#untemazodiario – 19 de enero de 2016

¿Te ahoga el estrés cotidiano del mundo capitalista? ¿Necesitas encontrarte a ti mismo en un lugar exótico a la par que solidario? ¡No lo pienses más! La agencia de viajes Dead Kennedys te propone pasar unas vacaciones en Camboya.

No hace falta haber visto Los gritos del silencio para saberlo: la vida en la Camboya de los 70 no era precisamente una fiesta. Situado, por cosas de la geopolítica, en uno de los puntos más calientes de la Guerra Fría, el país asiático llevaba padeciendo desde 1963 la dictadura de los Jemeres Rojos, una facción dispuesta a aniquilar a tantos de sus súbditos como fuera necesario para edificar una utopía comunal y agraria. Espoleados por las masacres perpetradas por EE UU (¿han visto Apocalypse Now, no?) y con el encantador lema «Manteneros con vida no es una necesidad, acabar con vosotros no supone una pérdida», los esbirros del líder Pol Pot llevaron a cabo una criba humana que se saldó con más de un millón de víctimas, y durante la cual uno podía dar con sus huesos en una fosa común (en el mejor de los casos) o en un campo de trabajo (en el peor) por crímenes tales que llevar gafas. Tamaña atrocidad sistemática se prolongó hasta 1979, y sus espinosas ramificaciones ideológicas pueden causar incomodidad en cualquier cantautor comprometido. Pero no en los Dead Kennedys, claro.

En 1980, después de que una invasión vietnamita (qué cosas…) acabase con la autoridad de Pol Pot, Jello Biafra y sus muchachos usaron los horrores de la dictadura camboyana para poner a caldo a un cierto tipo de individuo. Hablamos de ese sujeto de origen social tirando a acaudalado y educación superior, que no para de repetir consignas y de gozar de la superioridad moral que le proporciona su opción política mientras medra cómodamente a la sombra del sistema y de su bien provista cuenta corriente. ¿Cuál es el mejor tratamiento para semejante cenutrio? Pues la banda de San Francisco lo tiene claro: una doble dosis de socialismo budista administrada en un país en el que «trabajarás a punta de pistola por un cuenco de arroz al día / y serás el esclavo de los soldados hasta que mueras de hambre y claven tu cabeza en una estaca». Todo muy políticamente correcto, vamos. Incluso hoy.

Convertida en un himno punk prácticamente desde el día de su publicación (en formato single primero, y después en el álbum Fresh Fruit For Rotten Vegetables), Holiday In Cambodia ha gozado de innumerables versiones por parte de bandas de todo pelaje. Pero, si tenemos que quedarnos con un cover, ese sería R Kelly In Cambodia, la interpretación firmada por Blowfly. El recientemente fallecido rey del funk guarro y paródico reescribió el tema, con la colaboración del propio Jello Biafra, para cachondearse del cantante de R&B y sus problemillas legales. Ojito con la mutación…

Como cada día, puedes escuchar los temazos seleccionados hasta el momento en nuestra lista de Spotify.

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