Los artistas de mayor éxito y el turismo sirvieron en el tardofranquismo como cortina de humo de la verdadera situación social para las clases dominantes. De Benidorm a Raphael, un submundo de galas subvencionadas, artistas inofensivos y dentaduras blanqueadas que fue método eficaz para contrarrestar la puntería de los enemigos al régimen.
- Mezcladito
- agosto 13, 2018