El director galés sigue recorriendo el sendero del guerrero, incluso cuando lo que hace no son más que pruebas técnicas y de coreografía. Editado, dirigido y grabado por el propio Evans en su país natal.
No queremos presionar a Gareth Evans porque sabemos que su mandanga requiere un tiempo de preparación considerable. Necesitó tres años para pasar de un The Raid (2011) a otro (2014), tiempo y trabajo que se reflejan en cada segundo de sus metrajes y en cada palabra de sus extensos (y, sí, tópico, pero a quién le importa algo así) guiones.
Mientras el director parece tener dos títulos en mente, la esperada tercera parte de The Raid y un “drama de acción” titulado Blister, ha grabado un test de lucha y espadas samuráis, porque, qué coño, él puede. Además, no se nos ocurren muchas formas más chulas para probar coreografías que meternos en el Japón de los señores feudales. El clip nos sitúa en una época de guerra civil, donde una joven guerrera se se verá acechada durante su recorrido por el bosque por dos asesinos decididos a interceptar su mensaje de paz. Y claro, pasa lo que pasa.
La prueba se planificó en una semana y se grabó durante tres días con parte del elenco de sus trabajos anteriores (sí, los que también salen en El Despertar de la Fuerza) Por tener, tiene hasta un score con diferentes elementos culturales japoneses e indonesios ad hoc.