Tras el fin de semana, nada como el hálito helado del trabajo para hacernos volver a la realidad. Hoy te traemos una lista de temazos que se ganan el pan con el sudor de su frente.
Si la Biblia y Luis Aguilé coinciden en algo, ese «algo» debe ser una verdad absoluta. Y eso lo sabe cualquier hijo de vecino: el trabajo es una maldición. Ya sea por el designio divino, ya por la coyuntura socioeconómica, eso de tener que derrochar las energías en estupideces de lunes a viernes no mola nada. Menos aún si esas energías se gastan a cambio de una limosna, y con el objetivo de que un señor sea un poco más rico cuando acabe el año fiscal. Por eso, la playlist canina de esta semana va sobre el curro, el laburo, la brega o como uno quiera llamarlo.
Empezamos duro, con el sabor (nauseabundo) del café del bar de abajo aún en la boca, y con Dolly Parton recordándonos su condición de genio de clase obrera. En el primer papeleo de la jornada, vemos los nombres de Paul McCartney, Rihanna (dándose una alegría con Drake en horario laboral), Monster Magnet (eso de Powertrip, ¿va por el gerente?) y muchos otros. Conforme se encadenan los marrones, XTC y The Clash nos recuerdan que esta jaula fue preparada para nosotros desde que nacimos. Y, a la hora de comer (rápido y mal, como está mandado) pensamos que podríamos estar peor. Como los braceros mexicanos de Phil Ochs, sin ir más lejos, aunque esto se parezca a aquella cuerda de presidiarios en la que Sam Cooke se partía el lomo.
Claro que siempre hay soluciones. Un poco radicales, eso sí: en el caso de que uno se sienta tan agobiado como esa funcionaria de Carlos Berlanga y Vainica Doble, puede seguir los consejos de Alaska y Dinarama y optar por el asesinato de masas, o los de 091 y prenderle fuego al puñetero chiringuito, desde la sala de juntas al cuarto de la impresora. Mientras se lo plantean, con el mechero en una mano y el hacha en la otra, nos despedimos… hasta la semana que viene, cuando esta lista se tome vacaciones permanentes y la reemplace otra más desahogada.