Si existe una constante que una el cine de ese gran heterodoxo que es Nacho Vigalondo es la búsqueda de lo universal en la particular. Desde ‘Cronocrímenes’ a ‘Open Windows’, pasando por la triste ‘Extraterrestre’, un hecho doméstico, en muchas ocasiones miserable, acaba en una conspiración internacional con tintes de ciencia ficción. ‘Colossal’ no es distinta a esta proposición…y empieza con una borrachera.
- Cine
- junio 30, 2017