[Celebramos Halloween como hacemos con todo en CANINO: sobredimensionándolo. Estiramos la noche de las brujas todo un mes: cada día, aquí, durante todo noviembre, tendrás una minireseña de una película, comic, videojuego o libro relacionados con el terror y que quizás no conozcas. Si te gusta descubrir cosas, nuestro Halloween dura un mes te va a encantar. Eso sí, ojo: algunas están muertas.]
Dream home es una película que te descoloca nada más empezar. Lo primero que puede ver el espectador es una sucesión de datos sobre las dificultades para comprar una vivienda en Hong Kong (debido a sus altos precios) que se expresan mediante unas letras blancas impresas sobre fondo negro. Una vez acabada la ristra de datos pasamos a una escena en la que aparece un guardia de seguridad en una típica sala de monitores, no lo conocemos de nada, tampoco conocemos a alguien (que parece una mujer) que entra sigilosamente y, aprovechando que está dando cabezadas, le pone una cinta en el cuello que se aprieta lo indecible. Es un asesinato en toda regla pero, en su intento de quitarse la cinta con un cutter, se vuelve truculenta de narices, cortes profundos y sangre por doquier. Un festival.
La tercera escena supone otro cambio radical. Se nos presenta a Cheng Lai Sheung (Josie Ho), una chica joven aparentemente normal, pluriempleada en dos sitios distintos, y que necesita el dinero de ambos para poder ahorrar para su gran objetivo en la vida: tener una casa de ensueño. A partir de ahí, Ho-Cheung Pang mezcla con mucho ingenio dos líneas temporales: por un lado, las vicisitudes de Cheng Lai Sheung, que tienen que ver con la forma en que su vida se embrolla y rebela contra su intento de ahorrar para obtener su casa; por el otro lado, tras el primer asesinato, los crímenes se suceden uno tras otro. Aunque al principio no sepamos la causa, se va descubriendo poco a poco la identidad de la asesina y su torpeza evidente a la hora de ejecutarlos. Parece mentira, pero entre tanta sangre y vísceras hay detalles hilarantes por lo absurdo de cada escena.
Por arte de birlibirloque, todos los hilos de la trama se unen a lo largo de sus más de dos horas y media: a lo anteriormente mencionado se suman reflexiones referentes al papel de la mujer en la sociedad y, como no podría ser de otra manera, con respecto al capitalismo y la especulación inmobiliaria. Pero normalmente de una manera sutil, no hay ningún tipo de aleccionamiento.
Seguro que la pregunta que os viene a la mente ahora mismo es… ¿pero la protagonista consigue su casa finalmente?
Me temo que tendréis que ver la película para comprobarlo.