Juan Pablo II, personaje Marvel

El papa por excelencia de la Guerra Fría vuelve a ponerse de actualidad debido a su íntima amistad con la filósofa Anna-Teresa Tymieniecka. Ante esta tesitura, nosotros queremos recordar uno de los episodios más delirantes de su pontificado: la biografía en cómic publicada por Marvel en 1983.

Decir que a Juan Pablo II le gustaba la notoriedad queda ahora casi como una perogrullada. Durante sus 27 años en la Silla de Pedro, el clérigo polaco se mostró siempre tan enemigo de las hordas comunistas como amigo de ganarse titulares, especialmente a través de viajes muy bien publicitados, durante los cuales echaba pestes del pérfido comunismo, de la Teología de la Liberación o de todo aquello que oliese mínimamente a progres. Nada sorprendente si pensamos que, antes de entrar en religión, el futuro papa hizo sus pinitos en el show business, bien fuese como actor o firmando obras teatrales con su nombre seglar de Karol Wojtila. Aun con este perfil mediático, que le llevó a un vertiginoso proceso de canonización tras su muerte en 2005, dudamos que el pontífice hubiera visto con buenos ojos la revelación de su amistad con Anna-Teresa Tymieniecka, una filósofa también nacida en Polonia con la que mantuvo una relación (estrictamente platónica, afirma BBC Newsque se prolongó durante 32 años.

Para conocer los entresijos de la amistad entre Karol Wojtila y Tymieniecka habrá que esperar al documental que la TV pública del Reino Unido emitirá esta noche a las 21.30 (hora española) dentro de su mítico espacio de reportajes Panorama. Ahora bien, la ocasión nos viene que ni pintada para recordar uno de los episodios más delirantes del pontificado de Juan Pablo II: su aparición como personaje (y protagonista, además) en un cómic de Marvel. 

Titulado La vida del papa Juan Pablo II, el tebeo  llegó a los quioscos estadounidenses en enero de 1983, una fecha óptima por lo demás: dos años antes, en 1981, el entonces pontífice había efectuado su primera visita pastoral a la superpotencia, durante la cual aprovechó para estrechar sus lazos de amistad con ese Ronald Reagan con el que se cartearía habitualmente. También en el 81, además, había sufrido un intento de asesinato en el mismísimo Vaticano, cometido por el pistolero turco Mehmet Ali Agca y sobre el cual tanto se especuló entonces (y se sigue especulando ahora).

En el 83, pues, la condición de Juan Pablo II como un Papa afín a la política exterior y los intereses estadounidenses estaba muy clara. Además, el atentado proporcionaba a la historia un eficaz clímax dramático, además de un final feliz con la noticia de su recuperación. De modo que la Casa de las Ideas lo tenía muy fácil para lanzar un guiño a los marvel zombies católicos con este especial, que llevó la firma de Steve Grant (guionista) y del dibujante John Tartaglione, dos veteranos ‘machacas’ de su escudería. El entintador del tebeo, por otra parte, fue nada menos que Joe Sinnott, el hombre que preparó para la imprenta algunas de las mejores páginas de Jack Kirby.

Pese a este equipo creativo, o debido a él, la obra no destaca demasiado ni en el aspecto gráfico ni en el narrativo: las ilustraciones de sus viñetas tienen ese estilo desmañado tan propio de la Marvel de los 80, mientras que su guion se limita a acumular hechos biográficos con más o menos gracia. Con un hilo conductor de originalidad cuestionable (las investigaciones de un periodista que se prepara para entrevistar al Pontífice) en el cómic no faltan highlights de la carrera de Wojtyla como su afición juvenil al fútbol, sus años como joven sacerdote bajo el yugo nazi y su oposición a las hordas comunistas, así como sus ocasionales ínfulas literarias y deportivas. Por otra parte, si tenemos que quedarnos con un aspecto destacable de sus páginas, deberíamos señalar que el dibujo de Tartaglione lo retrata a veces con rasgos clavaditos a los de Steve Martin. 

Aun sin disponer de cifras de ejemplares vendidos, La vida del papa Juan Pablo II podemos decir que La vida del Papa Juan Pablo II fue un éxito de ventas. No sólo se tradujo a varios idiomas, entre ellos el castellano, sino que su buen resultado comercial animó a Marvel a seguir por el sendero de la fe, lanzando en 1984 otro one shot protagonizado por otra figura del Catolicismo muy popular por entonces: nada menos que la madre Teresa de Calcuta, retratada por los lápices de Tartaglione y con Jim Shooter, entonces supremo jefe creativo de la editorial, firmando como guionista. Posiblemente, este especial ofreció cifras más discretas, porque la Casa de las Ideas no volvió a pisar terrenos piadosos tras su publicación.

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