¿Qué anime puedo ver en 2018? – Edición de verano

Tras la primavera, con un perfil más bajo y amable, llega un verano cargado de novedades interesantes. En esta nueva entrega de nuestra guía de qué anime ver os explicamos las series que no os podéis perder. Y os damos no pocas razones para ello.






Los caminos del Señor, como los del capitalismo tardío, son inescrutables. Por eso, tras una curiosona temporada de primavera, acabamos teniendo un puñado de series de perfil bajo más agradecidas que notables. Hinamatsuri, Tada-kun Never Falls In Love o Megalo Box fueron apuestas interesantes que, en sus respectivos nichos (la comedia, la comedia romántica y el drama deportivo), funcionaron como un reloj. Aun así, echamos en falta algo realmente grande. Algo que se atreviera a asumir riesgos.

Eso parece traernos el verano. Porque de aquí a que acabe el año, tenemos no pocas series que prometen tenernos al borde del asiento.

En lo que corresponde a la temporada de verano, pues para el otoño ya habrá tiempo para hablar, lo más sorprendente es lo variado. Vuelven los deportes, nos traen mucho más shōjo del que estamos habituados y clásicos de culto y modernos conocen de adaptaciones prometedoras. Todo eso mientras un joven autor hace por fin su debut como director en una de las series más interesantes de la temporada. Pero dejemos de dar rodeos y vayamos a lo importante. Veamos cuáles son esas series que no te puedes perder.

Hanebado

Estudio: Liden Films
Director: Shinpei Ezaki
Guionista: Taku Kishimoto
Streaming: Crunchyroll

En la ficción existe una ley universal: incluso a quienes no le gustan los deportes les gustan los animes de deportes. Oliver y Benji es recordado incluso por quienes aborrecen el fútbol, Free! enamoró a mucha gente que no vería una competición de natación ni pagándoles y Haikyuu!! ha hecho más por la popularización del voleibol que prácticamente cualquier otra cosa en su siglo largo de historia. Por eso no podemos dejar fuera Hanebado: el badminton, si es animado, sí nos interesa.

Siguiendo la estructura dramática que cabe esperar de esta clase de producciones -protagonista de gran talento es derrotada de forma brutal por una competidora muy por encima de ella, ambas se encuentran por accidente en el mismo equipo y deben aprender a cooperar-, la mano de Kishimoto, guionista de Haikyuu!!, se hace notar desde el principio. Pues si algo es evidente desde el principio es que aquí no hay sitio para nada que no sea puro nervio.

Lo anterior se extiende a su animación, que alcanza puntos de auténtico prodigio visual, y una notable dirección, siempre haciendo todo lo posible para ajustar la febril velocidad de su guión a un tono, en apariencia, más pausado. Todo ello motivos más que suficientes para que Hanebado! pueda convertirse en el anime de la temporada. Y en el spokon del año.

Angels of Death

Estudio: J.C.Staff
Director: Kentarou Suzuki
Guionista: Yoshibonu Fujioka
Streaming: Crunchyroll

El problema de los géneros no es que sean menores o peores que las obras que no son de género, es que crean expectativas de qué cabe esperar. Eso es lo que ocurre con Angels of Death: quien entre esperando encontrar terror se verá decepcionado cuando sólo encuentre drama.

Adaptación de un videojuego del mismo nombre, Angels of Death ha decidido apostarlo todo en un primer episodio frenético -que no acelerado-, una dirección correcta donde lo que más destaca es una fotografía cuidada al detalle, y unos diseños respetuosos con los originales, sin dejar de dr un notable salto de calidad con respecto del videojuego. ¿Su único problema? El comentado: cualquiera que se acerque pensando que es una obra de terror, o creyéndose por encima de los tropos de terror —aquí en forma de puertas chirriantes, persecuciones dignas de un slasher y cierta querencia por la sangre, aunque nunca llegue al gore—, va a darse de bruces con un drama que de terror sólo tiene la psique de su protagonista, Rachel Gardner. Y es una pena porque, en lo que respecta al desarrollo de sus personajes, pocas series hay más prometedoras.

Banana Fish

Estudio: MAPPA
Director: Hiroko Utsumi
Guionista: Hiroshi Seko
Streaming: Amazon Prime

Banana Fish tiene por delante dos posibles lastres. Por un lado, Hiroko Atsumi, es una directora muy prometedora que, tras dos temporadas de Free!, tiene en Banana Fish su oportunidad de oro para demostrar que no sólo es prometedora, sino toda una realidad. Por otro lado, como adaptación del clásico de culto de Akimi Yoshida, cualquier cosa por debajo de lo excelente, y más después del éxito de Devilman: Crybaby, es probable que sea juzgado como un fracaso. Y sus primeros episodios nos permiten ser optimistas, pero no dejar de temer por lo que pueda venir después.

Por eso es importante quitarnos de encima lo negativo lo antes posible. ¿Y qué tiene de malo? Un ritmo ligeramente atropellado, su elección y disposición de escenas tiende a lo desconcertante por momentos y la dirección de cámara abusa innecesariamente de los paneados. Eso es todo lo negativo que se puede decir de la serie.

Con un diseño de personajes excelente, una estupenda localización al presente -que hace que la historia transcurra sociológicamente en la Nueva York de los ochenta, pero tecnológicamente en nuestra época- y un guión donde prima la imagen sobre el diálogo, Banana Fish es una serie de gran intensidad en la que es imposible no sentirse implicado con sus personajes. Todo gracias a una dirección y un guión que, en sus mejores momentos, brillan de forma excepcional.

Hataraku Saibou

Estudio: David Production
Director: Kenichi Suzuki
Guionista: Yuuko Kakihara
Streaming: No hay; las plataformas digitales nos odian.

¿Cómo sería Érase una vez… el cuerpo humano si hubiera tenido una continuidad más estricta y hubiera sido desarrollado por un estudio japonés? La respuesta es Hataraku Saibou.

Dirigida por Kenichi Suzuki, conocido por ser el director de JoJo’s Bizarre Adventure, y guionizada por Yuuko Kakihara, encargada de los guiones de Orange y Chihayafuru, la serie trata sobre los encuentros entre una glóbulo rojo inexperta, que acaba encontrándose siempre en el peor lugar en el peor momento posible, y un veterano glóbulo blanco, que quiera o no acabará metiéndose en mil líos por la torpeza de su compañera. Cimentando toda su narrativa en una dolencia o enfermedad por episodio, explicada sin simplificaciones y sin caer en el puro didactismo de manual, su notable dirección y guión hacen de esta la serie perfecta para todos los públicos. Ya sean aficionados al anime, niños o adultos. Una auténtica perita en dulce.

Holmes of Kyoto

Estudio: Seven
Director: Tokiyoshi Sasaki
Guionista: Kenichi Yamashita
Streaming: Crunchyroll

A pesar de su popularidad el del misterio es un género que parece moverse con más facilidad en los libros. Existen muchas series y películas del género, pero no todas las temporadas se tiene un buen misterio ya no rompedor, sino simplemente clásico. Amable. Algo para satisfacer la necesidad de ver a gente anormalmente brillante descubriendo lo imposible. Eso es Holmes of Kyoto. Una historia de misterio con sólo el giro justo para mantener las cosas interesantes.

Siguiendo a Kiyokata Yagashira, un joven genio experto en antigüedades al cual llaman Holmes por sus deducciones y su carácter sádico, y Aoi Mashiro, una adolescente naïf que busca aprender del joven Holmes, la historia va orbitando tanto en relación a la tensión romántica entre los personajes como con el descubrimiento de los orígenes de las antigüedades, especialmente si son falsificaciones. Es decir, Holmes of Kyoto es un relato de misterio tradicional, que resultará satisfactorio para los amantes del género, incluso aunque haya poco que rascar aquí para los demás.

Angolmois: Record of Mongol Invasion

Estudio: Naz
Director: Takayuki Kuriyama
Guionista: Shougo Yakusawa
Streaming: Crunchyroll

En occidente no sabemos mucho de la historia de Japón. Pero uno de los pocos eventos que sí conocemos, incluso aunque ha sido poco tratado en la ficción, es la invasión mongola. Y para cubrir esa falta de representación llega Angolmois.

Situando la acción en la isla de Tsushima, situada en el canal oriental del estrecho de Corea, los protagonistas son un puñado de criminales condenados a muerte que son enviados a la isla para ejercer de peones sacrificiales para frenar, al menos temporalmente, la invasión del ejército mongol. La situación se complicara aún más cuando aparezca un misterioso occidental intentando secuestrar a la princesa de la isla. Con un interesante uso de los colores y el filtro de desenfocado, unos combates muy bien desarrollados y un buen timing narrativo, Angolmois es la serie de la temporada tanto para amantes de la ficción histórica como para aficionados a las historias de samuráis y la violencia en general.

Shoujo ☆ Kageki Revue Starlight

Estudio: Kinema Citrus
Director: Tomohiro Furukawa
Guionista: Tatsuto Higuchi
Streaming: HiDive

En Japón hay una compañía de teatro musical muy famosa conocida como Takarazuka que tiene una particularidad muy interesante: está compuesta exclusivamente por mujeres. Con su propia escuela, cinco grupos de trabajo interno, un sistema de estrellas y habiendo hecho versiones de clásicos de la literatura, el teatro, el musical, el cine, la opera e incluso del manga y el anime, la compañía está entre las más populares e influyentes del país. Tanto, que es imprescindible nombrarla para hablar de una de las nuevas series de la temporada: Shoujo ☆ Kageki Revue Starlight.

Dirigida por Tomohiro Furukawa, protegido de Kunihiko Ikuhara y director asistente en Yurikuma Arashi, en principio puede parecer una típica historia de chicas adolescentes abriéndose paso en la línea de Love Live!, sólo que cambiando el sueño de ser idol por el sueño de ser actriz de teatro musical en una escuela similar a la de Takarazuka. Pero no nos dejemos engañar: eso no es más que la superficie. Con promesas del pasado a cumplir, extraños sueños proféticos, viajes a otro mundo para congraciarse con los dioses del escenario (que son una jirafa) y duelos a espada para decidir quién será la próxima elegida para ser una estrella, Shoujo ☆ Kageki Revue Starlight a lo que más nos recuerda ahora mismo es a Revolutionary Girl Utena.

En parte influencia de Ikuhara (la obsesión por el diseño gráfico, el simbolismo y las magical girls), en parte de Takarazuka (que todo sean chicas, el sistema de estrellas, la teatralidad de la puesta en escena), si Furukawa sabe conjugar esos elementos haciendo algo propio con ellos quizás estemos hablando de una de las series más interesantes de los últimos años. Un debut a la altura de su mentor.

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