Un cómic sobre el copyright (y cómo esquivarlo) te cuenta una historia alternativa de la música

Si aplicáramos las leyes de copyright tal cual están formuladas acabaríamos con el arte de inmediato. Para entender porqué, los profesores de la universidad de Duke James Boyle y Jennifer Jenkins han creado un cómic donde te explican la historia de la música… a través de sus robos y sus intentos de evitarlos.

La historia del arte es la historia del robo. Eso no debería pillar a nadie por sorpresa. Desde el principio de los tiempos, cuando alguien creó una pieza de arte, otro alguien se inspiró en aquello para crear la suya propia, iniciando así lo que, hasta hoy, es una infinita cadena de robos sin la cual no podríamos haber llegado hasta donde estamos. A fin de cuentas, eso es la creatividad. No crear algo nuevo, sino combinar diferentes elementos de aquello que ya existe.

Eso es lo que nos explican James Boyle y Jennifer Jenkins en Theft! A History of Music, una novela gráfica sobre cómo la historia de la música es la historia de dos mil años de robos.

En sus más de 260 páginas, el cómic hace un repaso desde la antigua Grecia hasta prácticamente anteayer, explicándonos cómo cualquier intento de estandarizar o limitar lo que se puede o no hacer en la música siempre ha acabado en un absoluto fracaso. Hablando de trovadores, la creación de la imprenta y el desarrollo de los derechos de la propiedad, de cómo nació el sampling y hasta como la copia, por lo general, ni siquiera es un hecho consciente, transitan de lo legal a lo artístico pasando por lo psicológico sin perder nunca de vista su objetivo: contarte cómo se crea la música. Todo ello con un estilo ameno, esquivando lo puramente académico, pero sin dejar de lado todo el rigor que se espera de un par de profesores de la universidad de Duke.

Si te interesa saber más sobre copyright, música y creatividad, puedes descargar el cómic completamente gratis, gracias a su licencia Creative Commons. Algo lógico, dado la temática del cómic. A fin de cuentas, es difícil apoyar las restrictivas leyes de copyright actuales después de haber terminado de leer lo que tienen que decir Boyle y Jenkins.

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