Esto está hecho. Ánimo, John Tones. Total, qué tienes hoy. ¿El Frankenstein de Bernard Rose, donde generan a la Criatura con una impresora 3D? ¿Qué podría fallar ahí?
11.38: Me permito una pequeña veleidad con Youth de Sorrentino, una especie de auto-exploit de La gran belleza que, sin embargo, tiene algún que otro momento de funcional ternura. Lo peor: lo que arranca como una historia de viejos hijos de puta se convierte en otra cosa, humana, emotiva y menos especial.
12.17:
12.34:
14.04: Frankenstein de Bernard Rose es una película atropellada y algo demencial: pretende adaptar una novela complejísima y con gran variedad de personajes, tramas y tonos con unos medios muy limitados. Pocos actores, escasos escenarios, poquísimo dinero… no lo consigue, claro, y sin embargo hay algo de extraño espíritu exploit tras sus intenciones claramente arties que salva la película. Quizás sea que le da tiempo de embutir en hora y media niña, ciego y masa enfurecida; quizás sea por algunas decisiones creativas propias, como la cara de la Criatura, que empieza bella y acaba deformada, entre otras cosas, por las sucesivas palizas que sufre; quizás que la película va a tal velocidad y hace unas elipsis tan demenciales que no da tiempo de aburrirse. En cualquier caso, es muy preferible a tantísimas versiones obcecadas con la fidelidad a la letra.
19.47: Quizás no es mala hora para recordar que este jueves a las 19.00 estaremos presentando CANINO en el Espacio Fnac del Festival de Sitges. Carita sonriente. ¡Acudid!
02.17: Bone Tomahawk es una mezcla de Centauros del Desierto y Holocausto Caníbal que contrariamente a lo que cabría esperar de semejante batiburrillo, funciona a las mil maravillas. Hasta su único problema, su excesiva longitud, funciona a su favor, dándole un ritmo desesperado. Tanto como los personajes que, comandados por Kurt Russell, van a rescatar a una mujer secuestrada por unos indígenas trogloditas. Redonda.
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