Las 13 mayores chifladuras del cine de terror de 2018

En esta época de repasos también podemos dejar por un momento de hablar de Lo Mejor o de Lo Peor para echar un vistazo a los Locurones. Películas que deciden ir más allá, para bien o para mal, y que por eso mismo merecen un recuerdo especial, porque romper con lo habitual es en muchas ocasiones la única manera de ofrecer sorpresas.

La excepcionalmente loca cosecha de 2017 nos hizo considerar la posibilidad de que para 2018 la cosa pudiera ir a más. La realidad, sin embargo, ha sido bien diferente. Podríamos decir, incluso, que es la selección menos loca de los últimos años aunque aventaje a la de 2016 en la calidad de las propuestas. Al final el consuelo que podemos encontrar es ese. Producciones como You might be the killer, Overlord, Mimesis: Nosferatu o Sabrina -ni el cómic, ni la serie, la película- en realidad no caen tan lejos de los estrenos más tradicionales. Incluso cuando uno mira un poco más allá del terror y se encuentra con películas como Romeo 3000 o Sorry to Bother You no puede evitar un cierto lamento ante la falta de algo tan luminosamente original como Dave Made a Maze. Y quizá la elección de esos 13 locurones del año acaben cayendo en lo previsible, sobre todo en ese número uno que quizá por indiscutible pueda parecer una inevitable resignación.




En cualquier caso, y pese a la aparente falta de interés de producciones de los dos sitios de donde más suelen beber las chifladuras -el presupuesto nulo y las producciones no angloeuropeas-, que parecían estar a otras cosas este año, hemos sido capaces de confeccionar un año más la lista de películas. Porque en estas ocasiones es cuando más motivo hay para mostrar aprecio por el Locurón.

13 – Bad CGI Sharks

Las cosas van así. Parecía que no pero en un año como éste las películas de tiburones seguirán siendo un reducto para el locurón. Solo que un poco menos inspiradas esta vez. Cierto es que además de este subgénero se estrenaron Nightmare Shark y Santa Jaws, y que el resto de bichos van dando cosas como Snake Outta Compton, pero la verdad es que a estas alturas esta mirada meta con su sátira flojita sobre películas con bicho en un CGI cutre demuestra una autoconsciencia que, bueno, quién sabe si alguien tomará en cuenta en el futuro.

12 – Cynthia

Otro ejemplo de evolución -llamémoslo así- con una de esas películas de bebé-engendro, que si bien aporta lo justo con respecto a Bad Milo -a saber, una forma diferente de enfocar los problemas de la madre y una reflexión sobre la Familia Perfecta tan directa que parece que no se han molestado demasiado- al menos demuestra que en caso de duda, tirar hacia el locurón es mejor que quedarse parado. Lástima que en ese sentido sea algo intermitente y para todo lo demás se quede corto.

11 – Puppet Master: The Littlest Reich

Hacer un regreso con ganas de epatar es una cosa más que comprensible, y que al estar metida Fangoria por en medio decidieran tirar por la casquería, el humor chocarrero y ese Políticamente Incorrecto que significa repartir a los de siempre. Pero al menos ese exceso al estilo clásico permite separarla de la rutina en la que la serie de Band se encontraba más que arrellanada hace años. Puede que sea un locurón que recuerde a los años noventa, pero al menos es locurón.

10 – Assassination Nation

Los excesos actuales, por otro lado, justifican un estilo quizá no tan distinto de locurón, pero sí desde luego de manera de llegar hasta él. Porque el fondo de esta película no deja de mostrar lo cerca que se está de esas explosiones de violencia. Y si bien sus ideas parecen contradictorias a ratos, como si intentaran por en orden una versión más consciente de La Purga, lo que uno acaba preguntándose es si no habrá limitado el locurón a momentos concretos porque sospecha que lo que cuenta la película podría ser un futuro más real de lo deseable.

09 – Hell’s Kitty

No ha sido mal año para los gatos en el fantástico, hemos ido del extremo más aventurero de Legend of The Demon Cat a las películas familiares como A Meowy Halloween, y finalmente a esta adaptación de una webserie. Que sí, que como chiste es limitado y como trama más todavía, pero la excusa para ir sacando toda una cascada de intérpretes bien conocidos que van poco menos que a saludar un rato e irse, más lo obviamente que le da todo igual a Nicholas Tana hace que no sea exactamente una película recomendable pero sí una con momentos de locurón entre los de afecto. O en vez de, según.

08 – Devil’s Acid

Aquí se busca una excusa argumental para el locurón, cierto, y tienen los medios justos, cierto también, pero al menos lo intentan. Es decir, un grupo de gente drogada -no exactamente contra su voluntad, tampoco especialmente con afán recreativo- va experimentando visiones que pueden, o no, tener su paralelismo con situaciones reales. Por ridículo que suene es mejor no contar tampoco mucho de la trama, pero digamos que aunque sea una exploración algo tibia -más, sospecho, porque los medios son los que son- por lo menos lo están intentando.

07 – Braid

En un año como éste se agradecen las películas en las que el setenterismo es abrazado con ganas. Si bien eso parece que lleva a la idea de que Locurón antes que Trama, con las clásicas acusaciones de Producto Bonito y Vacío, lo cierto es que la locura argumental que propone Braid, partiendo de algo que hemos visto ya tantas veces -gente que huyendo de un mal acaba en algo peor que hace, además, que te pienses si salir de ahí puede ser mejor o peor que lo que están pasando porque para algo hay un objetivo en el cambio- sí que logra, al menos, ofrecer un motivo para todo esto y, por supuesto, una estética que acompañe.

06 – DOTGA: Da One That Ghost Away

Menos mal que podemos confiar en el cine filipino para ir acumulando ideas. Cierto es que el fondo es una comedia romántica con fantasmas y un poquillo de aventura, pero todas las ideas locas y todas las decisiones creativas parecen pasar por «Pues por qué no, venga, dale» para darle un poco de empaque a lo que podría haber sido otra comedia romántica de terror asiática más. Y encontrar en algún momento decisiones que por lo inusitado no pueden más que aplaudirse, además de las salidas de la propia realidad del país. Y, con eso y todo -entrando en ese todo la necesidad de explicar el título dentro de la propia película- no me extrañaría ver una versión occidental.

05 – Upgrade

Como habrá sido el año para que hasta a Blumhouse se le haya ocurrido que se podría tirar un poco de Locurón para darle más fondo a la historia. Por lo menos de aquí salió una película interesante no solo por lo pasada de vueltas y esa cierta idea que no creo que nos resulte muy original pero al menos está bien ejecutada. Y es que muchas veces son esas dos cosas, especialmente la sabiduría para usar el Locurón, lo que mejora las películas.

04 – Un coteau dans le coeur

Ya estamos en la parte más interesante de la lista y toca, por supuesto, el Homenaje al giallo de cada año. Porque un Giallo bien entendido tiene mucho de Locurón y este en concreto parece tener buenas ideas de sobra, de la interpretación de Vanessa Paradis que parece más allá del borde del derribo al mundillo del porno gay que reproduce todos esos sórdidos asuntos con modelos y maniquíes de las originales. Pero, mira, personas disfrazadas matando gente y una fuerte sensación de irrealidad. Lo que necesitábamos.

03 – Chuck Steel: Night of the Trampires

Por fin nos ha llegado esta película en stop motion que ha ido sorteando multitud de problemas. Pero lo importante es que ya la tenemos aquí, con su historia de policías ochenteros de fondo y su ambientación alocada en el fantástico que tanto ayuda a pasarle por encima otros defectillos. Y es que deja esa sensación de una gran broma, de poder habérsele más jugo, de apuntar a más, pero eso no debería hacernos olvidar que esto es lo que tenemos, que incluye escenas e ideas suficientemente locas y que, oye, bien. A ver si en una de éstas la película es de Pafman.

02 – Ana y el apocalipsis

Pues sí, ha tardado pero ha llegado incluso a estrenarse en salas españolas. Así de institucionalizado está el Locurón en 2018. Pero al menos merece la pena porque es de esas películas que ofrece lo que promete, y lo  que promete es una película de adolescentes de instituto pero con el apocalipsis zombi de fondo y en musical. Por lo menos esta vez está claro lo que tiene de Locurón.

01 – Mandy

La mejor para el final. Vale, era la opción más obvia. Pero es que ¡que gran Locurón! La prueba de cómo mejora una película cuando se explota a fondo. Y no solo por el Locurón en si, o por la extraordinaria interpretación de Nic Cage, que ambos conceptos han llegado también este año a las pantallas con Mamá y papá, y parece bastante claro que esta es mucho mejor película que aquella. No, es porque la mejor forma de que brille un Locurón es con mimo en el resto de elementos. Que aquí improvisar una película con tres móviles y cuatro amigos lo puede hacer cualquiera, pero que sea uno de los estrenos del año no es tan sencillo. Y Mandy puede preciarse de ello. De hecho, su estreno en salas demuestra lo que llevo diciendo desde el principio: 2018 ha sido un año flojo en Locurones, pero los que han salido bien son estupendos.

¡Hasta aquí por este año! Espero para el próximo poder presentar si no más, al menos sí mejores propuestas, poder hablar de un despiporre generalizado y ver si esta tendencia de estrenos en salas sigue. Y, por supuesto, el descargo de responsabilidad habitual. Estas son las mías, supongo que para otros habrá películas que me haya dejado (pongamos Kiss My Ashes, que para algo estuvo cerca de entrar) así que os animo a comprobar que realmente son de 2018 y compartirlas con nosotros. Y ahora ya, ¡a brindar por un 2019 de Locurón!

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