Todavía con el mundo fracturado en dos corrientes tras su impresionante High-Rise (2015), Ben Wheatley presenta su penúltimo proyecto con una cartelería a la altura de lo esperado.
Y es que el director de las también excelentes Kill List (2011) y Turistas (2012) o la muy poco recomendable (de recomendar) A Field in England (2013) siempre tiene una bala en la recámara. Mientras llega el turno de la prometedora Free Fire (2016), los rumores sobre su próximo proyecto son incesables. Si bien hasta hace cuatro días parecía que lo próximo sería una revisitación de El salario del miedo (1953) y Carga maldita (1977), películas que adaptaban la novela de Georges Arnaud, parece que ahora entra en su agenda el plan de llevar al cine la serie Ideal (2005-2011) producción de la BBC al servicio de Johnny Vegas (Agente Contranteligente) de la que ya dirigió 14 de sus 54 episodios.
Free Fire cuenta con la producción ejecutiva de Martin Scorsese y sitúa la historia, por primera vez en su carrera, en Estados Unidos, en el Boston de 1978, donde una reunión en un almacén abandonado entre dos bandas se convierte en un tiroteo y un juego de supervivencia que promete la violencia y el humor negro habituales marca de la casa. La producción vuelve a ser enteramente europea y coguioniza Wheatley con su colaboradora habitual y esposa Amy Jump.
El reparto, como ya pasó en el rascacielos de los líos, es de lo más atractivo, con actores habituales en su cine (Michael Smiley, Enzo Clienti) y rostros cada vez más importantes, como Brie Larson, Cillian Murphy, Armie Hammer o Sharlto Copley, que no se pierde un sarao. Free Fire se verá en Londres a mediados de octubre en el London Film Festival y, como cada año, en el Tiff, donde se proyectó anoche y también se verá hoy y el día 14. El estreno apunta a la próxima primavera.
Impaciente por degustarlo.