Si lo piensas bien, tiene sentido. Watchmen no era un cómic de superhéroes al uso. Estaba Vietnam, estaba Kennedy, la guerra fría y todas las preocupaciones del americano medio conspiranóico. Y era denso. Denso como From Hell. HBO podría encontrar un filón intenso y maduro en la obra de Alan Moore, y además encontrar un arma para contraatacar a la liga de la justicia Marvel-Netflix. Lo que no tenemos tan claro es la capacidad de profundizar en la obra original por parte de Zack Snyder.
En cualquier caso, las alarmas se han disparado. En las oficinas de HBO se han apresurado a confirmar que sí, que ha habido charletas preliminares, pero que no se ha llegado ni a primera base. Watchmen podría estar en el radar de la cadena de las series serias, donde no hay sitio para cachondeítos y productos fáciles… aunque eso sea, como todo, relativo. HBO presenta una producción básica para el espectador con sed de televisión de calidad: Juego de Tronos, True Detective o The Wire son algunoa de los abanderados. Aunque desde aquí nos gustaría romper una lanza a favor de Eastbound & Down, Flight of the Conchords, Entourage o la reciente parodia tenística 7 days in hell. Vale, es probable que no tengan legiones de fans como las otras, pero por una regla de tres simple, podemos asegurar sin miedo a equivocarnos que son genialidades. Y también son HBO.
Por otra parte, Watchmen no fue ningún éxito de taquilla. Ciento treinta millones de presupuesto que a nivel mundial sólo generaron cincuenta más, casi una losa para Zack Snyder (es increíble que tras un hostión como Watchmen y otro como Sucker Punch le dieran las riendas de Superman), y dejaba más o menos claro que Alan Moore no era carne de blockbuster. Ni aquí ni mucho menos con From Hell o La liga de los hombres extraordinarios los resultados estaban a la altura de los originales. La historia de los vigilantes vigilados rompió moldes y traspasó fronteras, convirtiéndose en la cabeza visible de una nueva generación de cómics que acabarían expandiendo el rango de los lectores al uso. Entre 1986 y 1987, Moore, Dave Gibbons y John Higgins publicaron los 12 números que formaron lo que muchos años después ocuparía, en formato libraco, las estanterías de medio mundo. Hasta las de los que nunca habían leído una viñeta en su vida.
Precisamente es ese formato de episodios lo que podría sentar bien al relato original, aunque sus diálogos infinitos y subtramas (¡ay, los piraticas!) exijan algo más de doce horas de formato televisivo. Pero el empleo de superhéroes para ganar la guerra de Vietnam es siempre una idea atractiva que revisitar: HBO se encontraría de la noche a la mañana con una buena respuesta a la nueva Cocina del Infierno que rediseña Netflix gracias a Marvel. En los próximos dos años (más o menos) Juego de Tronos vivirá su última batalla y puede que a la cadena le interese cargar de energía e intensidad una franquicia tan atractiva como Watchmen… o Before Watchmen.
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