Creada a finales de la década de los setenta por Gerry Conway, diseñada por John Romita Sr y desarrollada por autores tan diferentes como Chris Claremont, Kurt Busiek o Brian Michael Bendis. La lucha de Carol Danvers dentro y fuera de las viñetas es la metáfora perfecta, la inspiración y el ejemplo de las dificultades, la presencia y la preponderancia de la figura femenina a lo largo de las cinco últimas décadas, tanto en nuestra sociedad como en su reflejo en las viñetas.
Mi primer encuentro con Carol Danvers fue a mediados del año 1985 cuando leí uno de esos tebeos míticos que marcaron a fuego a lo que acabaría convirtiéndose en la “generación Forum”. El tebeo en cuestión era el número 32 de la serie regular de Los Vengadores que Forum publicaba de manera mensual en unos tiempos ya muy lejanos. Dicho ejemplar contenía el Annual número 10 de la serie regular de Los Vengadores, guionizado por Chris Claremont y dibujado con presteza por el ubicuo Michael Golden. Era un tebeo que lo tenía todo: Los Vengadores, La Patrulla X, La Hermandad de Mutantes Diabólicos, Pícara y por supuesto, Carol Danvers.
Pero lo que presenciamos en ese ejemplar era el aparente fin tanto de Carol Danvers como de su alter ego, Ms. Marvel. Un epílogo introducido por Claremont en Los Vengadores para poder finalizar la errática trayectoria de un personaje cuya serie regular fue cancelada de manera abrupta y que se merecía un final a la altura de las circunstancias. Dicha serie regular no fue iniciada por el patriarca mutante, sino por el escritor Gerry Conway en el año 1977. Ms. Marvel (1977-1979) fue una de las múltiples series de la década más atrevida de la editorial, donde los experimentos ayudaban a ganar cuota de mercado a un sello en dura pugna con su Distinguida Competencia. Fue la época de otros personajes de culto femeninos como Hulka o Spiderwoman, donde lo que en un principio eran remedos en femenino de personajes míticos de dicho universo, acabaron sirviendo para aumentar el interés del público y la prensa hacia una editorial donde la diversidad y la igualdad de géneros comenzaba a asomarse tímidamente.
Auge y caída de Carol Danvers

La Capitana Marvel de Gerry Conway y Dave Cockrum
Fueron Gerry Conway y John Buscema los artífices del inicio de la colección en sus dos primeros ejemplares -aunque la imagen de Carol Danvers y su icónico uniforme original fue obra del gran John Romita Sr.-, pero fue el guionista Chris Claremont quien dio una personalidad única y diferencial a un personaje femenino que se convirtió en símbolo de todo lo que nos hizo amar el universo Marvel a los lectores de los años setenta y ochenta. Un personaje cuya primera aparición tuvo lugar dentro de la serie Marvel Superheroes, título que contenía las historias del Capitán Marvel durante los años setenta y donde se descubría cómo la militar del ejercito Carol Danvers obtenía sus poderes sobrehumanos tras una explosión de la que salió gravemente herida y era salvada y potenciada gracias a la fusión de su estructura genética con los genes Kree del Capitán Marvel.
Como bien sabemos los aficionados a La Patrulla X de Claremont, éste convirtió un tebeo que en manos de Conway seguramente no habría tenido mucho futuro en una más de sus historias-río. Con un personaje femenino complejo y un elenco de personajes secundarios, invitados estrella y primeras apariciones de personajes que luego serían fundamentales en la iconografía e historia mutante, tales como Mística.

Avengers Annual #10
La crisis de la industria americana de finales de los años setenta y las bajas ventas de una colección que se convertiría en objeto de culto hizo que su historia quedara incompleta en el número 23 de su serie regular, aparecido con fecha de portada de abril de 1979. Pero Claremont no podía dejar a uno de sus personajes femeninos en la estacada y aunque los dos siguientes ejemplares de la colección no se publicaron hasta después de dos décadas -concretamente en el año 1992, en Marvel Superheroes 80 page Summer Special y Marvel Superheroes 80 page Autumn Special– si que lo hizo su conclusión en el mencionado Annual 10 de Los Vengadores.
En dicho cómic, hito de la Marvel de los ochenta, fuimos testigos de las consecuencias de una batalla fuera de campo entre Pícara y Ms. Marvel, que nos había sido escamoteada por motivos editoriales. Una batalla donde Carol perdía no solo sus poderes, sino también sus recuerdos, en uno de los momentos más dramáticos y tristes de la historia del personaje y el principio de la agonía y el camino a la heroicidad de una de las más grandes creaciones de Chris Claremont, la mutante y futura integrante de La Patrulla X, Pícara.

Binaria en Uncanny X-Men 169
Y así, sin recuerdos y sin poderes, parecía que el destino de Carol Danvers estaba ya sentenciado y el personaje condenado al olvido tras haber sido una parte fundamental de Los Vengadores, tanto en la etapa de Jim Shooter, como en la de David Micheline, ambas aparecidas entre finales de la década de los setenta y principios de la de los ochenta. Pero Claremont nunca ha sido conocido por abandonar a sus creaciones, por lo que poco después y tras la marcha de John Byrne se la trajo consigo a La Patrulla X, concretamente en una saga que transcurría en el espacio y que le venía como anillo al dedo a tan cósmico personaje, La Guerra contra el Nido.
Chris Claremont y Dave Cockrum se reencontraron con un personaje en un lugar muy diferente -física y psicológicamente- al que dejaron en su serie regular, reconvirtiéndola -a través de la tecnología de El Nido, los Aliens del universo Marvel– en Binaria. Un nuevo y aún más poderoso ente de la que lamentablemente, tras ayudar a La Patrulla X a acabar con El Nido en la mencionada saga, y posteriormente intentar vengarse infructuosamente de Pícara en la serie mutante, poco más se supimos de ella en lo que quedaba de la década de los 80.
Del ostracismo a Kurt Busiek

Avengers de Kurt Busiek y George Perez
A partir de ese momento, Carol Danvers comenzó a vivir el sueño de los justos, aunque a finales de los ochenta y principios de los noventa diera la impresión de que el personaje iba a ser revitalizado y devuelto a primera fila. Pero quitando las ediciones ya mencionadas aparecidas en 1992 que contenían los dos números cancelados de la serie regular original, su participación en Vengadores: Operación Tormenta Galáctica, guionizada por Bob Harras, y su aparición nuevamente en La Patrulla X de Claremont, en la etapa que compartió junto al dibujante Jim Lee, poco más supimos de un personaje que ya no encajaba en un universo Marvel sometido a la dictadura comercial de los mutantes. Una editorial donde Los Vengadores se habían convertido a ojos de los aficionados en personajes anticuados de poco peso. Por supuesto sin olvidar que el clasicismo de los setenta y ochenta -época de creación y esplendor de Carol Danvers- había dado paso al exceso y al mal gusto hiperbolizado de los noventa, representado por autores como Rob Liefeld, Jim Lee y cía.
Tuvo que darse Marvel uno de sus batacazos comerciales más sonados con Heroes Reborn, la imagezación del universo Marvel publicada en el año 1996, para que en 1997 la auténtica Marvel renaciera de sus cenizas. Fue de la mano tanto de sus creaciones más icónicas y clásicas como de dos autores tan profundamente respetuosos con el pasado y el concepto de legado como Mark Waid y Kurt Busiek, en un back to the basics titulado Heroes Return.

Carol Danvers en Iron Man.
Kurt Busiek reintrodujo a Carol Danvers como integrante de su alineación vengadora y co-protagonista de su trabajo al frente de la nueva serie regular de Iron Man, esta vez con el alias de Pájaro de Guerra. Busiek supo sacar verdadero provecho del personaje, añadiéndole una supuesta ventaja -su aumento de poder- que la hizo incontrolable e inestable, provocándole una desestabilización emocional que la hizo caer en las redes del alcohol. Por supuesto, Tony Stark -el ex-alcohólico por antonomasia del universo Marvel- era la mejor ayuda para una heroína con una de esas debilidades que tanto nos gustan a los lectores y que acaban convirtiéndoles en personajes tan falibles como memorables. Poco a poco, el personaje fue recuperando su popularidad ante unas nuevas generaciones que abrazarían -a expensas del rechazo de una parte de los lectores más veteranos- la llegada de dos guionista que cambiarían la forma y el fondo de los títulos de la Marvel del siglo XXI: Brian Michael Bendis y Mark Millar.
La conexión Bendis-Millar
Brian Michael Bendis reintrodujo de nuevo a Carol Danvers en La Casa de M (2005) -el primer macro-evento de la Casa de las Ideas del siglo XXI- asumiendo por primera vez el nombre de Capitana Marvel, aunque esto ocurriera en un universo alternativo provocado por la Bruja Escarlata, donde Magneto y por ende los mutantes, dominaban el mundo. Pero no sería hasta que Mark Millar le diera un papel preponderante en Civil War –el gran evento de la primera década del siglo XXI- y posteriormente la introdujera Bendis en sus Nuevos Vengadores (2005-2012), que el personaje se convertiría en uno de los ejes fundamentales del universo Marvel contemporáneo.

Carol Danvers en Alias
El personaje fue fundamental en futuros eventos como Invasión Secreta (2008), o la más reciente Civil War 2 (2016) -ambas escritas por Bendis- pero su verdadera contribución fue ser punta de lanza para que Bendis introdujera a una nueva-vieja heroína en ese fabuloso ejercicio de retrocontinuidad que fue Alias (2001-2003), el primer título de la línea Max (la línea Vertigo de Marvel Comics) que introducía a uno de los personajes femeninos más importantes de la historia de la editorial, la detective/ex-superheroína Jessica Jones. Un serial que demostró lo que tenía que ser un título protagonizado por un personaje femenino en la nueva Marvel de Joe Quesada. Carol Danvers se convirtió en manos de Bendis en amiga íntima de Jessica Jones que, gracias a los milagros de la retrocontinuidad, descubríamos que había sido una vengadora de la época dorada del grupo llamada Jewel.
Bendis aprovechó la polémica historia aparecida en el número 200 de la serie regular de Los Vengadores escrita por David Micheline y supervisada por Jim Shooter, donde Marcus, el hijo de Inmortus, manipulaba mentalmente a Carol Danvers para seducirla e impregnarla de su semilla alienígena con el único objetivo de que le diera un heredero. Una de las historias más polémicas y de peor gusto de Marvel, que sirvió a Bendis para desarrollar la historia de abusos físicos y psicológicos a los que sometió el Hombre Púrpura a una joven e inexperta Jessica Jones. Ni que decir tiene que el resultado de Bendis hizo justicia a un tema tan reprobable como la violación y supo plasmar las gravísimas consecuencias que unos inconscientes Micheline y Shooter no supieron desarrollar dos décadas atrás y que trataron con tan poco tacto y mucha irresponsabilidad.

Avengers de David Micheline
Pero la Carol Danvers de los nuevos tiempos ya no es la víctima de un universo y unos editores que no saben qué hacer con sus personajes femeninos. La nueva Marvel y la nueva Carol Danvers es fuerte y poderosa, no es solo una figura femenina para el deleite visual de los fans masculinos heterosexuales. Es un personaje hecho y derecho, que a lo largo de estos últimos diez años ha tenido series regulares tan potentes como la realizada por Kelly Sue de Connick y David López, o las más recientes etapas a cargo de la guionista Margaret Stohl, o la inminente nueva y flamante serie regular de Kelly Thompson. Sin olvidar su importancia en algunos de los títulos más relevantes de la Marvel más reciente, como la ya mencionada secuela de Civil War, su liderazgo en la morrisoniana reinterpretación de The Ultimates de la mano del guionista Al Ewing, el serial all-women de Kelly Thompson titulado Fuerza V o su incorporación a uno de los puntales de la nueva Marvel del editor C.B.Cebulski, Los Vengadores de Jason Aaron.
Títulos que ponen al género femenino en igualdad de condiciones ante sus contrapartidas masculinas y dejan de ser un mero reclamo sexual. Carol Danvers ha sido, es y será uno de los ejemplos claros del poder de las mujeres en el universo Marvel y su estela y su legado no ha hecho más que comenzar, sobre todo con la inminente llegada a las carteleras de todo el mundo de Capitana Marvel y su fundamental importancia en la venidera Vengadores: Endgame, fin de fiesta de más de una década de Marvel Studios. El niño que la conoció hace ya tres décadas en el décimo anual de la serie regular de Los Vengadores, en lo que parecía ser su canto del cisne, no puede hacer más que esbozar una sonrisa.