Imagínese usted de niño o niña en el año 84. Llegan los Reyes, hay que escribir la carta y recibe un catálogo de juguetes como guía. En él se encuentran poderosos caballeros Jedi, héroes americanos, princesas de cuento y musculados bárbaros de cabello blondo. Un paraíso perdido, sin duda, que necesitaba un explorador de la memoria que llegara a lo profundo de esa jungla de plástico.