Llega el verano y casi parece mentira tener un poco de tiempo libre. No busquéis más, ese tiempo hay que llenarlo de buenas y variadas lecturas. Nuevos mundos que soñar, nuevas historias por conocer, nuevos autores/as por descubrir o, simplemente, diversión en la montaña, en la playa o donde quiera que uno se desplace. Estas 27 novedades te garantizan una refrescante pausa literaria para estos meses de calor.
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¡Fuera complejos! Las propuestas que traigo hoy tienen un poco de todo y más de uno se va a llevar una sorpresa en esta ocasión. No me he limitado a novelas de género policíaco (que solían ser mis favoritas en vacaciones), y hay ciencia-ficción, ensayo, superhéroes e incluso terror. Tampoco falta historia y nuevas promesas;, o clásicos contemporáneos. El objetivo, como siempre, es buscar libros con los que evadirse de esa realidad que nos ahoga más en el calor estival. Como bien dijo Chesterton, “la literatura es un lujo, la ficción una necesidad.” Necesito leer como respirar, así que pasen los/las grandes protagonistas de esta selección.
Carter, de Ted Lewis (Sajalín Editores)
En esta novela se junta uno de los tropos más usados en el cine y en la literatura: la venganza. Lo mejor de todo es que el que la ejecuta es ni más ni menos que un sicario que vuelve para averiguar qué esconde la muerte de su hermano. Creo que es casi imposible que no me guste una novela con un sicario/asesino a sueldo/etc de protagonista y este es un nuevo ejemplo: un punto de vista que, si funciona, es retador y diferente. Además, estamos ante una de las novelas pioneras del género en Gran Bretaña y que, en su momento, originó una película de la que al final ha terminado adquiriendo su nombre protagonizada por Michael Caine. La selección del sello Al margen de Sajalín es siempre una garantía de calidad.
Hombres en el espacio, de Tom MacCarthy (Pálido Fuego)
Si hubiera que elegir una editorial que mantiene su sello de identidad a lo largo del tiempo pase lo que pase en el mercado, desde luego, la escogida podría ser Pálido fuego: su editor siempre aboga por sacar novelas de calidad que cuidan especialmente el estilo y la temática tratada. Una de sus últimas apuestas es el norteamericano Tom McCarthy, del que publicaron anteriormente Satin Island y que ahora vuelve con esta novela ambientada en el momento de la escisión de la antigua Checoslovaquia en las dos repúblicas actuales y cómo se encarga la copia de una valiosa pintura a un artista checo; un pretexto como otro cualquiera para tratar una época histórica y el tema del poder entremezclado con el arte. Buena oportunidad para comprobar si es verdad que el pensamiento y el análisis narrativo no están reñidos con crear una historia que consiga intrigarte.
La chica de Kyushu, de Seicho Matsumoto (Libros del asteroide)
Han pasado ya casi tres años desde la publicación por parte de Libros del Asteroide de El expreso de Tokyo, una novela que aprovechaba todos los mecanismos de la novela mystery sumándole un manejo de la precisión proverbial; con esta segunda entrega, publicada originalmente en 1961, no se habla tanto de una novela detectivesca como de una novela negra al uso con un fuerte tejido social de fondo (en este caso, los pobres que no pueden permitirse abogados caros para defenderse) y que deviene en una historia en la que la venganza se convierte en el leitmotiv. A pesar de ciertas repeticiones innecesarias y la falta de una investigación propiamente dicha, hay que reconocer que la trama confluye de manera adecuada para llegar a un final de alto voltaje.
El hombre del traje negro, de Stephen King (Nórdica)
Parece mentira pero uno de los cuentos de King más laureados no tenía edición en solitario en español (aparte de estar incluido en la antología Todo es eventual) a pesar del éxito del autor. Lo mejor de todo es que en Nórdica han decidido tratarlo como se merece y realizar una edición preciosa donde se incluyen dicho cuento y el que fue origen del homenaje de King: El joven Goodman Brown de Nathaniel Hawthorne. Gran acierto, ya que el cuento del segundo es aún mejor; si añadimos a este cóctel las magníficas ilustraciones de Ana Juan que ayudan a ambientar la lúgubre atmósfera del cuento, nos encontramos con una lectura estupenda desde casi cualquier punto de vista. Puro hedonismo.
Experimental Film, de Gemma Files (Biblioteca de Carfax)
Tarde o temprano, había que hablar por aquí del nuevo sello de novelas de terror La biblioteca de Carfax; no solo porque se atrevan a lanzarse a por una de las empresas menos rentables (editar terror) sino porque, además, los libros que están cogiendo cumplen mínimos de bastante calidad. El tercer título de la colección es este Experimental Film, que sirve de carta de presentación de la escritora nacida en Londres Gemma Files. La historia que nos trae, ambientada en Canadá, trata sobre una profesora de cine que descubrirá unas cintas de vídeo que están ligadas a fuerzas sobrenaturales muy peligrosas. Promete… y mucho.
Enterrado por placer, de Edmund Crispin (Impedimenta)
No se me ocurre mejor lectura veraniega que una de las divertidísimas aventuras de Gervase Fen, el original profesor y detective creado por Edmund Crispin. Sobre todo porque conjuga a la perfección una serie de ingredientes que, juntos, son imbatibles: por una lado una buena trama policíaca, por el otro la utilización de un nexo en común para hilvanar la historia (en otros casos era la música o la propia literatura, en esta entrega es la política) y, sobre todo, una capacidad innata para hacer buen humor de manera muy inteligente.
Fuego, de Joe Hill (Nocturna Ediciones)
Alguna vez he comentado por redes sociales o en mi blog mi total predilección por el trabajo literario de Joe Hill, un autor de una gran imaginación y que sabe aprovechar los cánones del género para darle una vuelta y ofrecer algo distinto. Tenía pocas esperanzas por ver algún libro suyo de nuevo por aquí y mira, se han atrevido en Nocturna con su última (y voluminosa novela) donde el protagonista es “una espora que marca la piel de los contagiados con manchas negras antes de hacerles estallar en llamas.” Deseando combinar este fuego con el infierno de verano que está haciendo: Hill está forjando una carrera sólida sin necesidad de aprovechar el éxito de su padre.
La quinta estación, de N.K. Jemisin (Nova – Ediciones B)
En mi caso, también suelo aprovechar el verano para acercarme a la ciencia-ficción y, la verdad, qué mejor forma de hacerlo que irse al último premio Hugo. La quinta estación es la primera parte de la trilogía de la Tierra Fragmentada y se trata de ficción especulativa que promete innovación y, afortunadamente, diferentes puntos de vista y focalizaciones. Tengo muchas ganas de conocer a esta autora y el verano puede ayudar a hacerlo en profundidad.
El diario de la dama Izumi, de Izumi Shibiku (Satori Ediciones)
Nunca dejará de sorprenderme el montón de escritoras japonesas que había en el siglo XI, después de haber leído dos obras maestras como La Historia de Genji y El libro de la almohada, este diario promete nuevas maravillas. Se trata de una crónica de un año de amor narrada en primera persona por su protagonista y tiene la magia de los amores clandestinos, de aquellos amores que desafían las convenciones establecidas adelantándose a su tiempo.
La muerte espera en Herons Park, de Cristianna Brand (Siruela)
¿Puede darse la posibilidad de que alguien no esté convencido con el nuevo sello de policiaco de Siruela? A menos que no te guste el género, no puedo encontrar otra razón de peso. En esta ocasión nos trae una nueva recuperación de una autora de la época. Lo bueno es que han seleccionado a su detective más conocido, el inspector Cockrill y, de sus novelas, la segunda (llamada inicialmente Green for a Danger y publicada en 1944). Tal fue su éxito que tuvo adaptación al cine en una exitosa película de 1946: se trata de un típico whodunit que escoge como marco temporal un hospital en la Segunda Guerra Mundial, donde seis médicos y seis enfermeras son los sospechosos.
El poder, de Naomi Alderman (Roca)
Con el tiempo habrá que evaluar la influencia (más que positiva) de Margaret Atwood en autoras posteriores. Esta novela es heredera de El cuento de la criada pero la autora solo toma una serie de señas de identidad que le sirven para subvertir la historia y plantear un mundo dominado por las mujeres a dos niveles: la inicial en la que se plantea una novela de ficción escrita por un hombre y la propia novela con la historia de cómo se instituye un matriarcado debido al surgimiento de un poder eléctrico que solo tienen las mujeres. Lo bueno es que no se limita a la historia sino que nos quiere hacer reflexionar, no solo sobre cuestiones de género, sino sobre cómo el poder puede cambiar a las personas. La ironía final es tan deliciosa que no pude evitar soltar una carcajada. Ganó el Baileys Prize, la confirmación que necesitaba para ser conocida, al menos en medios anglosajones.
La cámara diabólica, de Ernest William Hornung (Defausta)
El segundo título de la nueva colección de Cosecha Negra que han lanzado en Defausta me convence aún más que el primero que ya recomendé por aquí. Hornung es un escritor nacido en el siglo XIX que se hizo especialmente famoso en su momento por crear un ladrón de guante blanco en el Londres victoriano, A.J. Raffles, debido sobre todo a que él (y su compañero Bunny Manders) estaban inspirados en Watson y Holmes. El título escogido no tiene nada que ver con él, sino con las desventuras de Pocket Upton, un estudiante de un internado inglés que se encontrará con un crimen que es necesario resolver. El aire clásico de la narración está mezclado con ligeros tintes terroríficos y es tan fresco, hoy en día, como un granizado de limón.
En busca de New Babylon, de Dominique Scali (Hoja de lata)
Me ha costado mucho no poner más títulos de la editorial Hoja de lata entre estas recomendaciones. De hecho podría haber puesto los cuentos que acaban de sacar de la autora de Tea Rooms, Luisa Carnés, su gran éxito del año pasado, pero he querido centrarme en dos títulos quizá no tan conocidos y que cuentan con menos atractivo inicial. Tal es el caso de Dominique Scali, escritora quebequesa que pasa a engrosar la nómina de la editorial con esta obra, su ópera prima: un western de sabor clásico mezclado con un estilo narrativo contemporáneo. Cuatro voces que se alternan en la historia para ir contando su parte y conformar una novela de esas que revitalizan el género de manera inteligente. Hay respeto por el género pero también una gran audacia para que no sepa a rancio.
Wonder Woman: El feminismo como superpoder, de Elisa McCausland (Errata Naturae)
Indudablemente, y tras tantos años desde la creación del personaje, podemos estar hablando del año de la superheroína. El éxito de la película va a ayudar a que la gente se acerque al personaje y no se me ocurre ninguna forma mejor de conocerlo que a través de este texto creado por la persona que más sabe sobre ella en España. Elisa McCausland es una divulgadora incansable dotada de una inteligencia y capacidad de análisis muy por encima de la media y este ensayo puede resultar imprescindible. Ya es hora de que ahondemos de verdad en la más importante superheroína de DC.
Fantasmagoría. Magia, Terror, Mito y Ciencia, de Ramón Mayrata (La Felguera)
Prodigioso tratado el que nos trae La Felguera gracias al inmenso trabajo de Mayrata; una especie de historia oculta de la humanidad contada a través de la magia, de lo que es ilusión, de lo fantasmagórico. Una historia que se remonta a la Revolución Francesa y es la mejor forma de comprender la evolución de la magia de una manera rigurosa y erudita. Todo profusamente ilustrado, lo que contribuye a crear un libro especial, mágico, misterioso y divulgativo al mismo tiempo.
Desplazar el centro, de Ngũgĩ wa Thiong’o (Rayo Verde)
En este artículo ya hable de por qué debería ganar el Nobel de literatura este escritor; el tiempo está pasando y casi prefiero que siga sin ganarlo, mientras esté en las quinielas varias editoriales están dedicándose a sacar su obra y esto es lo que importa. Una de las que ha apostado firme por él es, sin lugar a dudas, Rayo Verde; están acometiendo la publicación de sus memorias pero, mientras llega el segundo volumen, han publicado este ensayo que vuelve a demostrar lo difícil que es que premien a un autor tan comprometido. En Desplazar el centro demuestra el daño que han hecho cuatrocientos años de imperialismo (europeo en su mayoría) y cómo es necesario, en los tiempos actuales, desplazar ese centro conocido hacia otras esferas culturales que no tienen el poder. Un tema muy peliagudo que es tratado con clarividencia por el autor keniata.
El caso de Betty Kane, de Josephine Tey (Hoja de lata)
En mi primer artículo para CANINO hablé de La señorita Pym dispone, una excepcional novela de Tey que publicó en 2015 la misma editorial. Ya comenté allí la importancia de esta escritora, contemporánea de Christie, Sayers o Marsh en aquella edad dorada de la novela policíaca en su vertiente más mystery. Con este nuevo título tenemos la oportunidad de disfrutar de una nueva novela de esta estupenda escritora; este caso atípico casi podría encuadrarse en las novelas no protagonizadas por su investigador más conocido, Alan Grant, que curiosamente hace una pequeña aparición al principio. De todos modos, creo que se puede esperar un policíaco muy diferente a lo habitual porque Josephine Tey era bastante juguetona con estas cosas.
Los años ligeros. Crónicas de los Cazalet, de Elizabeth Jane Howard (Siruela)
Otra propuesta interesante, una novela contemporánea que nace con la intención de ser un clásico contemporáneo (1990 fue el año de su publicación). La primera de estas crónicas que reflejan la vida inglesa empezando en 1937-1938 y que irán avanzando en el tiempo a lo largo de tres generaciones es una de esas novelas-río que muestran cómo ha ido cambiando la forma de ser de una nación. Habrá que comprobar la pericia de la autora pero es un tipo de temática que siempre me ha atraído muchísimo.
El pelotón rojo, de Clinton Romesha (Crítica)
Narración en primera persona de uno de los conflictos más sangrientos de la guerra de Afganistán por parte de uno de sus supervivientes, que encabezó la defensa de un puesto y el contraataque posterior. Más allá de que esté centrada en la prspectiva norteamericana, la narración resulta tan potente como si te encontraras en medio de una película de acción: las balas silban a tu alrededor, hueles el sudor y sientes el dolor de los que están luchando. Acción a raudales para leer al lado de la piscina o frente al mar.
Cuadernos de escritoras: El sueño de sultana, de Rokeya Sakhawat Hossain (Palabrero)
Esto no es un libro propiamente dicho. De hecho, tiene más sentido llamarlo cuaderno, pero no quería dejar pasar la oportunidad de visibilizar una iniciativa tan original como esta que nos traen desde Palabrero; se trata de un cuadernito para tomar notas que incluye en sus páginas iniciales una breve biografía de una escritora olvidada en el tiempo, con un texto relativo a su obra. En este primer caso la escritora escogida es la india Rokeya Sakhawat Hossain, el texto es una fabulita muy original (hay que recordar que la escritora nació en el siglo XIX) que nos muestra una sociedad india matriarcal, toda una utopía hoy en día. Toda una doble victoria la mezcla de cuaderno y nuevas autoras.
Desastre & Total 4. Mundo de zumbados, de Stephan Pastis (Molino-RBA)
A estas alturas, y viendo el calvario que está sufriendo RBA, ya no esperaba ningún número más de esta serie y… mira. El cuarto número de la agencia de detectives de Timmy Desastre y el oso Total, de la que ya he hablado alguna vez vuelve a jugar con los mismos factores. Es simple en apariencia pero experimenta con cada palabra y cada dibujo para reflejar ironías y sátiras mucho más allá de su público objetivo. Es un libro que pueden disfrutar tanto jóvenes como adultos a distintos niveles. Lo que sí es necesario es leerlo sin complejos, dispuesto a sorprenderse.
Aviso de muerte, de Sophie Hénaff (Alfaguara)
Me gustó mucho el primer libro de la particular brigada de Anne Capestan, aunaba una trama muy bien resuelta con unos secundarios delirantes que, sinceramente, me hicieron estallar en carcajadas en más de una ocasión. Ante tal éxito siempre se tienen dudas de que el segundo libro esté a la altura pero, desde luego, habrá que seguir con Henaff. Por ahora tiene todas mis garantías si solamente me divierto la mitad del anterior.
No, mamá, no, de Verity Bargate (Alba)
Impactante y sugerente título el que nos traen desde Alba en esta ocasión; la primera novela de Verity Bargate, escrita en el año 1978, cobra una dimensión distinta en los tiempos actuales. Es imposible no detectar su «rabiosa” actualidad y cómo trata temas tan estructurales como la maternidad o el papel de la mujer en la sociedad. Si solo fuera eso ya estaría bien pero, en su tercera parte, el libro da un giro radical insostenible para llegar a un final increíble. Me encanta el tratamiento de la sororidad y, además, se lee sin esfuerzo. La lástima es que se haga tan corto.
Como un golpe de rayo, de Simon Reynolds (Caja Negra)
El subtítulo ayuda a entender el contenido de este ensayo: “El glam y su legado, de los setenta al siglo XXI.” Simon Reynolds realiza un recorrido exhaustivo de la historia del género pero, además, consigue ligarlo a la ruptura que supuso con respecto al rock de finales de los años sesenta y, desde luego, lo liga a la trayectoria de autores posteriores. Siempre me gusta poner en estas selecciones algún ensayo musical y este título me parece perfecto, sobre todo por mi afinidad con David Bowie. Buen ensayo para refrescarse.
Cazadores de nazis, de Andrew Nagorski (Turner)
Hablando de ensayos, es imposible no encontrar alguno interesante en Turner; para este verano he escogido este libro porque, al fin y al cabo, trata un tema que siempre interesará: cazar a los nazis, que siempre conlleva esa cierta sensación tranquilizadora de que, al final, los malos pierden. Empezando por los juicios de Nuremberg, Nagorski recorre históricamente los más conocidos procesos pero, además, se dedica a ahondar en las verdaderas motivaciones de aquellos que actuaron como cazadores, ofreciendo así un crisol más completo de todo el fenómeno. Grandísima oportunidad para profundizar en un tema fascinante.
Cortejo en la catedral, de Kate D. Wiggin (dÉpoca)
Nuevo sello llamado Delicatessen en una de mis editoriales favoritas (por contenido y forma de editar), y nuevo título con el que recuperan alguna autora americana del siglo XIX. En este caso se trata de Kate Douglas Wiggin educadora y escritora de libros infantiles que dedicó buena parte de su vida a mejorar el bienestar de los niños. De hecho fundó la primera guardería gratuita en San Francisco en 1978. A pesar de ser más conocida por sus libros infantiles también escribió novelas adultas como ésta, una de esas comedias costumbristas que tan asiduamente cultivaron en la Pérfida Albión.
El enigma del pájaro azul, de Nii Ayikwei Parkes (Club Editor)
Un amigo mío siempre comenta que me invento los nombres, no me extrañaría que hiciera el mismo comentario en esta ocasión pero, de verdad, no podía resistirme a poner este título en esta selección. El autor Nii Ayikwei Parkes, nacido en Londres, aunque ha pasado buena parte de su vida en Ghana, ha creado una historia muy sugerente en la que lo científico se mezcla con lo mágico y lo tradicional, en una novela negra ambientada en África con un sabor muy distinto al que estamos acostumbrados.
El cuento de Stephen King «El hombre del traje negro» SÍ estaba publicado en castellano, en la antología «Todo es eventual», Plaza y Janés, 2003, con traducción de Bettina Blanch Tyroller.
Tienes toda la razón! Lo corrijo ahora mismo!
GRacias!
El año pasado un servidor se atrevió a leer en inglés la novela de Gemma Files «Experimental Film» y doy fe de que es una perturbadora y obsesionante maravilla en todos los sentidos. Como si Joyce Carol Oates hubiera escrito «The Ring». Y contiene además unas muy certeras (y deliciosamente irónicas) reflexiones sobre el cine, los críticos, los cineastas experimentales, etc. Enhorabuena a La biblioteca de Carfax por atreverse también con esta novela; dice mucho y muy bueno del excelente criterio de esta nueva y prometedora editorial.
Back when I was a reviewer, I often had to remind myself that film is 99 percent interpretation, subject to inherent narrative unreliability. It’s really hard to say “objectively, this is what [x] is ‘about.’” Critics ask each other all the time: “What movie did you watch?” the same way we constantly tell each other, “You kind of have to see it.” But can the movie you see ever be the movie I saw, given how perception is skewed the very moment in which we observe something?
‘Your perceptions are not reliable, and you will never escape unchanged.’
Silver nitrate film, in particular, is the Schrödinger’s Cat of cinema—you can open the box once, maybe, take a look inside, but after that you kind of have to take it on faith it ever existed in the first place. But then, all film is illusion; it’s just an illusion that looks like the truth. The problem with all numinous things is that you can’t just take somebody’s word about them, especially the ones you’re warned away from. You have to look at them, eventually, to know they’re really there. You look at them even though you know it’s not a good idea to. You can’t not. In the end, you will always look at the thing you’re told not to just because it exists, if only to prove it exists.
-Gemma Files, «Experimental Film».
Fantástico, me encanta! Espero que muchos lo descubran.EN mi opinión va a ser uno de los libros del año.
Y sí, supone toda una declaración de intenciones (la mejor) para La biblioteca de Carfax.
Muchas gracias por estas aportaciones Jesús, enriquecen mi humilde post.
Un abrazo