Cuttlas se va de ’20 minutos’ haciendo un Lucky Luke

Desde que comenzara a publicarse en el fanzine El Japo en 1983, El bueno de Cuttlas ha pasado por innumerables cabeceras, siempre fiel a su estilo esquemático y experimental: Makoki, El Víbora, El Pequeño País, El País de las Tentaciones y desde 2004, el diario gratuíto 20 minutos, donde empezó siendo una sección diaria y acabó como viñeta semanal. La semana pasada, su eterno responsable Calpurnio anunciaba que la del viernes sería la última viñeta de Cuttlas en el diario.

Nos pusimos en contacto con Calpurnio para qué nos contara qué motivos había tras ese nuevo traspiés en las aventuras del personaje: «20 minutos ha atravesado varias crisis en los últimos años, y hasta el momento había sobrevivido a todas. La última de estas ha venido a raíz de la venta, por parte del grupo Schibsted, del 20 minutos al grupo Heraldo«. Calpurnio se refiere a la venta de la cabecera al Heraldo de Aragón a principios del verano pasado, y que obligó a poner en marcha un ERE para  despedir a cincuenta trabajadores, dejar la plantilla con menos de cien y que una veintena de directivos se rebajaran el sueldo a la mitad.

El dibujante, como colaborador externo, fue avisado con tres semanas de margen, como le sucedió a otros colaboradores, «que prescindían de nuestros servicios por razones exclusivamente económicas«. En estos once años en 20 minutos, Calpurnio ha publicado 906 páginas del personaje, y pretende que Cuttlas continúe su inagotable trayectoria en otra cabecera: «Me encanta la prensa diaria, es mi medio natural. En papel y en digital. Pero por ahora me vendrá bien un descanso mientras avanzo con otros proyectos. El descanso por ahora parece obligatorio, aunque también es bienvenido«.

Con esta página, Cuttlas se ha despedido de 20 minutos tras una larga andadura. El homenaje a Lucky Luke era inevitable en un personaje tan versátil que ha permitido a Calpurnio experimentar con él no solo en medios impresos, sino también en cortos animados, publicidad e incluso una obra de teatro con títeres. Volveremos a leerlo. Seguro.

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