Desde su mismo anuncio, este nada extraño reboot de Los Cazafantasmas (lo realmente paranormal es que no hayamos pasado ya por tres o cuatro) ha estado bañado en polémica. Su casting íntegramente femenino y su portazo a la dependencia de glorias pasadas les ha granjeado unos cuantos enemigos entre aquellos fans que se niegan a compartir sus iconos con las nuevas generaciones de espectadores.
Pero de eso ya hemos hablado en otras ocasiones por CANINO, por activa y por pasiva: es muy antipático y poco generoso guardarse los descubrimientos del pasado, e impedir que los chavales de hoy tengan sus propios Predators, su propio Star Trek y sus propios Cazafantasmas. «Es que los de antes eran mejores«. Bueno, sí, los de antes eran los originales, y eso nadie nos lo va a quitar, pero de vez en cuando también es saludable abrir puertas y ventanas y ventilar, que con tantos guardianes de las esencias, la cultura pop a veces también huele a chotuno.
En cualquier caso, el primer trailer de Los Cazafantasmas de Paul Feig está aquí, y ofrece un panorama bastante generoso acerca de qué vamos a poder encontrar en la película. Hemos seleccionado unos cuantos fragmentos y vamos a ver qué tienen en común con la película original, si la respetan o la profanan, y si eso importa. Pero antes, por si no lo habéis visto aún, el trailer:
1. The New Yorker
Los Cazafantasmas es una de las películas neoyorkinas por excelencia. No solo el Peter Venkman de Bill Murray es el típico tronado de la ciudad que tantas veces vimos en el cine de la época, sino que la película palpita auténtica devoción por la ciudad. El final, con decenas de neoyorkinos aclamando a sus nuevos héroes es capaz de inflamar el corazón del fan más rancio. Monumentos emblemáticos de la ciudad, como la Biblioteca, tienen una destacada presencia. Y no solo eso: las gárgolas, el aire modernista de algunos rascacielos, las vistas a Central Park de los apartamentos, todo son detalles de devoción por la ciudad: Los Cazafantasmas -en comandita con los tebeos de Spider-Man-, es la principal responsable de que cuando muchos de los fans de la película hemos viajado al fin hasta allí, nos haya parecido que llevábamos viviendo en la ciudad toda la vida. De acuerdo: a los propios responsables de la película se les fue la mano en esa devoción por la ciudad en la propia secuela oficial, con la Estatua de la Libertad andando por las calles, pero si ningún fan dijo entonces la frase mágica de «Han matado mi infancia«, no lo diremos nosotros ahora.
En cualquier caso, parece que esta nueva entrega sigue rindiendo homenaje a Nueva York. Desde los mismísimos compases iniciales del trailer mientras suenan los reconocibles acordes del tema principal, el skyline nocturno de la ciudad y el emblemático parque de bomberos desvencijado (y aún en uso) de la primera parte es lo primero que se nos enseña. Y no porque la película sea consciente de que se lo debe todo al éxito de hace treinta años, sino porque quiere dejar claro que la localización va a ser una, y clara: la misma. A lo largo del trailer tenemos todo lo que podemos esperar en ese sentido: apartamentos que harían las delicias del Woody Allen más urbanita, calles atestadas de tráfico, miradas asombradas desde abajo hacia edificios que no se acaban, el metro y un personaje, el de Leslie Jones, que es abiertamente -y así lo dice en el trailer- el contacto de los científicos con la calle, con Nueva York. Hemos vuelto a la ciudad.
2. Chicas con mochilas de protones
Llegamos al que será el punto clave de la película. Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis y Ernie Hudson son sustituidos por Leslie Jones, Melissa McCarthy, Kristen Wiig y Kate McKinnon. Muchos fans se rasgaron las vestiduras (poniéndose un poquito en evidencia, todo hay que decirlo) ante el nuevo reparto, y Figg, de hecho, criticó duramente esa reacción. En países castellanoparlantes empezó a conocerse el proyecto con tono despectivo como Las Cazafantasmas (aunque a nosotros, eh, origen despectivo o no, nos encanta el término), y por lo que respira el trailer… bueno, todo parece indicar que la nueva elección ha sido un acierto.
Y eso que se veía venir: la experienciaen el campo de la comedia de Jones (Saturday Night Live), McCarthy (La jefa, Espías, Cuerpos especiales), Kristen Wiig (SNL, el mejor papel secundario de Zoolander 2, La boda de mi mejor amiga también con McCarthy) y McKinnon (una de las mejores adiciones recientes al SNL) es notable, y prácticamente todas han coincidido con las demás en una u otra ocasión. Solo en estos minutos de trailer, la química entre ellas se respira, igual que era obvia entre Ramis, Aykroyd y Pullman (también veteranos, como es más que sabido, del SNL).
Lo que ya no está tan claro es si habrá alguna equivalencia clara entre los personajes originales y los nuevos. Por cuestiones raciales podríamos establecer una unión entre Hudson y Jones, pero el papel de Jones parece mucho más prominente (por suerte: Hudson no andaba sobrado de carisma, pero Jones lo desborda). El personaje del empollón Egon Spengler (Ramis) aquí parece dividirse en dos: la más sosegada (y de aire inicial e hilarantemente monjil) Erin Gilbert (Wiig) y la más punk-nerd Jillian Holtzmann (McKinnon). Esta última, tanto en el físico como en la actitud, parece también deberle algo al entrañable Spengler rubio y con tupé de la serie de animación The real Ghostbusters. A McCarthy le vemos algo del aire ingenuo y normalizador de Ray Stanz (Aykroyd), aunque con su propio estilo, y está claro que nadie toma el relevo claro de Venkman porque, bueno, Bill Murray no hay más que uno. Habrá quien lo eche de menos: a nosotros nos parece la decisión más sabia.
3. Ain’t afraid of no ghosts
El trailer sabe qué es lo primero que tiene que enseñar después de Nueva York: un fantasma aterrador y divertido al mismo tiempo. La bibliotecaria. Los Cazafantasmas es esencialmente una comedia, pero que se toma a sus criaturas muy en serio. Por eso, aunque lamentamos que los tiempos del látex y la goma que daban vida a personajes como el Muñequito de los Marshmallows, o el inefable Slimer ya pasaron, el CGI parece tener aquí el adecuado tono entre lo corpóreo y lo etéreo, y con ello, ser a la vez cómico y fantasmal. El tono de mezcla de comedia y terror es delicadísimo, y ni siquiera Los Cazafantasmas es la mejor película de los ochenta en ese sentido (quizás Un hombre-lobo americano en Londres -1981- de John Landis sea la obra maestra de la conjunción de ambos géneros), y por supuesto con un trailer no podemos juzgar qué tal se le habrá dado al nuevo equipo, pero vemos trompazos y vemos sustos. De momento, nos vale.
La clave, posiblemente, esté en Feig, un director que en la estupenda Espías fue perfectamente capaz de demostrar que era capaz de rodar una película que funcionara como cine de género más o menos serio y, a la vez, como comedia que pusiera en solfa las convenciones de ese mismo género, sin que el ritmo ni el tono se resintiera. Aquí coescribe Katie Dippold, que ha participado en Parks & Recreation y ha guionizado la divertida Cuerpos especiales. En las manos de Feig y Dippold nos ponemos nos ponemos.
4. Clásicos básicos
Empezando por la susodicha bibliotecaria, y siguiendo por multitud de elementos de la primera película (las mochilas, los uniformes, Slimer, el Ecto-1, el cuartel general, los rayos e-xac-ta-men-te iguales que los originales entre otras muchas cosas), esta nueva Los Cazafantasmas es consciente (y está orgullosa de ello, parece ser) de su legado, y lo pone sobre la mesa. No nos gustaría que la película fuera un mero batiburrillo de guiños para complacer, oh-oh, a esos mismos que llevan meses poniendo en solfa al reparto, pero es poco probable que así sea. Al fin y al abo, a nadie le amarga un dulce, y cuando veamos al Ecto-1 dar tumbos por las calles, no vamos a prestar demasiada atención a si viene a cuento otra vez un coche fúnebre. Otro detalle que demuestra devoción por la primera entrega: la tecnología de chichinabo, la palabrería pseudotecnológica, ese «Tranquilo tío, soy un científico» que bramaba Venkman para hacer callar a los clientes más estirados, ese fetichismo por las turbinas encendiéndose y la vibración de connotaciones termonucleares. Todo eso está en el trailer, y nos pone los dientes largos.
Recordemos también que salvo piques insostenibles o situaciones insalvables (Ramis murió hace un tiempo), todos los miembros del reparto original aparecerán de un modo u otro en la película. Ah, y el guiño inevitable: el tema musical original, un perfecto y quemadísimo himno pop sobre el que hay que volver sí o sí. Seguro que cae nueva versión, aunque aquí sí que nos da miedo hacer apuestas por si se hacen realidad. ¿Una propuesta? OK, porque lo habéis pedido: The Hives.
5. Total: que sí
Juzgar películas por los trailers, ese vicio de Internet al que no nos resistimos, pero por dos buenas razones: porque es divertido y porque esta película nos importa. Nos apetece que salga bien y nos apetece volver a ver fantasmas fosforescentes del tamaño de una manzana de edificios, y gente cruzando rayos. El trailer es lo suficientemente consciente de su pasado como para enternecernos (es una suerte que los efectos de la primera película hayan envejecido tan condenadamente bien: pueden calcarlos directamente), pero a la vez añade elementos que pueden dar personalidad a este remake (¡el invento para dar puñetazos a los fantasmas! ¡el cepo! ¡la posesión con giro de cabeza incluído!).
De momento, las flores no se han caído.
Interesantes reflexiones, pero un microapunte… Yo creo que el "cuartel" no va a ser el mítico edificio de bomberos, sino el restaurante asiático, ¿no?
Vaya, igual no se ha entendido: al decir "Aún en uso" quería decir en uso real. :p
No, también es que le he buscado tres pies al gato y lo he entendido mal 🙂
"pero de vez en cuando también es saludable abrir puertas y ventanas y ventilar, que con tantos guardianes de las esencias, la cultura pop a veces también huele a chotuno." No puedo estar mas de acuerdo. Que hagan peliculas y luego ya decidiremos si nos gustan o no
Me habría encantado ver a Tina Fey, Amy Poehler y Bill Hader en el cásting. No pudo ser.
Luego, todo el tema del "reboot" me da un poco por el culo, la verdad. Quicir, esa sensación de película prólogo, del tener que esperar a una segunda parte para ver "algo nuevo", cada vez me da mas pereza. Cosa que no implica que la película sea mala. Es simple pereza. Prefiero esperar al "tomo omnibus" y ver dos/tres pelis seguidas (Sí, con Star Wars me pasa algo parecido).
Tenéis lo que os merecéis.