Esto va a mil por hora. Ya está la Civil War a la vuelta de la esquina y poco después, en otoño, debutará Stephen Strange, el cirujano que perdió la fe y su carrera pero que aprendería un montón de trucos chachis en el Tibet. Y vaya que si va a molar.
Hace unos meses nos vinimos abajo cuando Joaquin Phoenix rechazó la jugosa oferta de vender su alma a la gran industria marvelita en favor de una carrera más artística. Afortunadamente, la segunda opción era tan buena (o más) que la primera, y Benedict Cumberbatch aparca el violín y las deducciones para dejarse crecer la perilla y aprender los oscuros secretos místicos que El Anciano (Tilda Swinton) esconde en el Tíbet.
Scott Derrickson, director afincado en el terror más o menos mainstream (Sinister -2012-, Líbranos del mal -2014-), ha sido el elegido por el estudio para llevar a la gran pantalla el tono mágico y siniestro del cómic original, en lo que supondrá el inicio de una nueva franquicia. Anoche tuvo lugar el estreno mundial del tráiler en el indispensable show de Jimmy Kimmel, en un breve avance que se centra sobre todo en el origen del aprendizaje de Extraño como Señor de las Artes Místicas: es un cirujano que pierde en un accidente el uso de las manos y que viaja hasta el Tibet en busca de conocimiento.
El trailer ya nos muestra a Chiwetel Ejiofor como el Barón Mordo, personaje amigable que terminará perdiendo los favores de El Anciano (puede que el cambio de sexo de éste último sea el más radical con respecto a los comics, y uno especialmente original y sugerente). Quizás lo más interesante del conjunto sea cómo se muestran los poderes de Strange (¿lo llamamos Extraño, Strange, qué hacemos con esto?), y que conectan con las ideas del comic original, creado por Steve Dirko en 1963: la realidad abriéndose como si fueran puertas, desplazándose para revelar dimensiones ocultas. Algo que por una parte conecta con el espíritu indudablemente psicodélico de la época en la que fue creado, pero que por otra hace un guiño estético a Inception (2010) de Christopher Nolan, lo que tiene todo el sentido del mundo. En su día, Strange fue el reflejo de una época en la que la cultura pop estuvo marcada por las drogas y la expansión de la conciencia, hoy nuestra disfunción sensorial llega a través del cine y los efectos especiales: es normal que Doctor Strange haga una reverencia a uno de los creadores claves del nuevo universo superheroico audiovisual.
Por lo demás, esperamos que la película no haya olvidado que Doctor Strange es también diversión, peleas poniendo cuernos y gente flotando fuera de su cuerpo y entrando en dimensiones absurdas. Nos gusta que se conserve el tono urbano del original (de nuevo, adaptado a los nuevos tiempos) y aunque sabemos que Mordo será uno de los villanos, aún está por saber a quiénes darán vida Mads Mikkelsen (¿quizás una versión corpórea de Dormmamu?… eh, podemos soñar…) y Rachel McAdams (si es Lea, garantizamos gritito)
Ya tenemos cita con el doctor: toca sentarse un rato en la sala de espera.
Y aquí en español:
En teoría el "Ojo de Agamotto" esta en Asgard, con los tesoros que guarda Odín (que ahora, en teoría también, es Loki disfrazado) ¿Como logrará Strange hacerse con ese objeto? ¿O utilizará otro objeto de poder? ¿Una Gema del Infinito? ¿Utilizar una de esas gemas será lo que despierte la atención de Thanos?
Supongo que estará todo bien atado para culminar en la fase 24 de Marvel o algo parecido, simplificando un poco los caminos retorcidos que a priori esperan al probe Stephen.
Lo que me molesta es que la versión española se llamará Doctor Strange 🙁