La gran desconocida de la generación de los 16 bits en occidente vuelve a la actualidad, debido a que en marzo salió a la venta su esperada versión “mini”. Konami asalta el mercado de estas réplicas con la mítica PC Engine (Turbografx en Europa), con varias razones de peso. Nos adentramos en la única consola que realmente le tosió a Famicom a finales de la década de los ochenta.
La principal razón por la que este lanzamiento es notorio es que se convierte en la mini oficial con el catálogo más numeroso de todas las que han salido hasta ahora. Y la otra, no menos importante, es que muchos de los lectores que no han dado el paso a adentrarse en este ecosistema (o simplemente no conoce lo que ofreció a los diez millones de usuarios que se hicieron con una en la década de los noventa), tienen una gran oportunidad de conocerla.
Y es que en aquella mítica generación de los 16 bits siempre se nos viene a la mente la lucha entre Mega Drive y Super Nintendo y una nada terrenal Neo Geo, mientras consolas como la NES o Master System todavía daban guerra, sin olvidar a las portátiles como Game Gear, Game Boy e incluso a Lynx. Pero había otra contendiente que pasó desapercibida en occidente y que llegó a ser una de las consolas más populares en el Japón de la época, quitando cuota de mercado a una incontestable Nintendo y superando sin dificultad a una Sega que no daba con la tecla en su hardware doméstico. Hablamos de PC Engine, la consola fruto de la joint venture de NEC y Hudson, que sale oficialmente a la venta en su versión “mini”. Eso sí, debido a la situación actual, solamente aquellas personas que hicieron la reserva para las versiones japonesas antes del día 5 de marzo se les enviará a sus casas a corto plazo. Para los demás habrá que esperar hasta nuevo aviso.
Volviendo al tema, lo de «mini» lo decimos entrecomillado porque esta nueva versión apenas se diferencia en tamaño de la consola original, lo cual puede ser un plus para quien no la haya tenido. Y es que, a diferencia de las otras minis que han salido a la venta en los últimos años, PC Engine Mini no pretende jugar con el factor nostalgia en nuestros lares. De hecho ni siquiera sale a la venta oficialmente en España, así como tampoco sale en Europa el modelo que se podía ver en las pocas tiendas en las que se puso a la venta, sino que se ha optado por el modelo Coregrafx que importaban las distribuidoras francesas para aquel mercadom y no por la versión modificada de la Turbografx-16 americana, algo más familiar.

Está claro que a los fans de la consola original (que son muchos, pese a lo difícil y caro que es conseguir material de segunda mano), puede que nos les interese esta nueva encarnación de la consola icónica. Pero, para los demás, es la excusa perfecta para poder descubrir a la consola que derrotó comercialmente a la Mark III de Sega y posteriormente a Mega Drive y a Famicom en sus últimos años, lo que hizo que Nintendo se pusiese manos a la obra con una Super Famicon que en principio no estaba en los planes de los de Kioto. Y es que algo tendrá PC Engine cuando recibió juegos desde 1987 hasta 1999. Casi nada.
Pero ¿qué es este cacharro y a qué viene que saquen una mini más?
Pues PC Engine básicamente es la respuesta “amistosa” a Famicom, ya que Hudson (que era una de las thirds más importantes de la susodicha) no pretendía competir con Nintendo, pero sí quería evadir las restricciones que imponía Hiroshi Yamauchi. En un mercado en el que la gran N dominaba sin contestación (más de un tercio de los hogares nipones tenían una Famicom) la nueva candidata destinada a los jugones de la época era un soplo de aire fresco. No sólo eso: gráficamente ya se mostraba como una consola de nueva generación (de hecho, aguantó más que bien hasta mediados de los noventa) con posteriores milagros técnicos como Street Fighter II Champion Edition (1993) o Castlevania: Rondo of Blood (1993), sin contar las conversiones arcade de títulos de SNK, entre otros.
Y es que al final se vendieron alrededor de 8 millones de consolas en Japón, número similar a lo que lleva vendido Playstation 4 en aquel mercado, por poner un ejemplo, y más del doble que Mega Drive. Por eso es una de las consolas más queridas del archipiélago, con un catálogo repleto de conversiones arcade de la época y más que decentes multiplataformas. Sin olvidar a los estudios internos de NEC y Hudson que hicieron maravillas, ya sea con conversiones de licencias externas o creando nuevas IP. En general se dotó a la consola de una juegoteca con un cariz más maduro que a otras consolas del momento, sin dejar de lado la variedad del catálogo, de la que buena parte de culpa la tuvo la adopción del CD. Sin embargo, su paso por occidente fue testimonial debido al poco interés de las distribuidoras y de las empresas responsables de PC Engine.

A quien se haya interesado alguna vez por PC Engine y haya empezado a investigar un poco lo que puede ofrecer hay un pensamiento en común: hay tantas add-ons y versiones de la consola que ríete tú de Mega Drive. Que si diferentes lectores de CD-Rom (siendo la primera consola en adoptar este formato en 1988), tarjetas de expansión para juegos específicos, versiones portátiles de la versión base (que en la mini se puede emular, vía filtro de imagen) e incluso consolas semicompatibles con mejores especificaciones, como Super Grafx. Para nuestro regocijo, y a diferencia de Sega y su Mega Drive Mini, en esta ocasión Konami (sí, esta empresa se hizo con Hudson hace lustros) en colaboración de los ya conocidos M2 en la emulación y a Hori en el desarrollo del hardware, ha incluido títulos de todas estas ramificaciones de la consola. Como último detalle, a destacar el mimo del menú que emula el sonido de las famosas tarjetas Hucard y de los discos al iniciar un juego. En definitiva, la razón de ser de PC Engine Mini es ahorrarnos dolores de cabeza en buscar, por ejemplo, una unidad CD de 1988 en condiciones en las tiendas Book-Off y a su vez brindándonos una experiencia bastante similar a la consola original.
¿Y qué juegos trae?
En una consola donde salieron alrededor de 700 títulos (por supuesto, la mayoría se quedaron en Japón), lo cierto es que la selección que nos encontramos en la mini está bastante equilibrada. Si bien es cierto que hay algunas elecciones muy discutibles, como Appare! Gate Ball (1988) o The Kung Fu (1987), no se han escatimado recursos en incluir un buen número de títulos de diversa índole. Y lo mejor de todo es que podemos jugar de una manera oficial a títulos que en el formato original nos costaría sangre, sudor y lágrimas conseguir. Elegimos diez juegos de la mini que hay que jugar sí o sí de los 58 que incluye la consola.
Castlevania: Rondo of Blood (1993)
Konami fue una de las pocas thirds que le dio importancia a PC Engine. Aparte de Parodius Da! (1992), Twinbee (1992), Snatcher (1992) o Gradius (1991), el mayor regalo a la consola y a sus fans fue esta entrega de Castlevania. Akumajou Dracula X (como es conocido originalmente) significa, aparte de la mayor excusa de hacerse con esta mini, el comienzo y el fin de la ruptura de la antigua saga y abraza elementos que vendrían para quedarse a partir de Symphony of the Night (1997)
R-Type (1989)
Será por shooters en la consola, pero elegimos a esta producción de Irem por ser, posiblemente, el juego de la primera época que reflejaba la potencia de PC Engine. Una conversión a la altura del original que tuvo que venderse en dos partes debido a que las tarjetas de la consola solo eran de 2 megabits en aquel momento. Eso sí, a finales de 1991 se lanzó la versión completa en versión CD.
Daimakaimura (1990)
Más conocido en occidente como Ghouls’n Ghosts, esta versión a cargo de los estudios internos de NEC es la razón de ser de SuperGrafx (junto a la gran conversión de 1941: Counter Attack), la consola retrocompatible con la que NEC quiso dar el salto a los “verdaderos” 16 bits. Finalmente solo salieron cinco juegos es esta versión vitaminada de PC Engine, pero por lo menos se marcaron esta adaptación que, como la de Mega Drive, es muy llamativa y recomendable.
Bomberman ´94 (1993)
Cómo no, la mascota de Hudson tenía que estar aquí. Se prodigó bastante en “su casa” y de hecho aparece en el catálogo de la mini en dos ocasiones más: Bomberman Panic Bomber (1994) y Bomberman ´93 (1993). Posiblemente esta última entrega de la consola sea la más completa, al añadir monturas y nuevos power ups. El principal juego de esta mini por el que seguramente hayan puesto el multitap a la venta, ya que es imprescindible experimentar su modo multijugador. Y sí, PC Engine sólo contaba con un puerto de mandos, algo que se ha mantenido en esta reedición.
Bonk´s Revenge (1991)
Si Bomberman se considera una de las mascotas de PC-Engine, el que se publicitó como el oficial (aparte de un tercero, llamado PC Engine-Kun que protagoniza otro título de la mini: Star Parodier) se trataba de este troglodita de generosa testa con el que, de una manera bastante basta, teníamos que salvar plataformas y deshacernos de enemigos de variadas maneras gracias a los diferentes ítems que nos encontrábamos por los coloridos y variados escenarios. La entrega previa, PC Genjin (1989), también se incluye en el catálogo
Lords of Thunder (1993)
Posiblemente este shooter, en el que manejamos a un caballero ataviado con una armadura futurista, sea la experiencia audiovisual jugable más llamativa de la consola. Musicón, gráficos (ese scroll paralax) y gran fluidez, teniendo en cuenta la cantidad de elementos en pantalla, hacen que Lords of Thunder sea posiblemente uno de los mejores juegos del género.
Valkyrie no Densetsu (1990)
Conversión del famoso arcade de Namco y secuela del primer título de Famicom, en el que encarnamos a una valkiria en un shooter cenital con toques de aventura. Hay que tener cuidado, porque viene en japonés y hay partes en las que hay que responder preguntas a modo de cuestionario. Aún así, es uno de los recomendables de la mini.
Space Harrier (1988)
En aquella época Sega no las tenía todas consigo respecto a sus consolas, por lo que licenciaba sus propiedades intelectuales más famosas a terceros, a la vez que se ganaba un dinero y visibilidad. NEC Avenue, uno de los estudios principales de NEC, llenaron el catálogo de PC Engine de este tipo de IPs externas, y no sólo de Sega. Respecto a esta versión de Space Harrier, uno de los primeros éxitos de Yu Suzuki, fue tratado con gran tino, siendo la mejor conversión de la época de este taikan hasta la llegada de la de Saturn.
YS Book I & II (1989)
Una de las sagas decanas de los action-RPG, a la que le ha costado ganar algo de popularidad en occidente, cuenta en PC Engine con cuatro entregas. En PC Engine Mini se han incluido los dos primeros, que en su dia fueron ya remozados con mejores gráficos y nuevos arreglos instrumentales de las composiciones de Yuzo Koshiro. También cuenta con escenas cinemáticas dobladas al inglés, aprovechando que era uno de los primeros juegos que salieron en formato CD.
Parasol Stars (1991)
Posiblemente la entrega más desconocida de Bubble Bobble, en parte por no haber salido en formato arcade. Estructura básica de la saga, donde no pasamos de pantalla hasta que nos deshagamos de los enemigos lanzando elementos del escenario ayudándonos de nuestro paraguas. Un juego que nos hace retrotraernos al pasado y que divertirá a los neófitos a la vez que hará las delicias de los nostálgicos.
Y cinco que echamos en falta
Hay varios nombres que no se han llegado a incluir, algunos bastante sonados, que podrían haber completado un catálogo de ensueño. Una pena que no se hayan podido localizar al inglés algunos juegos inéditos que le hubieran dado muchísimo valor a la ya de por sí valiosa mini de Konami.
Juegos que no se han traducido
Y es que posiblemente el mayor punto negro del catálogo de PC Engine Mini es la cantidad de títulos injugables si no sabemos japonés. Para más inri, en la versiones occidentales de la consola se ha optado por traer algunos de ellos para ocupar simplemente espacio o como mera curiosidad. El no traducir títulos como Snatcher o Tokimeki Memorial (1994), siendo este último uno de los juegos más vendidos de la consola, le resta interés al aficionado occidental a la par que hubiese sido un detallazo (y un milagro) poder jugar a un tipo de juegos que le dieron la vida a la consola de NEC en su época de madurez. Pero igual era pedir demasiado.
Street Fighter II: Champion Edition (1993)
Gráficamente luce mejor que la versión de Mega Drive y casi rivaliza con la de Super Nintendo. Pero, a diferencia de estas últimas, no incluye el modo Hyper Fighting. Para disfrutar de este milagro a cargo de Capcom lo cierto que es indispensable hacerse con el mando de 6 botones para poder jugar de una manera más cómoda que en el mando estándar. Ah, y para jugar a dobles en la consola original hay que comprar el mencionado multitap.
Algún título más del Arcade Card
PC Engine ya era un sistema vetusto en 1994, pero NEC aún le dio un último empujón con una tarjeta que aumentaba la memoria RAM hasta a 2mb. Lanzaron pocos juegos compatibles, pero los que salieron no eran moco de pavo. Sobre todo las versiones de los éxitos de SNK: Garou Densetsu Special (1994), World Heroes 2 (1994) o Art of Fighting (1994). Tener estos juegos en la época, en un hardware del 87, era magia negra. Por lo menos, en PC Engine Mini,podemos experimentar la potencia del Arcade Card gracias a que Ginga Fukei Densetsu Sapphire (1995) forma parte de la selección de títulos.
Out Run (1990)
Personalmente no me parece una versión mejor que la de Mega Drive, pero este port de una de las mayores obras maestras de Sega es para tenerla en cuenta. Y, aunque el único título de conducción incluido en la consola es el igualmente divertido Victory Run (1987), la oportunidad de revisitar de una manera distinta una de las obras icónicas de Yu Suzuki no hubiese estado de más. En general las conversiones títulos de Sega en aquel momento curiosamente lucían mejor en PC Engine que en Master System y Mega Drive.
Wonder Boy III – Monster Lair (1989)
Genial adaptación del arcade de Westone que lanzó para la mítica placa System-16 de Sega. Para quien no lo conozca, esta tercera parte de la saga deja un poco de lado el plataformeo con toques de RPG de la segunda parte para pasar a un frenético auto-scroll con evidentes toques de shooter. A destacar la banda sonora guitarrera-ochentera, gracias al poder del lector de CD
El juego inédito extra: Space Fantasy Zone (1991)
Tanto en Super Nintendo Classic Mini como en Mega Drive Mini se han incluido títulos oficialmente inéditos. Sin embargo, en PC Engine no ha caído esa breva, aún teniendo uno de los títulos unreleased más interesantes y curiosos. Se trata de Space Fantasy Zone, la unión de dos de las sagas más famosas de la Sega de los ochenta que comparten mundo. En esta ocasión se optó por utilizar la base jugable de Space Harrier (un rail shooter en tercera persona) mientras que, como elementos de Fantasy Zone, tenemos al protagonista Opa Opa y la posibilidad de comprar equipo. Una pena que, aunque en su día estuvo prácticamente terminado, no llegara a salir a la venta.