The Clash son una de las instituciones del punk británico, creadores de himnos inmortales y cabeza visible de la ola que en los setenta puso de moda los tirantes, las chupas de cuero y la rabia. Ahora son el el epicentro de London Town, una película del director alemán Derrick Borte.
Aunque no estamos ante un biopic al uso, y es probable que no haya tanto punk (o ska) como podamos imaginar, el caso es que ahora Joe Strummer volverá (si es que alguna vez se fue) a la palestra en London Town. El encargado de poner rostro al líder de la banda inglesa es Jonathan Rhys-Meyers, que sí, que es un tío bueno (seguramente mucho más que Strummer) que ha protagonizado spots de Hugo Boss, pero no olvidemos que también fue una de las cosas más destacadas de Velvet Goldmine (Id., 1998), donde interpretaba a un contemporáneo ficticio de Strummer inspirado en el David Bowie de los setenta, y que también se puso en los huesos de Elvis Presley en un telefilme de 2005
Vamos, que el chico sabe lo que hace. Y, por si hubieran dudas, aquí podéis ver su primera imagen en el plató como Strummer por cortesía de The Hollywood Reporter.
London Town se desarrolla en un verano londinense de los setenta, donde un joven de 14 años (Daniel Huttlestone) verá como cambia su vida después de que su distanciada madre le envíe una cinta de casete con White Riot, primer single del primer álbum de la banda.
La película es norteamericana y es un drama sobre padres e hijos, así que suponemos que será más parecida a Casi Famosos (Almost Famous, 2000) que a una radiografía del grupo, pero no está de más reconocer que 110 segundos de música pueden cambiar la vida de cualquiera. Desde aquí aprovechamos para recomendar Hedwig and the Angry Inch (Íd., 2001), que a buen seguro continuará como la mejor muestra de lo que debería ser un biopic punk-glam-bajona-musical.
Me quedo con the future is unwritten, aunque sale algun plasta…