Música Canina – Marionetas en la cuerda: una playlist de muñecos y humanoides artificiales

Inquietantes, entrañables, terroríficas, demasiado humanas... Esta semana, nuestra playlist va de marionetas, muñecos y otros humanoides artificiales.

Al principio, pueden resultar inanes. Apenas traen el recuerdo de una decepcionante mañana de Reyes, de viejas reliquias infantiles o de lo cerca que está el cumpleaños de un sobrino. Pero, si alguna vez te has quedado embobado viendo cómo te devuelven la mirada desde el escaparate de una juguetería, si las has visto languidecer (desmembradas, para colmo, las más de las veces) al pie de un cubo de basura, o si te has topado con el rostro sonriente de una de ellas en la penumbra de un cuarto de invitados, entonces lo sabes. Los muñecos, las marionetas y otros humanoides artificiales transmiten una vibración inefable, mixta de ternura y de mal rollo. Y nuestros músicos favoritos lo saben.

¿Qué ven los artistas pop cuando ven el rostro de una muñeca? Pues eso tiene tantas respuestas como canciones hay en esta lista: Fernando Márquez La Mode les cantan a unas «marionetas salvajes» que aún contagiaban excitación ochentera, antes de que la dichosa Movida se lo tragase todo. Unos Depeche Mode aún con Vince Clarke las usaban como metáfora (¿homo?)erótica, y sus padrinos Kraftwerk se veían a sí mismos como maniquíes rompiendo el escaparate. Así, mientras nuestro admirado Tino Casal las usa como pretexto para uno de sus cuentos rebozados de purpurina, unos Metallica pasados por la túrmix punk de Dr. Know le espetan aquello de «Master of puppets I’m pulling your striiiingsss…» a un yonqui en pleno mono de jaco.

Y, claro, también están los clásicos: para ABBA, las marionetas eran una metáfora de esa alienación pop que ellos toreaban como nadie, mientras que preferimos ignorar lo que pensaba Serge Gainsbourg cuando describió a France Gall como «una muñeca de cera, una muñeca de sonido». En cuanto a Sandie Shaw, no ha podido venir, pero seguro que inspiró las «marionetas en la cuerda» de The Hives. Y, cuando se trata de ejemplares de coleccionista, nuestra juguetería puede ofrecerles al Captain Beefheart, a los Electric Prunes y a otros artesanos igual de exquisitos. Jueguen con sus creaciones hasta la semana que viene… pero procuren no quedarse con ellas a oscuras. Por si las moscas.

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