Recientemente fallecía el director británico Alan Parker, y buena parte de los obituarios alabaron su la habilidad para navegar entre géneros, sin constreñirse a ningún tipo de inercias: ni mainstream ni autorales. Su personalidad creativa era esquiva, provenía de un mundo tan equívoco como la publicidad, y nunca se comprometió a nada: solo, quizá, a que sus películas tuvieran una música estupenda.
- Cine
- agosto 5, 2020