Corea tiene la sana intención de dominar el mundo. Pero mientras EEUU pretende lo mismo vía intervención militar con fines humanitarios, Corea ha elegido el más sutil colonialismo cultural. Y para ello no se han decidido por los jardines taoístas, el hanbok y el kimchi, sino por el k-pop.
El k-pop arrasa en las listas (como arrasa nuestra guía para principiantes del género). Y ahora también lo va a hacer en esta, nuestra lista definitiva de k-pop.
¿Y por qué k-pop? Porque BTS están por todas partes, Twice no parece que vayan a dejarles escapar muy lejos y, para un sector que prefiere andarse con menos moñerías, Blackpink son la alternativa perfecta. Pero eso no es más que rascar la superficie. Ver la parte más mainstream y obvia de un fenómeno que, por otra parte, si tiene algo codificado en su ADN son las tendencias mainstream.
Pero mainstream no significa poco interesante. Además de los nombres ya mentados, famosos incluso más allá de las fronteras del k-pop, también tenemos algunos grupos de los cuales heredaron sus coronas, como 2NE1, Girls’ Generation o BIGBANG, e incluso los orígenes del propio k-pop, representados en los ¿raperos? DJ DoC. Pero también tenemos sitios para solistas de ayer y hoy. Gente como Rain, CL, Hyuna, Fei o SUNMI se abren paso en nuestra lista por derecho propio y sin necesidad de dar explicación alguna de por qué están aquí. Un poco como lo está, claro, PSY. El hombre que dio legitimidad al género para unos medios incapaces de respetar nada que se asocie con chicas adolescentes.
Por supuesto, no nos quedamos sólo ahí. Con cuatro horas por delante te encontrarás a gente como Apink, SUPER JUNIOR y f(x) codo con codo con Orange Caramel, Hong Dae Kwang o TVXQ!. Porque ante todo queríamos recalcar un hecho: el k-pop puede ser todo lo mainstream que se quiera, pero también es amplio, rico y con más personalidad de lo que pretenden sus críticos más cerriles. De ahí nuestra panorámica. La propia extensión de la lista. Porque el k-pop arrasa en las listas. Y lo hace por una buena razón: conecta con el público como ya hace demasiado tiempo que es incapaz el grueso de la música americana.