Allá por 2007, Tōru Iwatani, creador del Pac-Man original, puso punto y final a su obra con el celebradísimo Pac-Man Championship Edition. La mascota de Namco regresaba a sus raíces con un arcade que ampliaba la entrega fundacional. Ahora llega la secuela de aquel juego, un sucesor digno del legado de uno de los mitos absolutos del videojuego.
En la cultura pop producida de modo industrial todo son ciclos. Secuelas y reboots que hacen fritanga con éxitos del pasado, películas que se plantean de salida como parte enésima de una saga inabarcable, tebeos que acaban en continuará y nunca continuaron… el fantasma de la máquina siempre va a intentar exprimir los éxitos, pero lo cierto es que algunos de esos hitos que hace tiempo que no revisitamos se echan de menos. Revisamos algunos de ellos.
Fossil Games presenta un RPG con aires de 16 bits y muchos píxeles que nos pone en la piel de un zagal que debe escapar de un asesino muy loco en un campamento de verano. No lo sabíamos, pero Camp Sunshine podría ser el juego que estábamos esperando.
Y a la primera aventura de la historia, por añadidura. Este emulador online en Java te permite echar una partida al legendario Colossal Cave tal y como funcionaba en un venerable IBM 5150 de 1981. ¡No es perder el tiempo, es arquelogía!
El mito fue desenterrado recientemente para un documental: los cartuchos de Atari de ‘E.T. the Extraterrestrial’ que casi acaban con la industria del videojuego en 1982 (bueno, más o menos: en realidad fue más complicado) comienzan a arrojar beneficios más de treinta años después, revalorizándose por el factor nostalgia y, para qué negarlo, lo que nos gusta a todos mirar choques de trenes.