Aquella vez que Michael Jackson le cantó una canción a una rata

Acabamos de entrar en el año lunar de la rata. En este espíritu de celebración vale la pena recordar que Michael Jackson tuvo su primer gran éxito en solitario con una canción de amor y amistad dedicada a dicho animalito, así como la película que llevó a su composición y el consiguiente desarrollo de la presencia de las ratas en el cine.

En 1971 se estrenó la película Willard, traducida en España como La revolución de las ratas. Dirigida por Daniel Mann y protagonizada por Bruce Davidson, la historia está basada en la novela de Stephen Gilbert Ratman’s Notebooks (1968). El protagonista del film, Willard, es un hombre tímido, trabajador y algo excéntrico. Sin amigos, Willard se encariña de dos ratitas a las que llama Sócrates y Ben, a quienes entrena para que lleven a cabo su venganza contra el mundo. Pero recordemos que esto es una peli de terror: a las ratas se les va la venganza de las manos y Willard termina siendo devorado.

Tras este final, parece que Ben se siente un poquillo mal por el cariz que han tomado las cosas y decide que va a dedicar su vida a hacerse amigo de margis solitarios como Willard. Es así como en la secuela se encuentra con Danny, un niño al que le hacen bullying. Ben, compuesta por Walter Scharf y cantada por Michael Jackson, fue escrita para la secuela del mismo título de 1972. De nuevo, la colonia de Ben se vuelve cada vez más violenta, asesinan a varias personas y la policía toma cartas en el asunto quemando (sí, con lanzallamas) a las ratas. La canción de Michael Jackson aparece al final de la película. Ben está herido y Danny le cura entre sollozos. Desde la perspectiva del protagonista, Michael le canta a Ben, deseando que los demás le comprendiesen y quisiesen como él.

Este sencillo fue el primero de los éxitos en solitario del Rey del Pop. Ben llegó a los tops de las listas en los Estados Unidos, ganó un Globo de Oro en el 72 y una nominación al Oscar al año siguiente. Michael Jackson actuó en directo en dicha ceremonia pero tristemente, en la introducción del presentador, no se menciona a la rata a quien va dedicada tan emotiva canción, sino solamente el título de la película. En 1985 Martin Webb dedicó una versión a Ben Hardwick tras su fallecimiento, un niño de tres años que se hizo famoso en Inglaterra por ser el receptor más joven de una donación de órganos. Así, la canción se desligó un poco más de su historia con una rata llamada Ben. Aunque, de la mano de la nostalgia ya tan característica de este siglo, en 2003 Glen Morgan dirigió un remake de Willard con un viraje del terror hacia el suspense, que se acompañó de una nueva versión de la canción con Crispin Glover, quien interpreta a Willard.

A pesar de su remake, Ben no consiguió poner muy de moda eso de dedicarle canciones a ratas. Lo que sí consiguió fue crear un aumento en la popularidad de las ratas en el cine de terror. Nos encontramos en este género películas como El alimento de los dioses (1976), Fieras radiactivas (1982), Año 225, después del holocausto (1984) y El hombre rata (1988). Sin embargo, el uso de la musofobia para asustar adolescentes contrasta con la popularidad de los roedores en el cine infantil. Aunque en este campo le ha ido mejor a las ratones que a las ratas. El antecedente más obvio es sin duda Mickey Mouse, de la mano ya de otras películas de finales del siglo pasado como Basil, el ratón superdetective (1986) (en la que no solo el ratón es el prota sino que el malo es una rata), Fievel va al Oeste (1991) y Stuart Little (1999).

Rompiendo una lanza a favor de las ratas y también dentro de la narrativa infantil nos encontramos con tres personajes bastante más positivos aunque muy diferentes: la sarcástica rata Rizzo en Los Teleñecos, que aparece por primera vez en la cuarta temporada del programa (1980); el Maestro Splinter, sensei de las tortugas ninja (1987-1996); y Remy, el excelente chef de Ratatouille (2007). Estos personajes nos evocan sin duda (ya sea gracias a sus conocimiento de ninjitsu o de alta cocina) los sentimientos positivos que la canción de Michael Jackson deseaba para Ben. Como dijo Eddie Vedder de Pearl Jam hablando de su canción Rats (1993) que incluye una referencia a Ben en su último verso, las ratas son probablemente mucho más admirables que los humanos.

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