En inglés, al arte de versionar una canción se le llama «cover». Y, efectivamente, estas versiones son tan pluscuamperfectas y tienen tanta personalidad que consiguen hacernos olvidar los temazos que les sirvieron de referencia. Al menos, durante un buen rato.
Aunque las intenciones sean buenas, el circo del rock’n roll acaba tragándose la sinceridad. De ‘We are the world’ a Bono: el asombroso caso de los cantantes solidarios.
Parecen tonterías hechas para complacer a las radiofórmulas, pero en sus letras aguardan historias capaces de helarte la sangre o de lanzarte a las barricadas. Esta semana, nuestra playlist es un surtido de caramelos envenenados.
Según los redactores de esta casa que las han escogido, todas estas versiones se comen con patatas a las interpretaciones originales. ¿Estás de acuerdo?