Dicen que hacer sushi (bien) es uno de los desafíos culinarios más complejos a los que puede enfrentarse un aspirante a chef. Papa's Sushiria, el nuevo juego de Flipline Studios y enésima iteraciuón de la saga de movidas culinarias Papa's..., lo lleva hasta el paroxismo. Nunca hacer sushi había sido una tarea tan compleja y estresante. Las buenas noticias: también es extremadamente divertido.
Papa’s Sushiria es la última entrega de la serie de Flipline ambientada en restaurantes y, como sucede en todos ellos con variantes temáticas y sumando ocasionales detalles, tienes que regentar un establecimiento de comida más o menos rápida (créenos: acabará siendo frenética) elaborando centenares de combinaciones distintas de sushis con los 146 ingredientes disponibles a toda velocidad y recibiendo puntuaciones de clientes cada vez más exigentes.
La epopeya comienza cuando accidentalmente rompes la estatua favorita del kingpin de los restaurantes flash, Papa Louie. Para ganar el dinero que te costará reponerlo tendrás que asumir tareas de dependiente, cocinero, camarero y decorador de interiores. Y tomar decisiones que multipliquen las ganancias. Empezarás combinando (a mano y con pulso firme: ¿recuerdas Cooking Mama?) unos pocos ingredientes, como salmón, arroz, marisco y distintas bebidas refrescantes que combinan leche, te, gas y muchos otros elementos (y que compone, por cierto, un curioso y peliagudo minijuego aparte al final de cada pedido)
Y por supuesto, están los dos elementos extra que caracterizan a los Papa… por un lado, aparte de preparar comida, puedes divertirte fuera del restaurante creando tu propio cocinero y combinando literalmente miles de elementos (¡¡casi 50.000!!), la mayoría desbloqueables. Y se te aparecerá el maravilloso Foodini, que te propondrá minijuegos distintos para cada uno de los días de la semana, dando variedad y profundidad al juego.
El resultado es un juego sencillo pero infeccioso, de estética amable e intenciones no tanto: que pases horas enrollando algas y aplastando arroz en busca de la mejor propina. Cuidado: hacer sushi de cualquier manera puede ser tarea fácil, pero ser el mejor ya tiene más intríngulis.
