Si creías que el Opus Dei o el Yunque era lo más bizarro que habías visto en materia de sectarismo religioso patrio, te presentamos el cisma más esperpéntico y alucinante de la Iglesia Católica. Adéntrate en el submundo del Palmar de Troya, sus múltiples Papas, sus avalanchas de excomuniones y sus visiones apocalípticas.
Sí algo podemos decir de esta década es que los ochenta y los noventa están de moda. Un eterno retorno ha hecho que personajes y hechos de la época vuelvan a estar en primera plana. Y entre tanto ilustre Mario Conde o Hillary Clinton tenía que reaparecer una famosa y hermética orden religiosa que obtuvo gran atención de numerosos programas y reportajes en los años noventa: la Iglesia del Palmar de Troya. Esta vez no ha regresado como algo recurrente, sino porque el Papa Gregorio XVIII, cuyo nombre real es Jesús Ginés Hernández, ha abandonado la Iglesia del Palmar por amor. Y esto es algo único: que el Papa de una orden religiosa -que está oficialmente categorizada como secta-, basada en el más férreo control de sus miembros, haya huido para vivir con su amada, cristaliza lo que Gonzalo Torrente Ballester dijo sobre la misma: «el caso del Palmar de Troya no es dramático ni trágico: es simplemente grotesco».
1. Los orígenes: apariciones marianas, estigmas y agua curativa
En 1968, en la entidad autónoma del Palmar de Troya, cuatro niñas que jugaban en la finca La Alcaparrosa afirmaron haber visto a la Virgen. En la actualidad, si quieres ser una chica popular puedes ponerte una gorra de OBEY e irte a Ópera o a consumir wi-fi en la Apple Store más cercana, pero en los años sesenta, si eras una niña de doce años y no se te había aparecido la Virgen mientras dabas un paseo, no eras nadie. La noticia de la supuesta aparición se difundió a diestro y siniestro por todo el lugar y pronto ocupó portadas en la prensa nacional. La finca de La Alcaparrosa era visitada a diario por hasta cuatro mil personas. Se ofrecían misas a todas horas y, cómo no, la sugestión colectiva hizo su efecto y aparecieron más videntes que manifestaban recibir mensajes divinos.
2. La llegada de Clemente Domínguez
Uno de los videntes más famosos fue Clemente Domínguez Gómez, un joven de 23 años que trabajaba como contable en la revista Nuestra Ciudad y que afirmaba recibir continuos mensajes de la Virgen del Carmen y del Padre Pío. Si en algo destacó Clemente respecto a otros videntes fue que todo el santoral cristiano se comunicaba con él. No sabemos si fue un efecto del cobro revertido celestial, pero nuestro protagonista comenzó a sufrir estigmas en las manos y en la frente, e incluso llegó a decir que en una noche había perdido 16 litros de sangre. Esto irá a más cuando Dios y Jesucristo se comuniquen otra vez con nuestro vidente para decirle que dentro de la Iglesia iba a ocurrir un terrible cisma, ya que Roma se ha prostituido y el Vaticano está infestado de comunistas y masones, así que le piden que funde una congregación, que se llamará la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz.
3. Una visión apocalíptica del mundo
A nuestro afamado Clemente, antes de ser ordenado Papa por Jesucristo, le llegaron mensajes apocalípticos del mismísimo Dios. Éste le revela sus intenciones: “¡Purificaré la tierra con fuego abrasador! Habrá fuego por todas partes, en las calles, en los ríos, en los mares. No habrá por donde caminar”. A través de estos supuestos mensajes se construyó toda una narrativa escatológica que unía la gran tribulación, la lucha contra el Anticristo, una tercera guerra mundial teledirigida por los masones y un salvador de España. Nos avisan también que se producirá una Tercera Guerra Mundial urdida por los masones y en la cual naciones enteras serán arrasadas, y se usarán bombas nucleares. Pero la Iglesia palmariana superaba al CIS y a todos los estudios en prospectiva de los científicos políticos, afirmando que España sería gobernada por la izquierda, pero nuestro país sería salvado por un gobernante al que denominaban El Caudillo del Tajo.
4. Una red internacional de financiación
Una acaudalada baronesa les llega a donar cerca de dieciséis millones de pesetas para ganarse un lugar en el cielo. No obstante, el nuevo Vaticano requiere de más dinero. Para ello, Clemente y su socio Manuel Alonso comienzan a realizar viajes de proselitismo difundiendo la obra de la Iglesia palmariana por Europa, EEUU e Iberoamérica. Tales viajes surten efecto y constituyen una red internacional de financiación. Una familia multimillonaria de Wisconsin les llega a donar una cuantiosa suma de dinero, convirtiéndose en la principal fuente de ingresos de los palmarianos. Pero, ¿cómo puede ser que una orden religiosa tan esperpéntica reúna tantos “fieles” financieros? Máxime cuando según, Garrido Vázquez, el 70% del dinero proviene del extranjero. Algunos investigadores han afirmando desde hace años que la Iglesia palmariana ha lavado dinero. Los donantes recibían factores que contenían cantidades mucho mayores de las que donaban, y así lograban evadir impuestos.
5. Los Inmortan Joe del Palmar de Troya: Los papas
Todo empezó con Gregorio XVII (1976-2005), nombre papal de Clemente Domínguez Gómez, apodado La Voltio por frecuentar ambientes nocturnos antes de convertirse en vidente, y que sufrió un accidente de tráfico donde perdió sus dos ojos. Se proclamó Papa del Palmar de Troya poco después del fallecimiento de Pablo VI y estableció una férrea disciplina para los seguidores de la Iglesia. Según algunos reportes, mantuvo relaciones sexuales con obispos y acosaba a los novicios de menos edad.
Le siguió Pedro II (2005-2011), nombre con el que gobernó Manuel Alonso, socio principal de Clemente Domínguez y de quien se dice que fue el verdadero cerebro detrás de la Iglesia del Palmar de Troya. Fue sucedido por Gregorio XVIII: su verdadero nombre es Jesús Ginés Hernández, es un ex-militar procedente de Murcia. Es culpable de que de nuevo la Iglesia Palmariana esté de moda, pues abandonó la misma por amor. Y con la fuga llegó Pedro III, el Papa actual, de quien se sabe bien poco. De hecho la mejor fuente de información sobre este Papa es el propio Ginés Hernández, que cuenta que es un obispo suizo .
6. Un cisma tragicómico
El cisma comienza cuando Clemente es nombrado Papa. Poco después, excomulga al propio Juan Pablo II por ser “un precursor del Anticristo” y califica al Vaticano como la “Gran Ramera de los Últimos Tiempos”. Pero tales acciones no se pueden entender sin la mención a un personaje fundamental en nuestra historia, el Padre Martin Ngo-Dinh Thuc, un arzobispo vietnamita, hermano del asesinado Presidente de Vietnam del Sur. Este arzobispo comienza a ordenar sacerdotes a Clemente Domínguez -antes de que se autoproclamase Papa- y a sus socios.
Poco después, la Iglesia Católica reacciona excomulgando a Ngo-Dinh Thuc y llevándolos a juicio -por lo civil- por usurpación de funciones eclesiásticas. Los litigios entre la Iglesia palmariana y la Iglesia Católica serán constantes hasta que, finalmente, en 1987 los palmarianos consiguen la inscripción en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia gracias a una sentencia del Tribunal Supremo.
7. Su base de operaciones: La Basílica
La Basílica de la Iglesia del Palmar de Troya es una impresionante construcción iniciada en el año 1976 y finalizada hace apenas diez años, y que materializa el deseo de Clemente Domínguez de tener su propio Vaticano. Tal basílica se ubica en una superficie de 3500 metros cuadrados, rodeada de un muro de seiscientos metros de diámetros y cuatro de altura. Según el libro El Negocio de la Virgen (2004), su valor ascendería a los trece millones de euros.
8. Los vínculos con la ultraderecha
El relato anticomunista y ultracatólico en un contexto postfranquista recibe la atención de la ultraderecha de época, lo cual abre otra nueva vía de financiación para los palmarianos. Las acciones son claras: poco después de ser proclamado Papa, Gregorio XVII beatifica a Franco, a José Antonio, a Carrero Blanco -como mártir, claro-. A pesar de lo que se ha venido manteniendo de forma errónea, no se ha beatificado a Hitler. Gregorio XVII llegó a decir sobre Franco el 20 de noviembre del 2000: “Dicen que el gobierno de Franco fue una dictadura. Nosotros decimos: si defender los derechos de Dios y de la Iglesia con la espada es dictadura, ¡bendita sea esa dictadura!”. Según Ginés Hernández, el papa huido, la figura de Francisco Franco que adornaba la Basílica ya ha sido retirada por las presiones de Izquierda Unida.
9. La dura vida de los palmarianos
Tras su proclamación como Papa del Palmar de Troya, Clemente Domínguez dictó una serie de normas muy rígidas en su Decreto Apostólico de 1978, que van desde la instauración de la misa tridentina (en latín) hasta un código de vestimenta en el cual la mujer ha de llevar velo y no ponerse nunca pantalones y el hombre ha de ir vestido “con dignidad y decencia”, esto es, manga larga y camisa cerrada (incluso en verano). A media que pasaban los años, Gregorio XVII añadiría normas aún más severas, como la prohibición de ver cine, la televisión, leer la prensa o relacionarse con personas que no pertenecieran al culto. El dimitido Gregorio XVIII llegó a prohibir hasta el ir a la playa.
Este sectarismo se ha combinado históricamente con una vigilancia permanente que ha originado trastornos psicológicos muy graves a algunos de sus fieles. El caso más conocido es el de un sacerdote cubano que se llegó a cortar el pene y los testículos y con un punzón se perforó el ojo derecho para poder redimirse de sus pecados.
10. El futuro de la Iglesia
La fuga del Papa Gregorio XVIII ha servido de prueba para que algunos expertos en la materia afirmen que estamos ante el principio del fin de la orden religiosa. Al cada vez mayor abandono de fieles tanto autóctonos como extranjeros -no se puede dar un número de específico de seguidores, las cifras bailan entre los cinco mil las más optimistas y mil o mil quinientas personas las más discretas- y a los cismas dentro de la propia entidad palmariana y demás luchas de poder,se les une la crisis económica por la muerte de gente mayor fiel a la doctrina palmariana y a las donaciones, porque los seguidores más jóvenes ya no están por la labor de mantener económicamente el Palmar. De hecho, El Palmar de Troya ha tenido que vender propiedades. Y por último hay que recalcar los problemas jurídicos a los que se puede y se va enfrentar la organización, como la posible evasión fiscal y la investigación por parte de la Fiscalía de Menores de las condiciones en las qiue viven los menores que residen en el Palmar de Troya.
Maravilloso artículo son cosas como estas las que me gustan de Canino..
Brutal. Me ha encantado el artículo.