Música Canina: Las políticas del pop español

Tras seis meses de espera, cuatro años más de lo mismo: buen momento para recordar canciones que, en nuestro propio idioma, nos explican (más o menos) lo que ha pasado aunque tengan ya décadas de antigüedad.

En estos momentos, y aparte de la natural mala uva del lunes por la mañana, apostamos a que muchos españoles (y españolas, y etcétera) sienten un fastidio similar al de quienes, tras haberse pasado seis meses esperando un videojuego que prometía, se dan cuenta de que éste es apenas un cascarón vacío que exige DLCs a granel. O el que le aflige a uno cuando el último capítulo de la temporada de su serie favorita acaba con un cliffhanger que, además de tramposo, resulta no tener fuste. Menos mal que, para sobreponernos a situaciones como esta, tenemos un arma sin parangón: la música. O, mejor dicho, la música de bandas españolas que, desde hace ya unas cuantas décadas, llevan explicando por qué este país es como es mejor que muchos expertos con derecho a columna en diario.

Así pues, y tras unos León Benavente que le toman prestado el Europa ha muerto Ilegales (ay, Jorge Martínez, tus letras dan donde duele), contamos con exponentes de la joven guardia (Triángulo de Amor Bizarro, Juanita y los Feos, Los Ganglios), talentos de mediana edad (Grupo de Expertos Solynieve, Astrud, Carlos Ann) y veteranos cuyas derivas dan que pensar un buen rato: sin ir más lejos, Fangoria versionando a Killing Joke para proclamar eso de El dinero no es nuestro dios (en fin…) y La Mode (le pese a quien pese, una de las pocas bandas de aquí que han hablado de política sin hacer en ridículo) soltando con cólera palabras como «el compromiso es una excusa para hacerse una carrera»: que cada uno reconozca en ellas a quienes le parezca más oportuno. Y, como a castizos no nos gana nadie, dos temas que nos ayudan a saber de dónde venimos (Ay, Carmela) y a donde estamos volviendo a pasos agigantados (El emigrante). Y, con las mismas, nos despedimos hasta la semana que viene… o hasta dentro de seis meses, de vuelta en el colegio electoral.

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