[Cada fin de año, en CANINO escogemos lo que más nos ha gustado de los doce meses que se van. Sabemos que es un recurso un poco perezoso, pero lo cierto es que supone una oportunidad ideal para reencontrarse con discos, películas, series, libros, videojuegos o comics que pueden haber pasado desapercibidos o que merecen un recuerdo. Nuestro sistema no es completista ni remotamente definitivo: pedimos a nuestros colaboradores y a unos cuantos amigos que escojan entre sus favoritos, y ya está. Ni listas exhaustivas, ni tops. Simplemente, recordamos algunos de nuestros artefactos pop favoritos de 2017. Hoy, libros imprescindibles de 2017.]
Nuestros mejores del año (hasta hoy)
Las niñas prodigio (Sabina Urraca)
Tenía un amigo que odiaba el término «autenticidad» o «verdad» aplicado a la literatura. Y, sin embargo, cada vez estoy más convencido de que hay libros que destilan verdad, y que eso depende mucho más de su lector que de la persona que lo ha escrito. Las niñas prodigio da la sensación de haber sido escrito sin medias tintas, sin guardarse nada, de forma descarnada y antipática y sin pedir perdón. Su protagonista, sus protagonistas, todas ellas, hacen cosas mal vistas, se golpean, desean de forma abrupta y extraña, albergan malos sentimientos y se equivocan, dicen lo que no deben, son carne y víscera, escatología y alma, y están confundidas y perdidas la mayor parte del tiempo. Y, de algún modo, en ese largo flashback que es la novela, con un paso del tiempo marcado por la decrepitud física y moral del objeto del deseo, subyace una compasión infinita desde el presente, un «a veces no sabemos hacer las cosas mejor«. Sabina Urraca ha firmado la mejor novela española que he leído este año y todo a base de verdad. O de parecerlo. Alberto Haj-Saleh
Las chicas (Emma Cline)
He aquí una voz, que dirían los viejos críticos literarios. La novela debut de Emma Cline, californiana de ojos claros y clarividentes, es una de las mejores recreaciones, de las más perspicaces, sobre ese mundo hippie que se trastoca en tenebroso cuento de terror en apenas años. Falsa novela sobre Charles Manson, su trasunto en la trama es solo un objeto de deseo para develar la psicología de las niñas aburridas y somatizadas con gaseosa en la América de Norman Rockwell. Porque esta, que no se olvide, es una novela sobre mujeres, sobre sus envidias y miedos, sus mundos interiores y cómo ven las relaciones.
Y también, y esta es la parte más brillante, es una obra sobre el peso de la experiencia en el presente: la protagonista reflexiona en espiral sobre el punzante recuerdo de la secta satánica a la que perteneció; laberinto con un minotauro barbado sediento de sexo con menores. A través de los jóvenes del presente, que suponen una continuidad de sus dudas presentes y pasadas en los años sesenta, la protagonista Evie pergeña una improvisada genealogía de una sociedad enferma.
Más existencialista que anticapitalista, como suele ser la gran literatura, es una excelente obra de debut, una de las mejores piezas femeninas en estos años, y también un trabajo preciso de reconstrucción de una época y un país. En ese sentido, ¿no era Charles Manson un redentor para miles de hijos no deseados, concebidos en una “noche de borrachera” (John Lennon dixit), que no podían alcanzar los sueños plexiglás de Hollywood?
Dejo la respuesta al lector, claro. Y al juzgado de primera instancia, que entenderá la ambigüedad del interrogante.
[Cuidado con la traducción de Anagrama, un poco torpe en la adaptación de los modismos. No llega al desastre de la biografía del citado Lennon por Philip Norman, de Anagrama otra vez, pero queda cerca] Julio Tovar
Una cabeza llena de fantasmas (Paul Tremblay)
A pocas semanas de terminar este 2017 ya casi nadie recuerda la polémica desatada a mediados de verano por el crítico de The Guardian Steve Rose cuando decidió acuñar el término post-horror para designar una nueva categoría de películas de terror ( It Comes at Night, Personal Shopper y la peli esa del fantasma con sábana) cuyo objetivo no era, al parecer, dar miedo sino ahondar en las profundidades del alma humana. No shit, Sherlock! ¡Cómo si no fuera precisamente ese el objetivo de todo arte perdurable y, por extensión, de todo horror digno de tal nombre! Aunque las intenciones de Rose se limitaban al ámbito cinematográfico, uno no puede evitar pensar que Una cabeza llena de fantasmas, la novela de Paul Tremblay que ahora nos ocupa, habría sido una valiosa aportación al canon allí propuesto.
Aunque una lectura superficial de la sinopsis podría llevarnos a pensar que nos encontramos ante la enésima iteración del motivo de la niña poseída, la novela de Tremblay consigue circunnavegar con éxito todos los escollos a base de pura autoconsciencia y un conocimiento enciclopédico de todos los lugares comunes que la propia novela se dedica a deconstruir en una serie de metacapítulos que adoptan la forma de entradas de blog. Pero Una cabeza llena de fantasmas es, sobre todo, una novela sobre el pasado inmediato, el que da más miedo, una novela sobre la década pasada; sobre la decadencia de la clase media y los horrores de la telerealidad. Una novela en la que el villano resulta ser el patriarcado. Una novela que “mató de miedo” a Stephen King, tal vez debería haber empezado por ahí. Félix García
Cómo liarla (John Waters)
En cierto modo la elección de este libro podría interpretarse como una provocación. Porque lo es. Es imposible que el mejor libro del año sea un discurso de John Waters, editado en tapa dura y con frase por página para justificar su elevado precio y, para más inri, circunscribiéndose en esa tan americana costumbre de «famoso diciéndole a recién graduados que están jodidos«. Pero así y con todo, lo diré claramente: este es un libro de cabecera necesario para cualquier artista. Para los jóvenes, porque les recordará de vez en cuando que su obligación es dinamitar lo que hicieron sus mayores; para los mayores, porque recordarán lo que es tener curiosidad y querer cambiar el mundo. Todo ello con la gracia propia de Waters. Porque, puestos a pedir, ¿qué menos que nos recuerden las verdades del barquero con un poco de mala baba? Álvaro Arbonés
Experimental Film (Gemma Files)
Es un hecho comprobado que, este año, se está dando un pequeño auge en la publicación de novelas de terror, gracias especialmente a las editoriales independientes, que buscan completar un hueco en el mercado cada vez más pequeño por la inundación de novedades que provienen de los dos grandes colosos. En una situación como esta, es de agradecer que haya una editorial pequeña que se atreva a sacar una colección dedicada exclusivamente al género del terror. Tal es el caso de La Biblioteca de Carfax que ha conseguido publicar seis títulos estupendos en su primer año de andadura, labor que hoy en día se asemeja a los trabajos de Hércules.
Entre ellos, destaca especialmente Experimental Film, escrito por Gemma Files, y que ganó el Shirley Jackson Award en el año 2015. Es una novela que sorprenderá a muchos ya que, partiendo de la idea general de hacer un cuento de fantasmas contemporáneo, el desarrollo para nada se asemeja con las estructuras clásicas al respecto, debido sobre todo a una primera parte que tiene un desarrollo muy extenso para poner la base de la narración. Aprovecha que su protagonista, Lois Cairns, es una profesora de historia del cine canadiense, para mostrar la industria del cine con todos sus matices: todo ello le sirve para presentar unas películas míticas, extrañas e irrecuperables. Y un elemento de terror que se acerca a lo fantasmal y cuya presencia se siente palpitante en todo lo que le sucede a la protagonista: La dama de la Siega. Lo folklórico y lo contemporáneo se mezclan indisolublemente para mostrarnos uno de los caminos por dónde está yendo el terror actual. Sinceramente, es absorbente. Pero ya aviso: prepárate y sé paciente: Files no lo pone fácil, pero vale la pena dejarse enredar. Mariano Hortal
test pattern (Ryoji Ikeda)
Mi libro preferido de este año no contiene ninguna palabra. Se trata de un libro de 150 páginas publicado en una edición limitada a 250 copias numeradas. Aunque suene a algo muy artístico y exclusivo, la propia editorial ofrece una descarga gratis en pdf. Lo que contienen las páginas son textos, sonidos, fotografías y películas convertidos a patrones de códigos de barras y patrones binarios de ceros y unos. En el fondo, aunque no contenga ninguna palabra, es un libro sobre la lectura y la traducción, y a mí me fascina la traducción de todo tipo, pero sobre todo la de formatos y datos. Blanca Rego
Parpadeo (Theodore Roszak)
Elegir un único libro me parece casi un imposible. La verdad es que son muchas las obras que se podrían recomendar, sobre todo con el auge del terror, el éxito de la ciencia-ficción diversa o el regreso del misterio clásico. Incluso mirando a las grandes editoriales hay obras más que recomendables. Puesto a elegir solo una al final decidí dejar de lado el neo-western de En busca de New Babylon o los ensayos de Sobre lo azul e ir directamente a una obra que podríamos decir ligada al espíritu mismo de CANINO.
De ahí la elección de este Parpadeo de Theodore Roszak, más conocido por sus estudios contraculturales pero que aquí pone a las películas como centro para hablar de la intriga del pasado pero también de esas zonas oscuras de Hollywood en una historia negra, muy negra en lo que cuenta, entre el suspense y el terror, con mucho humor. Negro. Y los lazos que unen la cultura cinematográfica con el culto -más o menos medieval- religioso. El cine de culto, la serie B y las conspiranoias… Vale, quizá a ratos se le noten los años -porque es de los noventa pero podría ser de los setenta- y es cierto que son casi 800 páginas… ¡Pero merece la pena la oportunidad de descubrir una obra como esta! Jónatan Rubio
Paperbacks from Hell (Grady Hendrix)
Sé que estoy rompiendo la norma autoimpuesta de incluir en la selección solo libros publicados en España en 2017, pero necesito saltármela porque cualquier difusión que se le haga a esta maravillita de Grady Hendrix será poca. Además, las posibilidades de que llegue a publicarse en España tienden a cero, así que más ridículo aún sería esperar pacientemente a la selección de Lo Mejor de 2023, a ver si el año que viene sí que sí. Y sabemos positivamente que nunca llegará a España porque el contexto y el contenido que trata es estricta, furiosamente norteamericano. Ni siquiera fenómenos cuya onda expansiva se percibió tímidamente en nuestro país, como el splatterpunk o la explosión de literatura satánica de finales de los setenta, tienen equivalentes claros aquí.
Así que ahí queda, en ámbito estrictamente USA, este repaso a las ediciones de libros de bolsillo de terror en los setenta y ochenta -primordialmente-, dividido en temas y modas de cada momento y con increíbles galerías de imágenes, portadas casi siempre mucho más sugestivas que los textos que presentaban. La sorpresaza de Paperbacks from Hell, sin embargo, es que los textos están francamente bien. Documentadísimo, con datos muy peregrinos sobre las identidades y los sistemas de trabajo de algunos ilustradores, el libro enumera argumentos y trayectorias de autores de tres al cuarto, pero también sabe trazar líneas generales que explican tendencias e impactos notables en la cultura pop. Un ensayo ligero y divertido, pero con más chicha de la que sugiere su punto de partida. John Tones