Rafael relaja, Monet marea y Van Gogh da miedito: el artista y físico Yannis Kranidiotis traduce los colores de cuadros famosos en sonido, y el resultado son piezas de lo más inquietante que no desentonarían en un disco de Brian Eno.
Pregunta trampa, caninos y caninas: ¿qué tienen en común la pintura y la música? Respuesta: que, entre otras cosas, ambas artes están basadas en las ondas, bien en forma de sonido, bien de color. El artista Yannis Kranidiotis, un señor licenciado en Física y muy interesado por la cosa visual, ha tomado buena nota de ello para crear Ichographs, un proyecto dedicado a convertir clásicos de la pintura en sonido.
La premisa de Ichographs es bastante sencilla, al menos en apariencia: según explica io9, sonidos y colores tienen muchos valores en común, como la frecuencia, la amplitud y la longitud. Así las cosas, basta con trazar equivalencias entre ambas: los colores cálidos resultarán en sonidos más agudos, mientras que los fríos (como el azul) llegarán al oído como sonidos graves, de baja frecuencia. Para llevar esto a la práctica, Kranidiotis usó una imagen escaneada de la Madonna del prado de Rafael, dividiéndola en 10.000 segmentos de color y asignándole a cada uno de ellos su tonalidad sonora correspondiente. De esta manera, el cuadro se convierte en una pieza de ambient que no hubiese desentonado en un disco de Brian Eno. Lo cual no está nada mal para un lienzo pintado en 1505.
El cuadro de Rafael no es la única obra que ha pasado por el laboratorio de Yannis Kranidiotis: en el vídeo de abajo puedes ver y escuchar más productos de este tratamiento, descubriendo sin ir más lejos lo mucho que marea un trabajo impresionista de Claude Monet, que las piezas op art de Gene Davis tienen mucho ritmo o que un autorretrato de Vincent Van Gogh puede transmitir un mal rollo subido. Ninguna de estas transformaciones es muy pegadiza, pero todas resultan fascinantes.