El estreno de Tenet de Christopher Nolan ha vuelto a despertar los ánimos de sus enfervorecidos seguidores y sus persistentes detractores. Una obra total para la filmografía del autor de la trilogía de El Caballero Oscuro, Origen y Memento, que, al igual que los álbumes dobles de las estrellas del pop y del rock, aúna en su interior lo mejor y lo peor de un autor al que los límites de la pantalla cinematográfica se le han quedado pequeños.
El primer ejemplar de La liga de los hombres extraordinarios de Alan Moore apareció en enero de 1999. La recopilación de The Tempest, el cuarto volumen de sus hombres extraordinarios apareció a finales de 2019. Entre medias, veinte años de historias de un trabajo que arrancó aparentemente como una obra menor y lúdica dentro de la obra del autor inglés y que en conjunto, la sitúa como su obra total e hito de la historia del medio.
Incomprendido en el momento de su aparición y parte central del universo DC a partir de los años 80, El Cuarto Mundo de Jack Kirby es fuente de inspiración para una miríada de autores que partiendo de los conceptos y la libertad creativa del autor han sabido desarrollar, desde una multiplicidad de puntos de vista, unas creaciones inmortales.
El 8 de abril de 1990, la cadena norteamericana ABC estrenaba el episodio piloto de Twin Peaks. Un serial creado por David Lynch y Mark Frost, guionista y showrunner de Canción triste de Hill Street. Un proyecto que partía de un trabajo nunca realizado, titulado Goddess, acerca de las extrañas circunstancias alrededor de la muerte de Marilyn Monroe y que desembocaría en la muerte de una joven de 17 años que mantendría en vilo a los espectadores de todo el mundo con la pregunta: ¿Quién mató a Laura Palmer?
De joven promesa de la nueva hornada de talentos surgidos entre finales de los 90 y principios de los 2000 con Donnie Darko al ostracismo provocado por Southland Tales, su particular puerta del cielo, pasando por su canto del cisne con la críptica The Box. Analizamos la corta pero fundamental trayectoria cinematográfica de Richard Kelly, uno de los últimos grandes cineastas de culto malditos.
El Inmortal Hulk de Al Ewing y Veneno de Donny Cates son las dos grandes sorpresas de la última hornada de tebeos de superhéroes salidos de Marvel Comics. Dos obras que miran con respeto pero sin reverencias serviles a La cosa del pantano de Alan Moore y que demuestran que la fusión de géneros y tonos es la mejor manera de seguir ofreciendo tebeos frescos y originales en la adocenada industria del cómic de superhéroes americano
La segunda temporada de Mindhunter en Netflix nos ha corroborado la obsesión de David Fincher por la figura del asesino en serie. Una mirada que se inició en Seven, continuó -con un cambio radical en las formas- en Zodiac y se sublimó en la mencionada Mindhunter.
Aprovechando el estreno de Joker de Todd Philips, repasamos las múltiples interpretaciones de uno de los villanos más icónicos de la cultura popular. Desde su primera aparición en Batman nº1 en 1940, hasta versiones cinematográficas como El Caballero Oscuro de Christopher Nolan, pasando por las seminales versiones de Frank Miller, Alan Moore o Grant Morrison.
Antes de su irrupción en Hollywood con Reservoir Dogs y Pulp Fiction, Tarantino soñaba con alcanzar el éxito en Hollywood. Es ahí donde escribió tres guiones primerizos que fueron realizados por Tony Scott, Oliver Stone y Robert Rodríguez, y que coincidieron en el tiempo con su éxito como autor completo: Amor a quemarropa, Asesinos natos y Abierto hasta el amanecer.
En esta segunda entrega de los otros cómics estadounidenses que han sido adaptados al margen del mainstream superheroico, analizamos la desigual fortuna de tres nombres fundamentales del tebeo americano, Alan Moore, Frank Miller y Mark Millar. También revisamos el cómic noir en su versión cinematográfica y lo que han dado de sí las escasas pero interesantes versiones de autores alternativos como Harvey Pekar o Daniel Clowes.
En la ya no tan breve historia de las adaptaciones cinematográficas basadas en los héroes del cómic, el Batman de Tim Burton sigue ocupando un lugar de honor. ¿Pero por qué una película tan irregular sigue, treinta años después, proyectando una sombra tan alargada?