Puede reconocerte usando su cámara, te dice cuándo tienes que lavarte los dientes... y lo presenta un niño disfrazado de Steve Jobs. Si buscas signos del Apocalipsis, el osito Oslo puede ser un buen ejemplo para empezar.
Aunque no lo parezca, el equipo de CANINO está formado por personas sensibles. Tiernas, incluso. Nuestra redacción rebosa con individuos de esos que se emocionan al ver un gatito (preferiblemente en la vida real, no en YouTube) y que atesoran sus primeros tebeos de superhéroes como joyas. Alguno de nosotros incluso tiene afición por los ositos de peluche. Por eso, viendo este anuncio que nos llega vía Mashable, se nos han puesto los pelos como escarpias. Se trata del avance de un juguete ‘inteligente’ fabricado por Fisher Price cuyo nombre es «Oslo», y cuya presencia nos parece el primer signo de un ciberapocalipsis que podría dejar al de Terminator en mantillas.
Hablamos de un híbrido del Teddy de Inteligencia Artificial: I.A. y el Lotso Abracitos de Toy Story 3, idóneo para que tus hijos se aficionen cada vez más a las máquinas en detrimento de las criaturas de carne y hueso. Para empezar, la criatura habla con una voz que parece decir «quiéreme» a cada frase, lo cual da mucha grima. Pero lo realmente aterrador llega cuando descubrimos sus funciones: Oslo incorpora sistemas de reconocimiento visual y de voz, con lo que se quedará con el rostro y la voz de su pequeño propietario o propietaria. Para crear la ilusión de auténtica interactividad, basta con poner frente a sus ojitos una serie de tarjetas temáticas, merced a las cuales el oso animará al chaval a lavarse los dientes o a limpiar su cuarto, ‘jugará’ con él o soltará algún dato de cultura general como quien no quiere la cosa. Y, claro, también incluye una programación para recordar que es el momento de irse a la cama. En sí, el trasto es todo un monumento al Valle Inquietante en su vertiente más terrorífica.
Además, los padres pueden usar a Oslo para vigilar al crío a través de una conexión wi-fi. Y, por si fuera poco con todo ello, el osito también tiene implementada la función de ‘aprender’ mediante un sistema de actualizaciones automáticas que se ejecuta cuando está ‘durmiendo’. Excusamos decir lo mucho que eso nos recuerda a bastantes arquetipos chungos de la ciencia-ficción con niños (¿recuerdas el escalofriante cuento Algún día… de Isaac Asimov?) y el juego que podría darle a algún guionista particularmente enfermizo en busca de rostro para su próxima criatura maligna. Pero lo más aterrador de todo es que, para presentarlo en sociedad, los responsables del spot no han encontrado mejor anfitrión que un chaval gafotas disfrazado de Steve Jobs. El modelo de conducta que todo progenitor sensato querría para su hijo, vamos. Por último, señalar que esta línea juguetera de máquinas pensantes incluye ya a un simpático monito, y un ejemplar con forma de entrañable oso panda está en camino. Saborea ese pensamiento. Ahora mismo, nosotros nos preparamos para soñar con una distopía controlada por tiranos cibernéticos de peluche.
Un comentario
Los comentarios están cerrados.