[Entrevista] Carmen y Laura Pacheco: «Se asume que por ser mujeres y hacer un libro sobre mujeres como ‘Divas de Diván’, el contenido va a ser feminista»

Carmen y Laura Pacheco conforman una pareja creativa única. Aunque cada una de ellas tiene su propia carrera individual, es cuando trabajan juntas como guionista una y como dibujante la otra, cuando encuentran puntos en común que quizás ni ellas mismas sospechan. Acaban de publicar con ¡Caramba! Divas de diván y hablamos con ellas para que nos cuenten los secretos de su colaboración.

Pocos comics reflejan con tanta claridad que son fruto de una pasión como Divas de diván, de Carmen y Laura Pacheco. En este caso, la pasión por la vanidad, la molicie, el lujo y la frivolidad. Todo ello contemplado no ya como placeres nada culpables, sino como auténticas herramientas de resistencia a las obligaciones de una sociedad que, reconozcámoslo, tampoco es que nos esté llevando a ningún sitio digno de destacar.




Laura, la dibujante de la pareja, lleva publicando desde 2011, cuando empezó a dibujar el webcómic Let’s Pacheco, y de ahí saltó a hacer Problemas del primer mundo en SModa. Carmen, la guionista, ha publicado varios libros desde 2009 (el último, La verdad sobre la Vieja Carola). Juntas es cuando el estilo común de ambas se fusiona y retroalimenta, y a Divas de diván se suman la serie Carmen y las cosas, Troll Corporation o Let’s Pacheco! Una semana en familia. Hemos hablado con ellas para desmenuzar los secretos de esta colaboración.

JOHN TONES (JT) – Aunque ya lo habréis contado mil veces, ¿cuál es vuestro proceso de trabajo? ¿Es el habitual de una relación entre guionista y dibujante o hay un proceso más íntimo al ser también más cercana vuestra relación?

CARMEN PACHECO (CP) – Esta es la típica pregunta en la que mi hermana aprovecha siempre para quejarse de mí, así que mejor que la conteste ella.

LAURA PACHECO (LP) – El proceso es más o menos el mismo que cuando trabajo con otros guionistas: recibo el guion, envío boceto, recibo feedback y paso al arte final. La ventaja es que como compartimos cerebro y referentes desde pequeñas, el proceso suele ser mucho más rápido. Ella vive en Madrid y yo en Almería, pero estamos en contacto constantemente. Usamos varias aplicaciones y diferentes canales para hablar, según el tema, si es para un proyecto u otro o si es para charlar de nuestra vida o algún salseo. La parte en la que me quejo es que los guiones son un poco ambiguos. Mi hermana no suele imaginarse lo que ocurre en cada viñeta, sino que me describe la acción y yo tengo que buscar la manera de que funcione. Pero eso tiene más que ver con el tipo de guionista que con nuestra relación.

JT – ¿Cómo nace la idea de Divas de Diván, cómo va transformándose con el tiempo?

CP: Cuando mi hermana comenzó con el webcomic se puso el reto de dibujar una tira todos los días. Para ayudarla, yo me ofrecí a escribirle guiones y creé dos series: Carmen y las cosas y Divas de diván. Nació así, con la estructura de tiras cortas, que luego pasaron a publicarse en S Moda con el mismo formato.

JT – ¿Siempre tuvisteis pensada esa estructura de chistes breves y protagonistas múltiples?

CP – Sí, la idea es que fuera protagonistas múltiples, aunque según iba escribiendo las tiras había algunas con las que repetía más, como la actriz de cine mudo (a la que nosotras llamamos “Camisona”) y la espía.

JT – ¿Qué planes de futuro tenéis para la serie?

LP – Yo he dicho mil veces que no me importaría dedicarme exclusivamente a dibujar divas. Llevo casi ocho años dedicándome a la ilustración y es la serie que más retos me ha supuesto, pero con la que he conseguido desarrollar el estilo con el que me siento más cómoda. Además, como la serie se basa en el concepto de Diva y no en unos personajes en concreto, es muy versátil a la hora de aplicarlo a otros productos, como merchandising. De momento pensamos seguir haciendo tiras e ilustraciones para nuestras RRSS, y en el futuro dependerá de cómo funcione el libro, el merchandising y de cómo evolucionen los otros proyectos que tenemos.

JT – Es bien conocida la devoción de Carmen por el icono de las divas, ¿pero es algo compartido?

CP – Sí, a las dos nos gustaban las mismas películas y series de pequeñas. Esta serie recoge muchas de las referencias que tenemos en común. Además, mi hermana disfruta mucho dibujando a estos personajes.

LP – Siempre nos ha hecho mucha gracia la extravagancia y este tipo de actitud. Mi hermana es siempre la que descubría los personajes históricos, libros o pelis y me ha ido mostrando el camino para construir el imaginario.

JT – ¿Podéis darme algún ejemplo concreto? ¿Qué divas reales, qué películas, qué libros creéis que están en la esencia de la serie, y sin ellos no habría sido posible?  

CP – Diario de una dama de provincias de E. M. DelafieldA la caza del amor de Nancy Mitford tienen grandes momentos muy divas. Las propias hermanas Mitford son a la vez personajes que podrían encajar en el surrealismo de la serie. Y películas hay muchísimas, casi cualquiera con Lauren BacallEl crepúsculo de los dioses, que es un poco meta, porque trata sobre una diva de diván y está protagonizada por Gloria Swanson, que podría estar haciendo de sí misma.

JT -Poniéndonos serios (pero no mucho): ¿es la frivolidad y la egomanía un arma en las reivindicaciones feministas, o la frivolidad es solo frivolidad? Por poner un ejemplo obvio: la dedicatoria «A nosotras» del libro.

CP: Me alegro de que me hagas esta pregunta, porque la gente asume que por ser mujeres y hacer un libro sobre un tipo determinado de mujeres, el contenido va a ser feminista. Hay cierta reflexión al final sobre la frivolidad como forma de rebeldía, pero en realidad las divas no intentan ser ejemplo moral de nada, sino todo lo contrario. La dedicatoria tiene un doble sentido: es lo que pondrían las divas (se supone que han escrito ellas mismas el libro) y es también una broma privada entre mi hermana y yo, porque este libro lo hemos hecho sobre todo para nosotras. Es curioso que pueda leerse como “A nosotras, las mujeres”. Si pusiera “A nosotros” nadie pensaría que puede referirse a “A nosotros, los hombres”.

LP – Yo ni me lo había planteado. De hecho, ni siquiera discutimos la dedicatoria. Para hacernos una idea de la forma que tendría el libro trabajamos directamente sobre una maqueta. Mi hermana escribió la dedicatoria sin preguntarme y cuando la leí me pareció perfecta. También tiene que ver con lo que significa la serie para nosotras. A las dos nos encanta y creo que es el contenido con el que menos nos preocupamos si va a gustar a los demás. Nuestros editores, Manuel y Alba fueron muy conscientes de esto desde el principio y nos han dado muchísima libertad y nos han facilitado todo para que el libro fuese exactamente como nosotras queríamos.

JT – ¿Las historias de alguna de vuestras seis divas podrían entenderse como biografías alternativas de mujeres reales?

CP: No, tenemos muchos referentes de divas de la vida real, pero ninguno de los personajes se parece concretamente a ninguna, en cuanto a personalidad.

JT – Laura, creo que Divas de diván es tu obra más cuidadosa y documentada en lo gráfico, lo que hace que a veces sea una delicia buscar referentes reales para identificar elementos de moda, vehículos, escenarios y hasta el papel de las paredes. ¿Cómo es el proceso de documentación, te proporciona Carmen referencias con los guiones?

LP – Cuando comenzamos con divas, hace siete años, era la serie que más me costaba dibujar. Me resultaba muy complicado dar con el punto exacto entre cómico y elegante y me llevaba mucho tiempo buscar referencias de peinados, ropa, muebles y posturas. En esa época mi hermana lo tenía mucho más claro y tenía más referentes en la cabeza, así que muy a menudo me pasaba webs de fotos de cine negro, o nombres de actrices que me sirvieran de modelo. Con el tiempo me creé mi propia biblioteca de referencias y descubrí Pinterest, que es la herramienta más útil para esto. Ahora cuando leo los guiones me hago una idea inmediata de qué aspecto va a tener e incluso no me hace falta buscar referencias para dibujar ropa que tenga aspecto de una época u otra.

Cuando es importante para la tira, mi hermana indica en qué década debería estar ambientada, pero normalmente lo deja a mi elección. También nos gusta jugar con la ambigüedad de a qué época pertenece cada diva y, de hecho, hay personajes que interactúan y que pertenecen a diferentes décadas. Bromeamos con que las divas están por encima del tiempo y el espacio, porque al final se trata de una actitud y un concepto muy atemporal.

JT – Sí, es divertido cuando jugáis a los anacronismos y aplicáis comportamientos, por ejemplo, relacionados con las redes sociales a las divas. ¿Creéis que esa actitud frivolona e impertinente tan de principio de siglo tiene correspondencia y sentido en el mundo de hoy?

CP – En el universo de divas que hemos creado es todo muy meta y se presta a este tipo de juegos y saltos en el tiempo. Me hacía gracia imaginar cómo usarían estos personajes las redes sociales, teniendo en cuenta que están acostumbradas a ser siempre el centro de atención. En ese sentido, esos comportamientos no han cambiado mucho. Cosas como que Beyoncé, por ejemplo, tenga 122 millones de seguidores en Instagram y siga a 0 personas es muy Divas de diván.

JT – Y para terminar, descubridnos alguna diva de diván auténtica que creéis que merezca ser más conocida.

CP – Tallulah Bankhead fue una actriz cuya biografía no es muy conocida en España y encarna perfectamente esta idea de diva cómica con un estilo de vida hedonista, que hizo lo que le dio la gana a pesar de las convenciones de su época.

LP – Mi diva de diván favorita siempre ha sido Raphael.

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