No necesitamos a Stephen King para acordarnos del miedo que dan. Los payasos, esas fuentes ambulantes de mal rollo, son los protagonistas de nuestra playlist de la semana.
Lo dice Íker Jiménez. Y, por una vez y sin que sirva de precedente, también lo dice la ciencia y la historia: los payasos dan mal rollo. Esos rostros de blanco cadavérico, esas bocas enrojecidas por algo que ojalá sea maquillaje, esos atavíos de indigente vestido por Mugatu son razones más que suficientes para ponernos a la carrera, hayamos o no hayamos visto todavía It. Y, para darle vidilla a la huída, ¿por qué no echamos mano de la playlist canina de la semana? Ah, que va de payasos también…
Pues, efectivamente, aquí tenemos casi una hora y media de clowns musicales. Y los tenemos de todo tipo, oiga: desde llorones aullando al Averno hasta risueños que se carcajean como hienas. Los tenemos orgullosamente garrulos (Insane Clown Posse), exquisitos (Smokey Robinson & The Miracles), con flequillo (The Beatles, The Kinks, The Yardbirds), metaleros (Bruce Dickinson) e incluso progresivos (Genesis, Van Der Graaf). Hasta contamos con dos primigenios made in Spain como Raphael y Bambino. Y, en el centro de la pista, con el rostro pintado de blanco terminal y los labios negros como la bilis… el mismísimo Lou Reed. Se puede decir más alto, pero no más claro.
Así pues, les dejamos con esta feria de las tinieblas, rogándoles que nos disculpen si les dejamos solos en la carpa. En el caso de que esta congregación de arlequines abismales les dé mal rollo, consuélense pensando que sólo les hostigará hasta la semana que viene…
