Una nueva razón para que el autor de Cosmos (íd., 1980) te caiga bien: en 1983, un año antes del Elite (1984), Carl Sagan planteó la idea de un juego que enseñase astronomía a la chavalada animándola a viajar entre sistemas solares.
Astrofísico de talento, un titán de la divulgación científica con su serie Cosmos, activista anti-armas nucleares y pro-marihuana… La verdad es que Carl Sagan tiene todo o casi todo lo que hay que tener para caerle bien al caninófilo medio. ¿Le faltaba algo al autor de Contact (Contact, 1985) para terminar de merecerse nuestra adoración? Pues no, pero da igual: un documento de sus archivos personales fechado en 1983 (vía Nerdist) revela que Sagan se planteó nada menos que diseñar un videojuego en los años de la Atari 2600. Un juego dedicado a enseñar astronomía, claro, pero con un matiz: debía estar basado en la exploración y, sobre todo, debía ser divertido.
«La cuestión es diseñar un juego capaz de enseñar un montón de astronomía en un contexto igual de apasionante como el de los juegos violentos», reflexionaba Sagan antes de proseguir: «Podemos introducir unas pocas decenas de miles de estrellas en la memoria del ordenador (…) incluso si nuestra galaxia modelo fuese mucho más pequeña que la de verdad». ¿De qué iría el programa, pues? «Un espacio tan grande invita a un juego de búsqueda», comenta el sabio, de modo que se le ocurren dos modalidades: o bien el jugador controla a un alien que busca la Tierra («que es la civilización más joven del cosmos, y a la que hay que ayudar antes de que se destruya a sí misma») o a un explorador terrícola en busca de civilizaciones en otros planetas. En todo caso, insistía, el juego debía incluir la posibilidad de interactuar con imperios galácticos de diversa índole. ¿Qué título le ponemos? «Lo más obvio es Contact, aunque lo mismo habría que publicar dos partes: Contact 1 y Contact 2″.
Aunque por entonces Sagan no lo sabía, dos estudiantes de Cambridge llamados Ian Bell y David Braben habían tenido la misma idea ese mismo año: el resultado de sus esfuerzos se tituló Elite, y aunque su valor pedagógico es discutible, cuanto menos ha quedado como el primer space sim que permitió moverse al usuario por millares de sistemas solares distintos (2.048, exactamente) debido a su diseño procedimental. Y, si avanzamos unas décadas… pues nos encontramos con No Man’s Sky, el juego más esperado de la actualidad y un título que promete volver a poner de moda los juegos de exploración cósmica a gran escala. No sabemos lo que pensaría Sagan de estos programas, pero lo cierto es que sus intuiciones se le parecen mucho.