Resulta fascinante asomarse al pasado para contemplar cómo desde allí imaginaban el futuro, es decir, el presente. Cambios sociales o tecnológicos, a veces disparatados, a veces muy encaminados, otros triste o felizmente inconclusos. El gran clásico de ese género de visiones-del-futuro-desde-el-pasado es la colección de tarjetas L'année 2000 que desenterró Isaac Asimov, pero hay muchos más. A principios del siglo XX conjeturar sobre el futuro era una moda en boga, y en ocasiones arrojaba resultados tan interesantes como estos.
A través de Boing Boing llegamos a esta colección de veinte postales fabricadas en Francia (como L’année 2000) y creadas por el artista Albert Bergeret, que imaginó con ellas a «La mujer del futuro». Hace solo cien años, una mujer diputada, periodista, militar, bombera o abogada era material de auténtica ciencia-ficción, y se demuestra con esta galería de imágenes que, realmente, no termina de creerse la posibilidad de una mujer portando arma y uniforme.
Por supuesto, estas mujeres del futuro son un divertimento más bien para adultos: no hay más que ver cómo muchas de ellas, aún de uniforme, enseñan algo de muslo o llevan curiosas versiones abreviadas de los uniformes castrenses o los monos de trabajo. Aún así, es una peculiar forma de asomarse al pasado: quizás muchas de estas imágenes no pasaran de chascarrillo pajillero en su día, y por eso mismo resulta el doble de interesante (y satisfactorio) que hayan quedado tan pasadas de moda.