David Bowie ha muerto, pero David Bowie es eterno. Y eso ya lo sabíamos desde mucho antes. Por ejemplo, desde 2004, cuando Neil Gaiman y Yoshitaka Amano escribieron e ilustraron respectivamente una historia de ciencia ficción inspirada en él: The Thin White Duke.
Si bien no será ahora cuando descubramos que David Bowie ha tenido una importancia capital en el desarrollo de la cultura pop contemporánea, desde luego es el momento en que más patente se está haciendo. A veces, desde los vectores más inesperados. Inesperado como sólo puede ser una colaboración entre el escritor Neil Gaiman, conocido por todos como el creador del comic Sandman, y el artista Yoshitaka Amano, famoso especialmente por su trabajo artístico en la saga Final Fantasy. Ambos coincidieron en 2004 en The Thin White Duke, una historia de ciencia ficción reinventando uno de los alias con los que se engalanaría Bowie a lo largo de su carrera. Historia de la cual hoy os traemos sus dibujos, auténticas joyas que sólo han podido salir del lápiz de Amano, en forma de galería.
