No nos podemos quejar. Sega vuelve al mercado del hardware doméstico con, posiblemente, la mejor consola mini que se ha lanzado hasta ahora. Tampoco hay quejas sobre la cantidad de juegos que se han incluido y de la cuidada selección con dos juegos inéditos. Pero, como siempre, no llueve a gusto de todos. En CANINO seleccionamos otros 42 juegos que también eran merecedores de estar en la Mini.
Tras dos semanas de retraso respecto a Japón y América, por fin se pone a la venta la esperada versión mini de la icónica Mega Drive de Sega. La selección de juegos occidental lo tiene todo, o casi. Nos atrevemos a proponer otros 42 títulos que podrían haber estado en el nuevo hardware doméstico de Sega (sí, se hace algo raro de decir esta afirmación después de la descontinuación de Dreamcast), intentando subsanar aspectos que se han quedado algo huérfanos en la lista final.
Por ejemplo, Mega Drive era la consola del FIFA en la época y, en Estados Unidos, los deportes americanos aumentaban el catálogo y las ventas por aquellos lares. Sega no ha puesto ningún juego de este estilo a pesar de su importancia. Es cierto que es un género que ha envejecido mal, si obviamos los títulos que optaron por una marcada jugabilidad arcade. Para subsanar este error, hemos elegido un par de títulos atractivos incluso a día de hoy.
En conducción, está claro que el auge de los juegos de este género, en consolas domésticas, fue a partir de la quinta generación. Pero Sega, al parecer, se ha olvidado que no es moco de pavo lo que salió en Mega Drive. En cuanto a shooters, en Japón, las consolas de Sega eran las plataformas normalmente elegidas para los fans del género. No en vano, en Dreamcast se lanzaron decenas de juegos de este estilo hasta el 2007. En Mega Drive Mini hay unos cuantos incluidos (incluso uno inédito, Darius), pero aconsejamos unos cuantos más que harían las delicias de los amantes del género. Y no solo se vive de Street Fighter II o la secuela de Streets of Rage: en Mega Drive salieron otros tantos títulos de pegar leches que se han quedado fuera de la selección PAL igualmente disfrutables.
Y sí, también incluimos las sonadas omisiones de Sonic 3, Shining Force 2 y Thunderforce IV.
Super Monaco GP (1989)
Mítico y jugado hasta la saciedad por ser un título asiduo en los Mega Pack que acompañaban a la consola. Aparte de contar con la versión arcade (con un downgrade bastante evidente), Super Monaco GP contaba con un modo carrera por temporadas con 16 circuitos y con la posibilidad de retar a otros equipos para robar el asiento de su piloto. Largo, divertido y “realista” para la época.
Super Hang On (1989)
Otro caso parecido al anterior. Incluía el modo arcade de la recreativa original (muy largo, algo difícil de ver) así como un modo carrera en el que retábamos a rivales y podíamos mejorar nuestra moto. Mención a la magnífica banda sonora que le sienta como un guante al chip de sonido Yamaha de Mega Drive. Una pena que, a diferencia del arcade, haya cierta inestabilidad en los FPS.
Micro Machines 2: Turbo Tournament (1994)
A mediados de los noventa los chavales de la época todavía jugábamos con juguetes. En las franjas horarias infantiles de la televisión los Micro Machines solían tener su espacio con sus anuncios con solos de guitarra de fondo. Como todo, tenían que aparecer en las consolas de la época y Codemasters aprovechó la licencia creando estos juegos de vista cenital orientado al multijugador (hasta en el cartucho había dos puertos más para mandos). Decenas de tipos de vehículos, otros tantos circuitos y modalidades en uno de los más divertidos juegos de conducción de la consola.
Virtua Racing (1994)
¿Qué decir que no se haya dicho ya de esta obra maestra?. El chip SVP echando humo para que a los usuarios de la consola nos fuésemos preparando para el salto de generación. Una conversión muy decente, teniendo en cuenta que la versión arcade venía de una Model 1. Posiblemente el mejor juego de conducción de los 16 bits, e increíble para la época el tener todo un Virtua Racing en nuestras Mega Drive.
OutRun (1991)
Si bien es cierto que es una conversión algo pocha del clásico de Yu Suzuki y su equipo (sin ir más lejos, hay debate en cuanto a superioridad entre la versión de Mega Drive y la de PC-Engine programada por NEC Avenue), sigue siendo un juego muy disfrutable en la 16 bits de Sega. Eso sí, se hace extraño que a nuestro Ferrari no le suene el motor, pero uno de los símbolos de la compañía no hubiese extrañado que estuviese en la selección oficial de Mega Drive Mini.
International Superstar Soccer Deluxe (1996)
Desarrollado por Factor 5, el primer juego de la llorada saga Perfect Striker de Konami no llegó a Japón (a finales de 1995 la consola de Sega estaba muerta comercialmente en ese mercado), pero en occidente sí. Es cierto que la versión de Super Nintendo es mejor, tanto gráficamente como jugablemente (más rutinas para marcar gol, por ejemplo). Pero, a pesar de todo, tener este juego en tu Mega Drive era poseer el mejor juego de fútbol de aquella generación.
NBA Jam Tournament Edition (1994)
Por licencias es normal que no forme parte del catálogo de la Mini, pero este arcade 2vs2 con parte de las plantillas de los equipos de la NBA (o gente popular en la época: ¡podíamos jugar como Bill Clinton o El Principe de Bel Air!) es sin duda uno de los mejores juegos deportivos de la historia y nunca envejecerá. Diversión pura y dura.
Mortal Kombat II (1994)
Es cierto que en Super Nintendo la segunda parte de una de las sagas de lucha más mediáticas de la época arregló el desaguisado de la primera, siendo una versión visualmente mejor que la de Sega. Pero en esencia, en Mega Drive, Mortal Kombat II es una buena versión, sobre todo en lo jugable. Aparte de los decentes gráficos digitalizados y sus numerosos personajes, nunca está de más recordar los imponentes e inolvidables fatalities. Curiosamente esta saga estaba presente en las Mega Drive Mini de AT Games, lo que se nos hace inexplicable su omisión en esta ocasión.
Mega Bomberman (1994)
Otro título de Mega Drive eminentemente japonés que no salió en su país, mientras que en las competidoras era una de las sagas anuales. Diversión sin más complicaciones y multijugador para cuatro personas (cinco en la consola de NEC). En esta conversión de Bomberman 94 de PC-Engine ya se introdujeron nuevas mecánicas, como los animales como power ups, dando más variedad al asunto y allanando el camino a la posiblemente mejor entrega de la franquicia: Saturn Bomberman.
Rocket Knight Adventures (1993)
Konami titubeó para dar el salto a Mega Drive, y cuando lo hizo le costó algo de tiempo desarrollar un juego que no fuese una conversión inferior a las que se veían en Super Nintendo. Pero con la salida de Rocket Knight Adventures en exclusiva, por fin la competencia veía que las compañías afines a la consola de Sega también se le estaba empezando a tomar en serio. Mucha acción y más frenético de lo que parece.
Sonic 3 & Knuckles (1994)
Ninguneado por Sega, posiblemente por temas legales (aunque en Steam esté disponible con la banda sonora modificada), el combo de estas dos partes forman, posiblemente, la cima de la saga 2D del erizo azul.
Sonic Eraser (1991)
Sinceramente, salvo la aparición de Sonic, pocos elementos más se relacionan con el erizo azul. Básicamente es un clon de Puyo Puyo que estuvo disponible en el servicio japonés de descarga de juegos que tenía Mega Drive en la época. Pero ya que estamos, este desconocido puzle se podría haber incluido como parte de esta supuesta recopilación de todos los juegos de Sonic en Mega Drive. Si lo probáis, tened cuidado con vuestros tímpanos.
Sonic 3D (1996)
Casi diríamos que Sonic es Mega Drive (y viceversa). Y por ello, con la inclusión de esta entrega se podría haber tenido toda la saga de Sonic en la Mini de Sega. Amado y odiado, (con tendencia a la segunda opción) es cierto que no deja de ser un título bastante divertido, diferente y una de las puntas de lanza gráficas de la ya vetusta consola (Sonic 3D salió a la venta cuando Mega Drive ya llevaba 8 años en el mercado).
Aladdin (1993)
¿Qué prefieres, la versión de Super Nintendo o la de Mega Drive? Esta pregunta es la que siempre sale a la palestra cuando se habla de uno de los grandes del catálogo. Shinji Mikami, que se encargó de la versión de SNES lo tiene claro: la versión de Virgin (ojo, a cargo de David Perry) es mejor, aunque sólo sea porque nuestro protagonista maneje una espada. La atención al detalle, las animaciones…lo más parecido a una película interactiva, obviando lo que salía en Mega-CD y similares, se encontraba en esta versión de la cinta de Disney
Alien Soldier (1995)
Uno de los cantos de cisne de la consola, por lo menos en Japón, que sin embargo sólo se incluye en la versión Asia de la Mini. Un boss rush en la que hay que medir todo al milímetro para salir airoso. De lo mejorcito técnicamente de Mega Drive. Ya lo avisan en el menú principal con el mismo claim publicitario que se utilizó en el lanzamiento japonés de la consola: Visual shock! Speed shock! Sound shock!
Ristar (1995)
El Sonic Team, después de la salida de la tercera parte de la mascota de Sega, buscaba otros retos y prueba de ello es que no sacaron una nueva entrega de Sonic hasta la salida de Dreamcast. Ristar es el primer juego de esa transición, en el que la sombra del erizo azul sigue de alguna manera presente, pero en cambio se deja de lado la velocidad por una aventura mucho más pausada, basado en la capacidad de agarre de nuestro protagonista.
Pulseman (1994)
Desarrollado por Game Freak, este plataformas aúna elementos de Megaman, Sonic y Rocket Knights Adventures. No salió de Japón (aunque sí en el servicio Sega Channel), y fue una pena, ya que es de los mejores exponentes de Mega Drive. Bella factura técnica, que rivaliza con las obras de Treasure en exprimir a Mega Drive, aunque chirría bastante la calidad de las voces digitalizadas que ríete tú de las de Street Fighter II.
Flashback (1993)
Un Prince of Persia actualizado y técnicamente de lo mejor de la generación (¡hay hasta cutscenes!). Ha salido hasta en prácticamente todo tipo de dispositivos, pero nunca está de más volver a buscar una excusa para adentrarnos en la maravilla que creó Delphine Software. A pesar que ya había versiones mejores, en Mega Drive aguanta el tipo muy bien reteniendo animaciones y la conseguida inmersión de su mundo.
The Revenge of Shinobi (1989)
Incluido en la versión japonesa, y posiblemente más icónico que Shinobi III por ser prácticamente juego de lanzamiento. Ritmo algo más pausado que otras de sus entregas, donde la cultura pop (en la versión japonesa) está presente de una manera muy atractiva. Manejas al mítico Ninja Joe Mushashi en largos niveles y donde te enfrentas a Spiderman, Batman o Godzilla mientras escuchas la banda sonora de Yuzo Koshiro ¿qué más se puede pedir?
Soleil (1994)
Uno de los pocos títulos traducidos al castellano que tuvimos en la consola. Es verdad que es una especie de Zelda algo más facilón (y corto). Pero es de los juegos más recordados por quienes lo han disfrutado, en parte por su argumento conciliador entre la naturaleza y el ser humano. De esos juegos que no han envejecido nada.
Shining Force II (1993)
Esta segunda parte de una de las propiedades intelectuales de Sega mejoraba en prácticamente todo a su antecesora. Más largo y más libre, debido a que puedes volver a sitios ya visitados. A diferencia de la mayoría de TRPG de la época, podemos explorar libremente por ciudades y el mapeado, lo cual es un plus. Encima el protagonista se llama Bowie, por lo que ya hay motivos suficiente para confiar en la calidad de esta entrega de la mítica saga.
Shadowrun (1994)
En aquellos años se hicieron conversiones totalmente diferentes entre las consolas del momento de esta franquicia de rol. La versión de Mega Drive, posiblemente sea la más fiel al espíritu Shadowrun, ya que tiene muy presente los elementos característicos de los juegos de rol de papel y lápiz. Si añadimos que tiene toques de sandbox y de JRPG, esta versión para la consola de Sega resulta altamente interesante.
Thunderforce IV (1992)
En foros y redes sociales hay unanimidad, se debería haber sacado la cuarta parte de la saga Thunderforce. ¿Razones? Mejores gráficos, variedad, velocidad, duración…todo, absolutamente todo es mejor en esta cuarta parte. La mejor entrega de la saga para la mayoría, aunque la versión de Saturn corrige ciertos errores (como las ralentizaciones). Ojito a la banda sonora, de las mejores de Mega Drive.
Battle Mania Daiginjou (1993)
Inédito en el mercado occidental, este shooter de culto es uno de los juegos más caros de Mega Drive. Otro título en el que la segunda parte mejora en todo a la primera. Bastante largo y con musicón. Si habéis jugado a Forgotten Worlds de Capcom, Battle Mania Daiginjou os lo recordará bastante por la posibilidad de disparar en ocho direcciones.
Panorama Cotton (1994)
En este caso estamos ante uno de los juegos más impresionantes gráficamente de la consola de Sega, sin necesidad de chips externos y add-ons. De hecho, podría pasar casi por un juego de las placas super scaler si no fuera porque no va tan fluido como debería. Pero sigue siendo una proeza (atención a las transiciones entre zonas), por lo que se lo perdonamos. Si lo comparamos con Space Harrier II, Panorama Cotton le pega un repaso bastante importante.
Ranger X (1993)
Una especie de Assault Suit Leynos, que sí se incluye en la versión japonesa de la Mini de Sega, pero más brillante técnicamente (tiene uno de los mejores efectos de scroll de Mega Drive). Difícil e intenso. Quien tenga debilidad por los juegos de mechas y en el que te puedes desplazar con un jetpack, Ranger X es de lo mejor del catálogo.
Urban Strike (1994)
Cualquiera de las tres entregas que salieron en Mega Drive son recomendables. Personalmente me quedaría con Urban Strike (que es el que tuve en su momento) debido a la variedad de misiones, ya que hay ocasiones en el que podemos salir de nuestro helicóptero a matar a todo el que se nos cruce (por ejemplo, en la cárcel de Alcatraz). Como en toda la saga, el argumento era una interesante historia política, no tan común en las consolas de la época.
Sunset Riders (1993)
Otro clásico de las recreativas que también apareció en la consola de Sega. Esta versión de Mega Drive parece una versión diferente, para lo bueno y para lo malo. Lo bueno es que da la impresión de estar rehecho para la ocasión. Lo malo es que gráficamente deja algo que desear en comparación a otras versiones, debido a que se utilizó un cartucho de espacio ínfimo. Pero lo importante sigue ahí, divertir con tan solo utilizar dos botones.
Musha Aleste: Fullmetal Fighter Ellinor (1990)
Uno de los mejores shooters de Mega Drive, a pesar que gráficamente haya envejecido peor que otros (aunque se le perdona, es de las primeras hornadas de la consola). Manejamos a un mecha en un Japón feudal futurista, mientras castillos japoneses que se desplazan como si fuesen tanques nos disparan misiles. Frenético, largo para los cánones del género e interesante por cómo se tratan algunas referencias del folclore japonés.
Burning Force (1990)
Otro título que bebe de Space Harrier. Conversión del arcade, algo venida a menos, pero que por lo menos conserva la sorprendente fluidez de los escenarios. Otro juego mejor que el mencionado Space Harrier II, a pesar que el trasfondo de Burning Force no sea algo tan interesante: ayudar a graduarse a nuestra cadete protagonista para que la asciendan de rango. Por cierto, otra banda sonora excepcional.
Viewpoint (1994)
Una de tantas proezas técnicas de la consola de Sega, donde hay momentos que parece que nuestra Mega Drive es otra consola más potente. Conversión muy admirable de un juego que venía de MVS, ni más ni menos. Si bien es cierto que ya en la época la versión de Neo Geo CD era superior, esta de Mega Drive se considera mejor que la posterior versión que salió en Playstation, a cargo de Visual Concepts.
The Chaos Engine (1994)
Siempre es bien recomendar juegos de los míticos The Bitmap Brothers y más cuando esta versión no desmerece para nada en comparación con las de máquinas superiores. De hecho quien no pudiese tener un Amiga, la versión de Mega Drive era la más cercana en cuanto a calidad. Un shooter con mucho componente de puzle, en el que si jugamos en compañía, mejor que mejor.
Mercs (1991)
Uno de esos títulos en los que Sega adquiría la licencia a Capcom para reprogramar sus juegos y poder publicarlos en Mega Drive, como en los casos de Strider o Ghouls´n Ghosts. Era casi como tener el arcade en casa ¿Lo malo? No conserva el modo multijugador. Pero a cambio se nos obsequia con el Original Mode, que incluye niveles inéditos, así como diferentes personajes con sus propias armas. Vamos, dos juegos en uno.
Theme Park (1995)
No necesita presentación. Horas perdidas ante este constructor y gestor de parques de atracciones cuando Peter Molyneux todavía era alguien en el sector. Organiza a tu gusto el diseño del parque, contrata el personal y mantén contentos a los visitantes sin quebrar. Convertir una parcela de tierra en un parque temático exitoso nunca ha sido tan divertido. La versión de Mega Drive está programada por la misma Bullfrog, y no por los estudios subcontratados que solían encargarse de las versiones de consola.
Herzog Zwei (1989)
Uno de los primeros títulos que salieron para Mega Drive, y se nota gráficamente. Pero a pesar de su apariencia vetusto, esta segunda parte sigue sorprendiendo en cuanto a lo que ofrece. Parece un shooter de desplazamiento libre (de hecho se puede jugar de esta manera), pero resulta que en esencia es un RTS. Sí, capturar y defender bases mediante la generación de tropas y recolección de recursos ¿cómo os quedáis?
Streets of Rage (1991)
Muchos amantes de la consola de Sega prefieren esta primera parte. Ya sea por nostalgia (Streets of Rage solía estar en los mencionados Mega Packs) o porque realmente guste más, es cierto que esta primera parte no le va a la zaga a su sucesor, ni mucho menos. Hostias como panes con estética ochentera y otra vez bajo la batuta de Yuzo Koshiro ¿qué más queréis?
Teenage Mutant Ninja Turtles: The Hyperstone Heist (1992)
Injustamente tratado, posiblemente por no basarse en su totalidad en la fabulosa conversión a Super Nintendo de la recreativa Turtles in Time. Tampoco ayudaba que luciera algo peor que en la consola de Nintendo y que las pocas fases se hicieran algo largas (lo contrario que en la versión de SNES). Pero era todo más frenético, en parte gracias a que la banda sonora estaba alterada para que sonara más rápido. Un valor seguro para jugar a dobles en uno de los mejores títulos de una de las franquicias noventeras más icónicas.
Greatest Heavyweights (1993)
Simple y llanamente el mejor juego de boxeo de los 16 bits. Un modo carrera envidiable que nos puede llevar semanas, en el que podemos crear a nuestro personaje y mejorar sus atributos. Cuando nos cansemos, tenemos la posibilidad de elegir a boxeadores históricos como Muhammad Ali o Rocky Marciano, entre otros, para batirnos en combates con un ritmo más rápido de lo normal en un juego de este tipo.
Yu Yu Hakusho: Makyo Toitsusen (1994)
Treasure, ya en 1994, lanzó al precursor de muchos de sus producciones posteriores (Yu Yu Hakusho: Makyo Toitsusen tiene un poco de Guardian Heroes y los numerosos juegos de Bleach que sacaron posteriormente). Es cierto que gráficamente puede parecer feo, pero si habéis visto el anime, lo curioso es que el estilo “sucio” está recreado con cierta gracia. Otro de los títulos de Mega Drive que pueden jugar hasta cuatro jugadores a la vez, ya sea a lo battle royale o por grupos. Aparece en la Mega Drive Mini japonesa, y curiosamente salió a la venta en Brasil.
Splatterhouse 2 (1992)
Ahora que la primera parte va a estar incluida en PC-Engine Mini, solo recordar que su segunda parte salió en exclusiva en Mega Drive…siendo más de lo mismo. Vale, Splatterhouse 2 ya era un título que ya en la época no lucía bien en muchos de sus atributos, pero esto es CANINO y había que mencionar a uno de los referentes gore en los videojuegos de la época. Animaciones algo arcaicas, control lento, pero manejamos a un tipo con una mascara bateando a bichos que se estampan en las paredes como moscas. Hay que jugarlo.
Alien Storm (1991)
Buena conversión del arcade, aunque con ciertas diferencias. En Alien Storm se incluían un par de mecánicas muy interesantes y poco vistas en este subgénero. Primero, los niveles en primera persona a lo Operation Wolf. Y segundo, teníamos que vigilar nuestra energía a modo de munición si no queríamos terminar dando golpes físicos poco efectivos. Sabiendo que era el sucesor espiritual de Golden Axe, pero con una ambientación totalmente diferente, la calidad estaba presente.
Samurai Shodown (1994)
Obviando las prohibitivas versiones domésticas de Neo Geo, la mayoría de los mortales nos teníamos que conformar con ports bastante inferiores de los juegos de SNK. Pero estas daban bastante el pego (o por lo menos eso creíamos en la época) y nos hacían olvidar momentáneamente el deseo de tener una recreativa en casa. La primera parte de Samurai Shodown es posiblemente la mejor conversión de un juego de SNK en Mega Drive (y la peor que se hizo para SNES). A pesar de no haber podido emular el zoom característico de esta saga, sí que conserva su jugabilidad, además de aprovechar la máxima resolución de la consola de Sega.