Imaginamos que muchos de vosotros tenéis las mismas ganas de volver a vivir desventuras junto a los Tanner que de un remake de Médico de familia. De momento, lo segundo no tiene pinta de que vaya a suceder jamás, pero lo primero lo estrena Netflix el próximo 26 de febrero. Por si hay alguien muy joven leyendo estas líneas, los Tanner son la familia protagonista de Padres Forzosos.
En otro ejemplo perfecto de #vamosamorirtodos, Netflix presenta el teaser de su próximo invento audiovisual: un spinoff/secuela/loquesea de Padres Forzosos (Full House), una serie que data de, atención, MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y SIETE.
Muchos crecimos con ella de fondo porque tampoco era para tirar cohetes, pero tenía la clase suficiente como para emitirse a la hora de comer. Y si la emitían a esa hora, tenía que ser buena. Treinta años más tarde la maquinaria de Netflix ha decidido que era hora de volver a situar a la familia en nuestras pantallas en una continuación producida por John Stamos, que vive su vigésimo quinta juventud con Grandfathered, y ha decidido poner todo de su parte para continuar con el legado de la familia Tanner. Al menos de alguno de los miembros.
Stamos pretende que todo el reparto original reaparezca en el episodio piloto, que tendrá el doble de duración, como gancho para que la audiencia se interese por la vida de D.J (Candace Cameron Bure), ahora viuda y madre de tres hijas, protagonista de la nueva serie junto a su hermana en la ficción, Stephanie (Jodie Sweetin), y la eterna amiga de ambas, Kimmy (Andrea Barber).
Si algo tenía divertido el Padres Forzosos original, era la química entre los personajes que precisamente no estarán en Fuller House. Como tampoco parece que las gemelas Olsen estén por la labor, ¿era necesario? ¿Tenía que ser la misma casa? ¿Estaremos ante la sorpresa de la temporada? Una pista: posiblemente NO.
Fuller House (apuesto a que será Más Padres Forzosos o Madres Forzosas) llegará el 26 de febrero a tu Netflix.