[Canino Cuisine] Hornea tu pan con levadura vaginal

Los hongos fermentadores son hongos fermentadores, crezcan donde crezcan. La bloguera y repostera Zoe Stavri aprovechó una candidiasis en sus partes nobles para leudar una hogaza, y a internet no le hizo gracia ninguna.

Científicamente hablando, la levadura no es más que un cultivo de hongos. Sí, la de sobre también. Hongos unicelulares, además, y capaces de producir enzimas que descomponen los azúcares y el almidón presentes en la harina: gracias a dicho proceso químico, la masa aumenta de volumen, y el resultado queda esponjoso y mullido al paladar. Ahora bien, ¿de dónde sacamos esos hongos? Zoe Stavriuna repostera y bloguera británica, tuvo la respuesta a su pesar cuando contrajo candidiasis, una molesta enfermedad del aparato genitourinario cuyo causante es… un hongo, conocido como candida albicans. Dispuesta a sacarle partido a su contratiempo, Stavri decidió aprovechar esos bichos que habían invadido sus partes nobles para preparar su propia levadura casera.

Tras extraer la materia prima usando un dildo, Zoe Stavri la depositó en un cuenco para después alimentarla con un fermento compuesto por agua y harina. El experimento salió bien, y al cabo de pocos días la autora pudo exclamar, cual doctora Frankenstein, eso de «¡Está vivo!». Por desgracia, la idea de publicar sus experimentos en su blog Another Angry Woman tuvo consecuencias más serias que un problema sanitario: después de que el Daily Mail se hiciese eco de su iniciativa, su cuenta de Twitter se vio inundada por trolls que la señalaban como enferma mental, o que afirmaban que jamás volverían a comer pan en sus vidas.

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La levadura de marras.

A esto, Stavri replicó que los hongos siguen siendo hongos, salgan de donde salgan, que no hay mucha diferencia entre una levadura conservada «en mi coño, a 37º C, o a 22º C en mi cocina dentro de un cuenco con harina y agua», así como que todas las levaduras mueren a una temperatura superior a los setenta grados centígrados, con lo que comerse una rebanada de su hogaza no implicaba meterse una candidiasis entre pecho y espalda. La conclusión de la autora, en todo caso, es la que sigue: «Los lectores del ‘Daily Mail’ son peores que cualquier infección vaginal». Esas, al menos se van con antimicótico.

El pan, por cierto, tiene muy buena pinta y, a decir de la cocinera, salió muy rico.

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