¿Quieres ver más allá de los umbrales de la percepción? Pues no hace falta que fumes nada raro: basta con enchufarte estas tres horas de temas con la conciencia alterada y camisas de paramecios.
¿Empezó todo con Albert Hoffmann? ¿Con Timothy Leary? ¿O, más propiamente, cuando el dentista de George Harrison repartió unos terrones de azúcar impregnados con gotitas mágicas? Cualquiera sabe, y algunos incluso dirán que todo ya venía de antes, pero una cosa es cierta: si uno quiere hacer historia de la psicodelia en la música, el mayor problema es no poder parar. Que nos lo digan a nosotros, que empezamos juntando canciones en nuestra playlist de la semana… y no sólo acabamos encontrando música suficiente para llenar tres horas, sino que tuvimos miedo de quedarnos cortos.
Porque, claro, la psicodelia fue un fenómeno muy británico: ahí estaban The Kinks (¿se adelantaron a todo?), The Who, The Rolling Stones cuando el tabaco verde les llevaba muy alto, los inevitables The Beatles y la joven guardia del asunto, impulsada por Pink Floyd y Soft Machine desde sus raves en el UFO Club de Londres. Y es verdad, además, que al otro lado del Atlántico hubo una verdadera horda de drogotas, con The Grateful Dead, Jefferson Airplane y Big Brother And The Holding Company formando la santa trinidad de la escena de San Francisco. Pero oigan, que la cosa no se quedó ahí: desde Brasil (ahí están Os Mutantes, abriendo fuego) hasta Japón (The Golden Cups), pasando por Argentina (Almendra, con el siempre majara Luis Alberto Spinetta al frente) e incluso España (¿le darían al tema Juan y Junior?), hubo árboles de mandarina y cielos de mermelada en todo el mundo. Dentro de lo que permitían la Guerra Fría, el napalm y el neocolonialismo, queremos decir.
Y todavía hay más: esto está muy far out, hermanos. Porque, pasando de puntillas por la parte más underground del asunto, y por su conexión con el soul y el funk, resulta que todo esto no se acabó en 1969. En nuestra playlist hay también lugar para bandas que se apegaron al flanger, los sitares y las cintas al revés durante décadas posteriores, muchas de ellas con elegancia: The Soft Boys y Olivia Tremor Control son algunas de ellas. ¿Qué más podemos decir? Pues que, si buscan sonidos más serios y secos, vayan corriendo a nuestra lista de post punk. Los demás… pues tómenselo con calma y esperen a que suba, porque esta experiencia va a cambiarles la vida.