe) y, claro está, el cliffhanger que nos deja sin saber que miembro del grupo de Rick ha muerto tras ser apaleado por Lucille.
"el crudo asesinato de los hombres de Negan que llevó a Glenn a matar humanos no-zombis por primera vez"
Ehm… Será "por primera vez EN ESE EPISODIO" ¿no? En el Walkingdeadverso la causa de muerte más común es a manos de Rick y su Gente y, en segundo lugar a considerable distancia, por zombis.
Buenas razones para seguir viendo TWD. Con sus más y sus menos, es una serie muy disfrutable, pero últimamente le están cogiendo el gusto a tomarle el pelo al espectador. Porque lo de Glenn fue una tomadura de pelo. Y el cliffhanger final otro tanto. Lo de menos es saber quién ha muerto. Bien podría haber sido un zombi que se coló en la escena y que Negan revienta antes de seguir con lo suyo. Lo grave es la innecesaria y decepcionante falta de respeto al espectador que supone escamotearle una conclusión apropiada a la temporada. Seguro que batirán records de audiencia cuando vuelvan pero la credibilidad de la serie queda muy comprometida. Les dejo, con su permiso y por si les interesa, otro análisis menos entusiasta de esta sexta temporada de TWD: http://goo.gl/crf6Re
Ep! Glenn hasta esta temporada solo había matado zombis, era una de las cosas más comentadas por los fans, por eso fue un shock que se atreviera por fin con humanos y además de esas forma tan fría mientras duermes. Rick, Daryl y Michonne si que son killers de humanos pro!
entiendo tu posición pero a mi que acabe así me gusta, es como lo seriales clásicos de los años treinta, siempre te dejaban colgado de esa manera. No lo digo en el artículo pero The Walking Dead tiene también mucho de serial pulp… Por cierto, no comparto algunas cosas pero haces un análisis muy completo del capítulo!
La verdad es que al final ha resultado un aprobado alto de esta temporada por la remontada después de que con la 5ª hubiera perdido la fe y que con los primeros capítulos de esta estuviera a punto de abandonarla (que horroroso el episodio dedicado a Morgan).