Dos años para montar la recreativa más grande del mundo

Por aquí no somos muy fans del rancio mundo de los records Guinness, pero claro, si hablamos de máquinas recreativas, la cosa cambia. Esta concretamente, no deja de ser, a su manera, un monumento rancio, pero claro, cómo resistirse al taburete, a las lucecicas, a las luces de la ranura de insertar monedas, al honesto orgullo de hombre hecho a sí mismo del informático de Chicago Jason Camberis.

El maquinón de Jason Camberis, que ha tardado dos años en ser construído permite la reproducción de doscientos juegos, imaginamos que a través del glorioso mundo de la emulación, porque nos da que este cacharro no pilla placas clásicas de recre. Además, el juego que aparece en las fotos es una de las Championship Edition de Pac-Man, así que muy posiblemente la máquina permita jugar a títulos de PC actual y de consola de última generación. Para controlarlo, un par de joysticl que parecen bates de béisbol, seis botones que aporrear a gusto y una track ball de casi medio metro que imaginamos que convertirá el acabar con éxito una partida de Marble Madness en una proeza titánica.

Camberis, ingeniero informático experto en seguridad, se gana un sobresueldo vendiendo máquinas recreativas personalizadas. Según ha declarado, su intención al construir la máquina era recrear aquellos días en los que apenas se llegaba a los botones y había que encaramarse a una silla para ver la pantalla. Lo que viene siendo matar moscas a cañonazos pixelados. El Donkey Kong 3, vamos, que imaginamos que también se podrá jugar.

superrecreativa3

superrecreativa14

Publicidad